VII. Introspección
1. Los milagros demuestran que el aprendizaje
ha tenido lugar bajo la debida dirección, pues el aprendizaje es invisible y lo
que se ha aprendido sólo se puede reconocer por sus resultados. 2Su
generalización se demuestra a medida que lo pones en práctica en más y más
situaciones. 3Reconocerás que has aprendido que no hay grados de
dificultad en los milagros cuando los apliques a todas las situaciones. 4No
hay situación a la que los milagros no sean aplicables, y al aplicarlos a todas
las situaciones el mundo real será tuyo. 5En esta santa percepción
te volverás íntegro, y por tu propia aceptación de la Expiación, ésta irradiará
hacia todos aquellos que el Espíritu Santo te envíe para que les des tu bendición.
6La bendición de Dios mora en todos Sus Hijos, y en tu bendición de
ellos radica la bendición que Dios te da a ti.
2. Cada uno debe desempeñar el papel que le
corresponde en la redención del mundo para poder reconocer que el mundo ha sido
redimido. 2No puedes ver lo invisible. 3Mas si ves sus
efectos sabes que tiene que estar ahí. 4Al percibir sus obras,
reconoces su existencia. 5Y por lo que hace, te das cuenta de lo que
es. 6Tú no puedes ver tus propios puntos fuertes, pero puedes tener
cada vez mayor confianza en su existencia a medida que te capacitan para
actuar. 7Y los resultados de tus acciones tú los puedes
ver.
3. El Espíritu Santo es invisible, pero puedes ver
los resultados de Su Presencia, y por ellos te darás cuenta de que
Él está ahí. 2Es claro que lo que Él te capacita para hacer no es de
este mundo, pues los milagros violan todas las leyes de la realidad tal como
este mundo la juzga. 3Las leyes del tiempo y del espacio, del
volumen y de la masa son transcendidas, pues lo que el Espíritu Santo te
capacita para hacer está claramente más allá de todas ellas. 4Al
percibir Sus resultados, comprenderás dónde debe estar Él, y sabrás por fin lo
que Él es.
4. No puedes ver al Espíritu Santo, pero puedes ver
Sus manifestaciones. 2Y a menos que las veas no te darás cuenta de
que Él está ahí. 3Los milagros son Sus testigos, y hablan de Su
Presencia: 4Lo que tú no puedes ver, únicamente cobra realidad para
ti a través de los testigos que hablan en su favor. 5Puedes cobrar
conciencia de lo que no ves, y Ello puede volverse increíblemente real para ti
a medida que Su Presencia se ponga de manifiesto a través de ti. 6Lleva
a cabo la labor del Espíritu Santo, pues compartes Su función. 7De
la misma manera en que tu función en el Cielo es crear, aquí en la tierra es
curar. 8Dios comparte tu función contigo en el Cielo, y el Espíritu
Santo comparte la Suya contigo en la tierra. 9Mientras sigas
creyendo que tienes otras funciones, seguirás teniendo necesidad de corrección,
10pues dicha creencia es la destrucción de la paz, objetivo éste que
está en directa oposición al propósito del Espíritu Santo.
5. Ves lo que esperas ver y esperas ver aquello que
invitas. 2Tu percepción es el resultado de tu invitación, y llega a
ti tal como la pediste. 3¿De quién son las manifestaciones que
quieres ver? 4¿De qué presencia quieres convencerte. 5Pues
creerás en aquello que manifiestes, y tal como contemples lo que está afuera,
así mismo verás lo que está adentro. 6En tu mente hay dos maneras de
contemplar al mundo, y tu percepción reflejará el asesoramiento que hayas
elegido.
6. Yo soy la manifestación del Espíritu Santo y
cuando me veas, será porque lo has invitado a Él. 2Pues Él te
enviará Sus testigos sólo con que desees verlos. 3Nunca te olvides
de que siempre ves lo que buscas, pues lo que buscas lo encontrarás. 4El
ego encuentra lo que busca y nada más. 5No encuentra amor porque no
es eso lo que busca. 6Mas buscar es lo mismo que encontrar y si vas
en pos de dos objetivos opuestos los encontrarás, pero no podrás reconocer
ninguno de ellos. 7Creerás que los dos son lo mismo porque deseas
alcanzar los dos. 8La mente siempre busca su propia integración, mas
si está dividida y quiere conservar la división, seguirá creyendo que sólo
tiene un objetivo haciendo que parezca uno solo.
7. Dije anteriormente que lo que
proyectas o extiendes depende de ti, pero tienes que hacer una u otra cosa, ya
que ello es una ley de la mente, y antes de mirar afuera tienes que mirar
adentro. 2Al mirar adentro eliges al guía cuya visión deseas
compartir. 3Y luego miras afuera y contemplas sus
testigos. 4Por eso es por lo que siempre encuentras lo que buscas. 5Lo
que desees para ti es lo que manifestarás, y lo aceptarás del mundo porque al
desearlo lo ubicaste en él. 6Cuando crees que estás proyectando lo
que no deseas, es porque todavía lo deseas. 7Esto conduce
directamente a la disociación, puesto que representa la aceptación de dos
objetivos, cada uno de los cuales se percibe en un lugar diferente y separado
del otro porque hiciste que fueran diferentes. 8La mente ve entonces
un mundo dividido fuera de sí misma, pero no dentro de ella. 9Esto
le da una ilusión de integridad y le permite creer que está yendo en pos de un
solo objetivo. 10Sin embargo, mientras sigas percibiendo un mundo
dividido, no habrás sanado. 11Pues haber sanado es ir en pos de un
solo objetivo, al haber aceptado uno solo y no desear más que uno solo.
LECCIÓN
128
El
mundo que veo no me ofrece nada que yo desee
1. El mundo que ves no te ofrece nada que puedas necesitar; nada que
puedas usar en modo alguno; ni nada en absoluto que te pueda hacer feliz. 2Cree
esto y te habrás ahorrado muchos años de miseria, incontables desengaños y
esperanzas que se convierten en
amargas cenizas de desesperación. 3Todo aquel que quiera dejar atrás
al mundo y remontarse más allá de su limitado alcance y de sus mezquindades
tiene que aceptar que este pensamiento es verdad.
2. Cada cosa que valoras aquí no es sino una cadena que te ata al mundo; y ése es su único propósito. 2Pues
todas las cosas tienen que servir para el propósito que tú les has asignado,
hasta que veas en ellas otro propósito. 3El único propósito digno de
tu mente que este mundo tiene es que lo pases de largo, sin detenerte a
percibir ninguna esperanza allí donde no hay ninguna. 4No te dejes
engañar más. 5El mundo que ves no te ofrece nada que tú desees.
3. Escápate hoy de las cadenas con las que aprisionas
a tu mente cuando percibes la salvación aquí. 2Pues aquello que
valoras lo consideras parte de ti tal como te percibes a ti mismo. 3Todo
aquello que persigues para realzar tu valor ante tus propios ojos te limita
todavía más, oculta de tu conciencia tu valía y añade un cerrojo más a la
puerta que conduce a la verdadera conciencia de tu Ser.
4. No dejes que nada que esté relacionado con
pensamientos corporales te demore en tu avance hacia la salvación, ni que la
tentación de creer que el mundo puede ofrecerte algo que deseas te retrase. 2No
hay nada aquí que valga la pena anhelar. 3Nada aquí es digno de un
instante de retraso o de dolor, ni de un solo momento de incertidumbre o de
duda. 4Lo que carece de valor no ofrece nada. 5Lo que
verdaderamente tiene valor no se puede hallar en lo que carece de valor.
5. Nuestra práctica de hoy consiste en abandonar todo
pensamiento que tenga que ver con cualquier valor que le hayamos atribuido al
mundo. 2Lo liberaremos de cualquier propósito que le hayamos
asignado a sus aspectos, fases y sueños. 3Lo consideraremos en
nuestra mente como algo carente de propósito, y lo relevaremos de todo aquello
que queríamos que fuese. 4De esta manera romperemos las cadenas que
atrancan la puerta que conduce a nuestra liberación de él, e iremos más allá
de todos sus insignificantes valores y limitados objetivos.
6. Permanece muy quedo y en paz por un rato, y observa
cuán alto te elevas por encima del mundo cuando liberas a tu mente de sus
cadenas y dejas que busque el nivel donde se siente a gusto. 2Tu
mente se sentirá agradecida de poder estar libre por un rato. 3Ella
sabe dónde le corresponde estar. 4Libera sus alas y volará sin
titubeo alguno y con alegría a unirse con su santo propósito. 5Déjala
que descanse en su Creador, para que allí se le restituya la cordura, la
libertad y el amor.
7. Dale hoy diez minutos de descanso en tres
ocasiones. 2Y cuando abras los ojos después de cada una de estas
sesiones no valorarás nada que veas tanto como lo valorabas antes. 3Tu perspectiva del
mundo cambiará ligeramente cada vez que le permitas a tu mente liberarse de sus
cadenas. 4El mundo no es el lugar donde le corresponde estar. 5Y
a ti te corresponde estar allí donde ella
quiere estar, y a donde va a descansar cuando la liberas del mundo. 6Tu
Guía es infalible. 7Haz que tú mente sea receptiva a Él. 8Permanece
muy quedo y descansa.
8. Protege asimismo tu mente a lo largo del día. 2Y
cuando pienses que algún aspecto o alguna
imagen del mundo tiene valor, niégate a encadenar tu mente de esa manera, y, en
lugar de ello, repite para tus adentros con tranquila certeza:
3Esto no me tentará a que me demore.
4El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee.
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