VI. La visión de Cristo
1. El ego está tratando de enseñarte cómo ganar el
mundo y perder tu alma. 2El Espíritu Santo te enseña que no puedes
perder tu alma y que no hay nada que ganar en el mundo, pues, de por sí, no da
nada. 3Invertir sin recibir beneficios es sin duda una manera segura
de empobrecerte, y los gastos generales son muy altos. 4No sólo no
recibes ningún beneficio de la inversión, sino que el costo es enorme. 5Pues
esta inversión te cuesta la realidad del mundo al negar la tuya, y no te da
nada a cambio. 6No puedes vender tu alma, pero puedes vender tu
conciencia de ella. 7No puedes percibir tu alma, y no la podrás
conocer mientras percibas cualquier otra cosa como más valiosa.
2. El Espíritu Santo es tu fortaleza porque sólo te
conoce como espíritu. 2Él es perfectamente consciente de que no te
conoces a ti mismo y perfectamente consciente de cómo enseñarte a recordar lo
que eres. 3Puesto que te ama, te enseñará gustosamente lo que Él
ama, pues Su voluntad es compartirlo. 4Dado que se
acuerda de ti continuamente, no puede dejar que te olvides de tu valía. 5Pues
el Padre jamás cesa de mantener vivo en Él el recuerdo de Su Hijo, y el
Espíritu Santo jamás cesa de mantener vivo en el Hijo el recuerdo de su Pare. 6Dios
está en tu memoria por causa de Él. 7Tú decidiste olvidar a tu
Padre, pero eso no es realmente lo que quieres hacer, y, por lo tanto, puedes
decidir de otra manera. 8Y tal como yo decidí de otra manera, tú
también puedes hacerlo.
3. Tú no deseas el mundo. 2L o
único de valor en él son aquellos aspectos que contemplas con amor. 3Eso
le confiere la única realidad que jamás tendrá. 4Su valía no reside
en sí mismo, pero la tuya se encuentra en ti. 5De la misma forma en
que tu propia estima procede de extenderte a ti mismo, de igual modo la percepción
de tu propia estima procede de extender pensamientos amorosos hacia el
exterior. 6Haz que el mundo real sea real para ti, pues el mundo
real es el regalo del Espíritu Santo, por lo tanto, te pertenece.
4. La corrección es para todos aquellos que no
pueden ver. 2La misión del Espíritu Santo es abrirle los ojos a los
ciegos, pues Él sabe que no han perdido su visión, sino que simplemente duermen.
3Él los despertará del sueño del olvido y los llevará al recuerdo de
Dios. 4Los ojos de Cristo están abiertos, y Él contemplará
con amor todo lo que veas si aceptas Su visión como tuya.
5. El Espíritu Santo mantiene a salvo la visión de
Cristo para cada Hijo de Dios que duerme. 6En Su visión el Hijo de
Dios es perfecto y Él anhela compartir Su visión contigo. 7El
Espíritu Santo te mostrará el mundo real porque Dios te dio el Cielo. 8A
través del Espíritu Santo, tu Padre exhorta a Su Hijo a recordar. 9El
despertar de Su Hijo da comienzo cuando él empieza a invertir en el mundo real,
lo cual le permite aprender a re-invertir en sí mismo. 10Pues la
realidad es una con el Padre y con el Hijo, y el Espíritu Santo bendice el
mundo real en Nombre de los Dos.
5. Cuando hayas visto el mundo real -como sin duda
lo verás- te acordarás de nosotros. 2Mas tienes que aprender el
costo que supone estar dormido, y negarte a pagarlo. 3Sólo entonces
decidirás despertar. 4Y entonces el mundo real aparecerá ante tu
vista, pues Cristo nunca ha estado dormido. 5Cristo está esperando a
que lo veas, pues Él nunca te ha perdido de vista. 6Él contempla
serenamente el mundo real, que desea compartir contigo porque sabe que Su Padre
lo ama. 7Y sabiendo esto, desea darte lo que es tuyo. 8Él
te aguarda en el altar del Padre en perfecta paz, ofreciéndote el Amor del
Padre en la serena luz de la bendición del Espíritu Santo. 9Pues el
Espíritu Santo conducirá a todo el mundo a su hogar y a su Padre, donde Cristo
les espera como Su Ser.
6. Cada Hijo de Dios es uno en Cristo porque su ser
está en Cristo, al igual como el de Cristo está en Dios. 2El Amor de
Cristo por ti es Su Amor por Su Padre, que Él conoce porque conoce el Amor de
Su Padre por Él. 3Cuando el Espíritu Santo te haya
conducido finalmente hasta Cristo en el altar de Su Padre, la percepción se
fundirá con el conocimiento porque se habrá vuelto tan santa que su
transferencia a la santidad será sencillamente su extensión natural. 4El
Amor se transfiere al amor sin ninguna interferencia, pues ambos son uno. 5A
medida que percibas más y más elementos comunes en todas las situaciones, la
transferencia del entrenamiento bajo la dirección del Espíritu Santo aumentará
y se generalizará. 6Aprenderás gradualmente a aplicarlo a todo el
mundo y a todas las cosas, pues su aplicabilidad es universal. 7Una
vez que esto se logra, la percepción y el conocimiento se vuelven tan similares
que comparten la unificación de las leyes de Dios.
7. Lo que es uno no puede ser percibido como
separado, y negar la separación es restaurar el conocimiento. 2En el
altar de Dios, la santa percepción de Su Hijo se vuelve tan iluminada que la
luz entra a raudales en ella y el espíritu del Hijo de Dios refulge en la Mente
del Padre y se vuelve uno con ella. 3Con gran ternura Dios refulge
sobre Sí Mismo, y ama la extensión de Sí Mismo que es Su Hijo. 4El
mundo deja de tener propósito a medida que se funde con el Propósito de Dios. 5Pues
el mundo real ha desaparecido sigilosamente en el Cielo, donde todo lo que es
eterno ha existido siempre. 6Allí Redentor y redimido se unen en su
perfecto amor por Dios y en el amor perfecto que se profesan el uno al otro. 7El
Cielo es tu hogar, y al estar en Dios tiene también que estar en ti.
LECCIÓN 127
No hay
otro amor que el de Dios
1. Tal vez creas que hay diferentes clases de amor. 2Tal
vez creas que hay un tipo de amor para esto y otro para aquello; que es posible
amar a alguien de una manera y a otra persona de otra. 3El amor es
uno. 4No tiene partes separadas ni
grados; no
hay diferentes clases de amor ni tampoco
diferentes niveles; en él no hay divergencias ni distinciones. 5Es
igual a sí mismo, sin ningún cambio en ninguna parte de él. 6Ninguna
persona o circunstancia puede hacer que cambie. 7Es el Corazón de
Dios y también el de Su Hijo.
2.
El significado del amor queda velado para todo aquel que crea que el amor puede
cambiar, 2pues no se da cuenta de que un amor cambiante es algo imposible. 3Y así, cree que algunas
veces puede amar y otras odiar. 4Cree también que se puede profesar
amor sólo a una persona, y que el amor puede seguir siendo lo que es aunque se le niegue a los demás. 5El
que crea estas cosas acerca del amor demuestra que no entiende su significado. 6Si
el amor pudiese hacer tales distinciones, tendría que discernir entre justos y
pecadores, y percibir al Hijo de Dios fragmentado.
3. El amor no puede juzgar. 2Puesto que en sí es uno solo,
contempla a todos cual uno solo. 3Su significado reside en la unicidad*.
4Y no puede sino eludir a la mente que piensa qué el amor es algo parcial o
fragmentado. 5No hay otro amor que el
de Dios, y todo amor es de Él. 6Ningún
otro principio puede gobernar allí donde no hay amor. 7El amor es una ley que no tiene opuestos. 8Su
plenitud es el poder que mantiene a todas las cosas unidas, el vínculo entre
Padre e Hijo que hace que Ambos sean lo mismo eternamente.
4. Ningún curso cuyo propósito sea enseñarte a recordar lo que
realmente eres podría dejar de subrayar que no puede haber diferencia entre lo
que realmente eres y lo que es el amor. 2El significado
del amor es tu propio significado, el cual Dios Mismo comparte. 3Pues
lo que tú eres es lo que Él es. 4No hay otro amor que el Suyo, y lo que Él
es, es lo único que existe. 5Nada lo limita, y, por lo tanto, tú
eres tan ilimitado como Él.
5. Ninguna ley que el mundo
obedezca puede ayudarte a entender el significado del amor. 2Las
creencias del mundo fueron concebidas para ocultar el significado del amor y
para mantenerlo oculto y secreto. 3No hay ni un solo principio de
los que el mundo defiende que no viole la verdad de lo que es el amor, y de lo
que, por ende, eres tú también.
6. No busques tu Ser en el mundo. 2El amor no se puede
encontrar en las tinieblas ni en la muerte. 3Sin embargo, es
perfectamente evidente, para los ojos que ven y para los oídos que oyen la Voz
del amor. 4La práctica de hoy consiste en liberar a tu mente de
todas las leyes que crees que debes obedecer, de todas las limitaciones que
rigen tu vida y de todos los cambios que crees forman parte del destino humano.
5Hoy vamos a dar el paso más ambicioso de los que requiere este
curso en tu avance hacia el objetivo que ha establecido.
7.
Si hoy consigues tener el más leve vislumbre de
lo que significa el amor, habrás salvado una distancia inconmensurable hacia
tu liberación y te habrás ahorrado un tiempo que no se puede medir en años. 2Juntos,
pues, regocijémonos de dedicarle algún tiempo a Dios y de comprender que no hay
mejor manera de emplear el tiempo que ésa.
8.
Dedica hoy quince minutos en dos ocasiones a escaparte de todas las leyes en
las que ahora crees. 2Abre tu mente y descansa. 3Cualquiera
puede escaparse del mundo que parece mantenerte prisionero si deja de
atribuirle valor. 4Deja de otorgarle valor a sus míseras ofrendas y
absurdos regalos, y permite que el regalo que Dios te hace los reemplace a
todos.
9.
Invoca a tu Padre con la certeza de que Su Voz
te responderá. 2Él Mismo lo ha prometido, 3y Él
Mismo pondrá una chispa de verdad en tu mente cada vez que renuncies a una
creencia falsa, o a una tenebrosa ilusión de tu realidad y de lo que significa
el amor. 4Él irradiará hoy a través de tus vanos pensamientos y te
ayudará a comprender la verdad del
amor. 5Con amorosa ternura morará contigo a medida que dejes que Su
Voz le enseñe a tu mente abierta y despejada el significado del amor. 6Y
bendecirá la lección con Su Amor.
10.
Hoy la legión de años que tendrías que esperar en el futuro para tu salvación
desaparece ante la intemporalidad de lo que estás aprendiendo. 2Demos
gracias por habernos librado de un futuro que hubiese sido igual que el pasado.
3Hoy dejamos atrás el pasado para nunca jamás volver a recordarlo. 4Y
alzamos los ojos para contemplar un presente muy distinto, en el cual se vislumbra
un futuro que en nadase parece al pasado.
11. El mundo que acaba de nacer aún
se encuentra en su infancia. 2Y lo veremos crecer fuerte y
saludable, para derramar su bendición sobre todos aquellos que vengan a
aprender a desprenderse del mundo que pensaban había sido engendrado con odio
para ser el enemigo del amor. 3Ahora todos ellos se liberan junto
con nosotros. 4Ahora todos ellos son nuestros hermanos en el Amor de
Dios.
12. Nos acordaremos de ellos en el
transcurso del día, ya que no podemos excluir de nuestro amor a ninguna parte
de nosotros si queremos conocer a nuestro Ser. 2Por lo menos tres
veces por hora piensa en alguien que te acompaña en esta jornada, y que vino a
aprender lo mismo que tú tienes que aprender. 3Y cuando te venga a
la mente, comunícale este mensaje de parte de tu Ser:
4Te bendigo, hermano, con el Amor de Dios,
el cual quiero compartir contigo.
5Pues
quiero aprender la gozosa lección de que no hay otro amor que el de Dios, el
tuyo, el mío y el de todos.
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