viernes, 29 de junio de 2012

CURSO DE MILAGROS- DIA 181 capitulo y leccion


Introducción a las lecciones 181-200


1. El propósito de estas próximas lecciones es intensificar tu buena voluntad a fin de fortalecer tu débil compromiso y de fun­dir todos tus variados objetivos en un solo empeño. 2No se te pide que tu dedicación sea total todo el tiempo. 3Pero sí que prac­tiques ahora a fin de llegar a alcanzar la sensación de paz que, aunque sólo sea de manera intermitente, tal compromiso unifi­cado brinda. 4Experimentar eso es lo que hará que estés comple­tamente dispuesto a seguir el camino que este curso señala.

2. Nuestras lecciones están ahora orientadas específicamente a ampliar tus horizontes, y a tratar de manera directa con determi­nados obstáculos que mantienen tu visión constreñida y dema­siado limitada para dejarte ver el valor de nuestro objetivo. 2Lo que nos proponemos ahora es trascender esos obstáculos, aun­que sólo sea brevemente. 3Las palabras en sí no pueden transmi­tir la sensación de liberación que se experimenta una vez que se han eliminado dichos obstáculos. 4Mas la experiencia de libertad y de paz que descenderá sobre ti cuando renuncies a tu férreo control de lo que ves será más que suficiente para convencerte. 5Tu motivación se intensificará de tal manera que las palabras dejarán de ser relevantes. 6Sabrás con certeza lo que quieres y lo que no tiene valor.

3. Así pues, comencemos la jornada que nos llevará más allá de las palabras, concentrándonos en primer lugar en lo que todavía supone un escollo para tu progreso. 2La experiencia de lo que existe más allá de toda actitud defensiva sigue siendo inalcanza­ble mientras se siga negando. 3Quizá esté ahí, pero tú no puedes aceptar su presencia. 4De modo que lo que nos proponemos ahora es ir más allá de todas las defensas por un breve intervalo cada día. 5No se te pide nada más porque no se necesita nada más. 6Ello será suficiente para garantizar que todo lo demás llegue.

LECCIÓN 181

Confío en mis hermanos, que son uno conmigo.

1. Confiar en tus hermanos es esencial para establecer y sustentar tu fe en tu propia capacidad para trascender tus dudas y tu falta de absoluta convicción en ti mismo. 2Cuando atacas a un her­mano, proclamas que está limitado por lo que tú has percibido en él. 3No estás viendo más allá de sus errores. 4Por el contrario, éstos se exageran, convirtiéndose en obstáculos que te impiden tener conciencia del Ser que se encuentra más allá de tus propios erro­res, así como de sus aparentes pecados y de los tuyos.

2. La percepción tiene un enfoque. 2Eso es lo que hace que lo que ves sea consistente. 3Cambia de enfoque, y, lo que contemples, consecuentemente cambiará. 4Ahora se producirá un cambio en tu visión para apoyar la intención que ha reemplazado a la que antes tenías. 5Deja de concentrarte en los pecados de tu hermano, y experimentarás la paz que resulta de tener fe en la impecabilidad. 6El único apoyo que esta fe recibe procede de lo que ves en otros más allá de sus pecados. 7Pues sus errores, si te concentras en ellos, no son sino testigos de tus propios pecados. 8Y no podrás sino verlos, lo cual te impedirá ver la impecabilidad que se encuentra más allá de ellos.

3. En nuestras prácticas de hoy, por lo tanto, lo primero que vamos a hacer es dejar que todos esos insignificantes enfoques den paso a la gran necesidad que tenemos de que nuestra impeca­bilidad se haga evidente. 2Damos instrucciones a nuestras mentes para que, por un breve intervalo, eso, y sólo eso, sea lo que bus­quen. 3No vamos a preocuparnos por objetivos futuros. 4Lo que vimos un instante antes no nos preocupará en absoluto dentro de este lapso de tiempo en el que nuestra práctica consiste en cam­biar de intención. 5Buscamos la inocencia y nada más. 6Y la busca­mos sin interesarnos por nada que no sea el ahora.

4. Uno de los mayores obstáculos que ha impedido tu éxito ha sido tu dedicación a metas pasadas y futuras. 2El que las metas que propugna este curso sean tan extremadamente diferentes de las que tenías antes ha sido motivo de preocupación para ti. 3Y también te has sentido consternado por el pensamiento restric­tivo y deprimente de que, incluso si tuvieses éxito, volverías ine­vitablemente a perder el rumbo.

5. ¿Por qué habría de ser esto motivo de preocupación? 2Pues el pasado ya pasó y el futuro es tan solo algo imaginario. 3Preocupa­ciones de esta índole no son sino defensas: para impedir que cam­biemos el enfoque de nuestra percepción en el presente. 4Nada más. 5Vamos a dejar de lado estas absurdas limitaciones por un momento. 6No vamos a recurrir a creencias pasadas, ni a dejar que lo que hayamos de creer en el futuro nos estorbe ahora. 7Damos comienzo a nuestra sesión de práctica con un solo propósito: ver la impecabilidad que mora dentro de nosotros.

6. Reconoceremos que hemos perdido de vista este objetivo si de alguna manera la ira se interpone en nuestro camino. 2Y si se nos ocurre pensar en los pecados de un hermano, nuestro restringido foco nos nublará la vista y nos hará volver los ojos hacia nuestros propios errores, que exageraremos y llamaremos "pecados". 3De modo que, por un breve intervalo, de surgir tales obstáculos, los transcenderemos sin ocuparnos del pasado o del futuro, dando instrucciones a nuestras mentes para que cambien de foco, según decimos:

4No es esto lo que quiero contemplar.

5Confío en mis hermanos, que son uno conmigo.

7. Y nos valdremos asimismo de este pensamiento para mante­nernos a salvo a lo largo del día. 2No estamos interesados en metas a largo plazo. 3Conforme cada uno de los obstáculos nuble la visión de nuestra impecabilidad, lo único que nos interesará será poner fin, por un instante, al dolor que, de concentrarnos en el pecado experimentaríamos, y que, de no corregirlo, persistiría.

8. No vamos en pos de fantasías. 2Pues lo que procuramos con­templar está realmente ahí. 3Y conforme nuestro foco se extienda más allá del error, veremos un mundo completamente impecable. 4Y cuando esto sea lo único que queramos ver y lo único que busquemos en nombre de la verdadera percepción, los ojos de Cristo se volverán inevitablemente los nuestros. 5El Amor que Él siente por nosotros se volverá también el nuestro. 6Esto será lo único que veremos reflejado en el mundo, así como en nosotros mismos.

9. El mundo que una vez proclamó nuestros pecados se convierte ahora en la prueba de que somos incapaces de pecar. 2Y nuestro amor por todo aquel que contemplemos dará testimonio de que recordamos al santo Ser que no conoce el pecado, y que jamás podría concebir nada que no compartiese Su impecabilidad. 3Éste es el recuerdo que queremos evocar hoy cuando consagramos nuestras mentes a la práctica. 4No miramos ni hacia adelante ni hacia atrás. 5Miramos directamente al presente. 6Y depositamos nuestra fe en la experiencia que ahora pedimos. 7Nuestra impeca­bilidad no es sino la Voluntad de Dios. 8En este instante nuestra voluntad dispone lo mismo que la Suya.

LA MIRADA INTERNA. 3

                                           

XVI. TRANSFERENCIA DE LA FUERZA

  1. Aquel que tiene la fortuna de haber logrado el gran pasaje y que lo dirige hacia su propia evolución, tiene obligaciones para con aquellos que están en el camino, atrás de él. Los que van detrás del más antiguo, conviene que recaben de él, sabiduría y experiencia.
  2. En muchos casos, los que tienen control de la Fuerza pueden transferirla a quienes, pese a sus esfuerzos, no logran el gran pasaje. Esto se hace en aquellas reuniones en que, en unos y en otros, esté ese fuerte y solidario deseo. Entonces, basta con que al manifestarse el gran pasaje, se desplace la Fuerza por haber mantenido contacto entre los que están en condiciones diferentes. Esta transferencia fue conocida desde antiguo como “imposición de manos”. La Fuerza puede, en efecto, transferirse cuando se dispone de su control y te digo que así como el doble puede proyectarse, también su energía se manifiesta a distancia en los fenómenos que se reconocen como “extrasensoriales”. No obstante, en su momento, te advertí sobre su inconveniencia.
  3. La fuerza puede ser transferida a otros y también a objetos particularmente adecuados para recibirla y conservarla. Confío en que no te será difícil entender la función que cumplieron los sacramentos en muchas religiones e igualmente, el significado que tuvieron los lugares sagrados y hasta los sacerdotes y pontífices supuestamente “cargados” con la Fuerza y posteriormente, convertidos en fetiches sin significado profundo. Cuando algunos objetos fueron adorados con fe en los templos y se los rodeó de ceremonia y rito, seguramente “devolvieron” a los creyentes la energía acumulada por oración repetida. Esto, que luego fue superstición (que aún conservan las gentes ignorantes), tuvo como trasfondo la real intuición de la existencia de la Fuerza y su aptitud para ser transferida.
  4. Hablemos ahora del caso en que ya conoces por experiencia la acción de la Fuerza. La producción del gran pasaje se efectúa a lo sumo mensualmente, a fin de que la energía liberada tome su tiempo en reordenarse. Así se obtienen los beneficios necesarios, sin manifestar efectos contrarios que puedan llevar al deterioro, por exigencias continuadas, dejadas a la improvisación. Por otra parte, la circulación súbita de la Fuerza en el organismo, produce movilización de los puntos de control de los que te hablara en su momento. Entonces, poco a poco, comienza a percibirse un cambio profundo y positivo en la actitud general de aquel que lleva estas cosas con prudencia.
  5. Todo nuevo gran pasaje es un refuerzo al cambio que se va experimentando. Este será saludable si cada vez se produce con mayor control y ampliación de la conciencia. Un efecto opuesto, muestra a las claras que las operaciones deben suspenderse.
  6. Supongo que tu caso es el mejor y por tanto, puedo recomendarte ahora que luego del gran pasaje conserves en ti la sensación física de carga y te mantengass en presencia de la Fuerza en tus actividades cotidianas. Puedes, para ésto, usar el recurso de no olvidar tu cuerpo al par que te ocupas de otras cosas. Esta suerte de atención dividida, consolida poco a poco ese nuevo nivel mental que conocemos como “conciencia de sí” o estado de verdadero despertar. Por extraño que te resulte aquello de “no olvidar tu cuerpo”, debes comprender que en el estado corriente de vigilia, sucede lo contrario. Al olvidar el cuerpo se olvida también el propio “yo” y por tanto, uno se olvida de sí mismo, siendo influenciado por los ensueños, los fantaseos y la acción hipnótica del mundo que rodea. Así, merced al olvido de sí misma, la gente es fácil presa de opiniones no demostradas, de creencias, de pareceres, de criterios de autoridad y prestigio y en general, de toda acción propagandística e irracional.
  7. No te sugiero aquí que te separes del mundo cotidiano, sino todo lo contrario, actúa en él sin temor ni encerramiento, pero no te olvides de ti mismo.

XVII.- PERDIDA Y REPRESION DE LA FUERZA

  1. Las mayores descargas de la Fuerza se producen por actos descontrolados, éstos son: la sexualidad excesiva, la imaginación sin freno, la charla desmedida, la curiosidad sin control y la percepción exagerada (el mirar, oír, gustar, etc… de manera desbordada e inútil).
  2. En cuanto a la sexualidad, debes interpretar correctamente ésto: tal función no debe ser reprimida, porque en ese caso crea efectos mortificantes y contradicción interna. La sexualidad comienza y concluye en su acto, pero de ninguna manera debe continuar afectando la imaginación o buscando nuevo objeto de posesión. Se hace evidente que si los estímulos externos o la fantasía exacerban la función del sexo, ésta resulta excesiva.
  3. Está claro que las recomendaciones de castidad y abstinencia tuvieron en su momento relación con la Fuerza, pero los instructores que pusieron atención en aquello, de ningún modo lo explicaron de manera represiva, sino sobreelevada.
  4. Posteriormente, el control del sexo por una determinada “moral” social o religiosa, sirvió a designios que nada tenían que ver con la evolución sino más bien con lo contrario.
  5. La Fuerza se desbordó hacia lo crepuscular en las sociedades reprimidas y allí se multiplicaron los casos de “endemoniados”, “brujos”, sacrílegos y criminales de toda laya que gozaron con el sufrimiento y la destrucción de la vida y la belleza. En algunas tribus y civilizaciones, los criminales estuvieron repartidos entre los que ajusticiaron y los que fueron ajusticiados. En otros casos, se persiguió a todo lo que era ciencia y progreso porque se oponía a lo irracional, a lo crepuscular y a lo reprimido.
  6. En ciertos pueblos primitivos, existe aún la represión del sexo, como en otros considerados de “civilización avanzada”. Es evidente que en unos y en otros, el signo destructivo es grande aunque en los dos casos el origen de tal situación sea distinto.
  7. Si me pides más explicaciones, te diré que en realidad el sexo es en sí santo, ya que gracias a su ejercicio la caída de la luz en escalas inferiores (al desintegrarse los cuerpos), es compensada por la reproducción, que permite el surgimiento de nuevas posibilidades evolutivas.
  8. Jamás creas las mentiras de los envenenadores de la vida cuando se refieren al sexo como algo despreciable. Por el contrario, hay en él belleza y no en vano está relacionado con los mejores sentimientos del amor.
  9. Sé cuidadoso entonces y considéralo como una gran maravilla que debe tratarse con delicadeza, sin convertirlo en fuente de contradicción o en desintegrador de la energía vital.

XVIII.- ACCION Y REACCION DE LA FUERZA

  1. Te expliqué en alguno de los principios: “Cuando encuentres una gran Fuerza, alegría y bondad en tu corazón o cuando te sientas libre y sin contradicciones, inmediatamente agradece a tu dios interior, como si te agradecieras a ti mismo”
  2. Tu dios interior, no es sino esa energía que va tomando unidad en ti por tu trabajo corriente y que va conformando al doble, capaz de acrecentarse con el gran pasaje de la Fuerza y trascender más allá de esta vida. “Agradecer”, significa concentrar los estados de ánimo positivos en este interior radiante, símil de la esfera transparente que conoces. Esto permite asociar los estados positivos con tal representación, de modo que a la inversa (en situaciones desfallecientes), al apelar a idéntica imágen, ésta entregará la “carga” psíquica que le fuera asociada. Como además, esta energía está elevada por el contacto con la Fuerza, su acción trasciende el simple campo de lo mental personal.
  3. Por todo ello, tu dios interno devolverá ampliado en beneficio aquello que le pidieras, siempre que antes hubieras tomado contacto con la Fuerza (gran pasaje) y hubieras acumulado en ti, numerosos estados positivos.
  4. Para que todo lo anterior te resulte aún más claro, agregaré que el no olvidarse del cuerpo, o de sí mismo en la vida cotidiana, puede lograrse progresivamente si la atención al cuerpo es reforzada con esta imágen interna que acabo de mencionarte o por lo menos, con la sensación de existencia de la fuerza en uno mismo.

XIX.- LOS ESTADOS INTERNOS

  1. Debes adquirir ahora suficiente percepción de los distintos estados internos en los que te puedes encontrar.
  2. El primer estado, en el que prima el sin-sentido, aquél que mencionamos al comienzo, es conocido como estado de simple y difusa vitalidad. Todo se orienta por las necesidades, pero éstas son confundidas a menudo con los deseos y las imágenes contradictorias. Allí hay obscuridad y la luz de la razón está muy alejada. Se permanece en ese estado vegetando, perdido entre formas no definidas. Desde ese punto propio del sueño profundo, se puede evolucionar sólo por dos vías posibles: la vía de Muerte o la de Mutación.
  3. La vía de la Muerte te pone en presencia de un paisaje caótico y obscuro. Los antiguos conocieron ese paisaje y casi siempre lo ubicaron “bajo tierra”, en las profundidades abismales. Los instructores también visitaron ese reino para luego “resucitar” en niveles luminosos. Por la vía de la Muerte se reconoce el estado de vitalidad difusa, muriendo entonces a la vida anterior y ascendiendo hacia otro estado.
  4. Llegando a él, se encuentra el refugio de la Regresión. Desde allí se abren dos caminos: el del Remordimiento y aquel otro que sirvió para el ascenso, es decir, el camino de la Muerte. Si tomas el primero es porque tu decisión tiende a romper con tu vida pasada. Si regresas por el camino de la Muerte, destruyes tu posibilidad evolutiva y recaes en los abismos de la Vitalidad difusa.
  5. Ahora bien, te dije que había otro sendero para escapar de la Vitalidad, ése era el de la Mutación. Si eliges esa vía, es porque quieres emerger de tu penoso estado, pero sin estar dispuesto a abandonar algunos de sus beneficios aparentes. Es pues un falso camino, conocido como “Camino de la Mano Izquierda”, tomando la palabra “izquierda” por “torcida”. Muchos monstruos han salido de las profundidades por ese tortuoso pasadizo. Ellos han querido tomar el cielo por asalto, sin abandonar los infiernos y por tanto, han proyectado en el mundo medio infinita contradicción.
  6. Supongo que ascendiendo por el reino de la Muerte y por tu consciente Remordimiento, has llegado ya a la morada de la Tendencia. En ella no puedes descansar mucho tiempo. Dos delgadas cornisas sostienen tu morada: la Conservación y la Frustración. La Conservación es falsa e inestable. Caminando por ella te ilusionas con la idea de permanencia, pero en realidad desciendes velozmente hacia la Vitalidad que habías superado por la Muerte y el Remordimiento. Mala es tu posición en la morada de la Tendencia: o te dejas estar y caes o asumes responsablemente el camino de la Frustración (penoso, pero único-no-falso).
  7. De fracaso en fracaso puedes llegar a la próxima morada, que se llama “la morada del Desvío”. Cuidado con las dos vías que tienes ahora por delante: o tomas el camino de la Resolución, que te lleva a la posada de la Generación o tomas el del Resentimiento, que te hace descender nuevamente hacia el refugio de la Regresión, hacia el refugio del semi-sueño. Allí estás plantado ante el dilema: o te decides por el laberinto de la vida consciente y tomas la Resolución o regresas al laberinto de la vida obscura. Son numerosos los que no habiendo logrado superarse, regresan a los reinos inferiores por el Resentimiento. ¡Desafortunado aquél que llegando penosamente ante el umbral, no pudo franquear la entrada del despertar!
  8. Pero tú has ascendido por la Resolución; te encuentras ahora en el primer albergue de reposo conocido como la “Generación”. Allí tienes tres puertas: una se llama “Caída”, que lleva directamente a la Regresión, otra se llama “Intento” y la tercera, “Degradaciön”, que te lleva directamente a los abismos, sólo que desandando moradas y caminos en este orden: Tendencia, Frustración, Desvío, Resentimiento, Regresión, Muerte, Vitalidad,. No cabe duda que debes escoger la puerta media.
  9. Sube por la escalinata del Intento y llegarás a una cúpula inestable. Desde allí, desplázate por un pasillo estrecho y sinuoso que conocerás Como la Volubilidad, hasta llegar a un espacio amplio y vacío como Una plataforma, que lleva el nombre de “espacio-abierto-de-la-energía”.
  10. En ese espacio puedes espantarte por el paisaje desierto e inmenso y por el aterrador silencio de esa noche transfigurada por enormes estrellas inmóviles. Allí, exactamente sobre tu cabeza, verás clavada sobre el firmamento, la insinuante forma de la Luna Negra. Allí debes esperar a la alborada, paciente y con fe, pues nada malo puede ocurrirte si te mantienes quieto y sin desesperar.
  11. Podría suceder en tal situación, que quisieras por tu propia inventiva, arreglar una salida inmediata de allí. Si tal ocurre, podrías a tientas encaminarte a cualquier lugar con tal de no esperar el día en silencio y fe, pero debes recordar que todo movimiento allí es falso y se llama genéricamente: “Improvisación”. Si olvidándote de lo que ahora te menciono, comenzaras a improvizar movimientos por tu cuenta, ten la certeza de que serías arrastrado por un torbellino entre senderos y moradas hasta el fondo más obscuro de la disolución.
  12. ¡Qué difícil debe ser para ti comprender como los estados internos están encadenados unos a otros! Si vieras qué lógica inflexible tiene la conciencia, advertirías que en estas cosas, quien improvisa a ciegas, fatalmente comienza por la Degradación de la enseñanza, luego surgen en él los sentimientos de Frustración, posteriormente en el Resentimiento y por último llega a la Muerte y al mundo de la Vitalidad, en el que todo es olvido de lo que algún día se alcanzó a percibir.
  13. Si en la explanada alcanzas a percibir el día, surgirá ante tus ojos el radiante sol que habrá de alumbrarte la realidad objetiva. Entonces verás por primera vez, que en todo lo existente vive un Plan.
  14. Es difícil que caigas desde allí una vez que el Plan te fuera revelado, salvo que voluntariamente decidieras descender a los reinos inferiores para beneficio de otros, que deben ser instruídos en estas verdades. En tal caso, descenderás por el Propósito, hasta la morada de la Inestabilidad y desde allí (si ése es tu deseo), bajarás aún por la Fatalidad hasta los niveles que eligieras.
  15. Pero quién habla de bajar, cuando ha consolidado de modo permanente la conciencia de sí, el estado de despierto que ya no se pierde. ¡Quién habla de bajar, cuando se roza el nivel de conciencia creador!
  16. No debo hablar más de estas verdades, porque ellas, sin experiencia, sólo sirven para trasladar al campo de lo imaginario lo efectivamente realizable.
  17. Que te sirva lo dicho hasta aquí, a ti que vienes desde el lejano sin-sentido.
  18. Si lo explicado no te fuera útil, qué podrías objetar o poner por encima de esta enseñanza, si de todas maneras, nada tiene fundamento y razón para tu estado de existencia, próximo a la imágen de un espejo, al sonido de un eco, a la sombra de una sombra.
  19. Por lo contrario, alégrate si ha descendido al mundo de las tinieblas un cabo luminoso. ¡Alégrate!, pero recuerda bien que hemos traído la verdadera palabra de redención que dice: “Sólo tú puedes redimirte”



XX.- LA RELIGION INTERIOR

  1. Repara en mis consideraciones. En ellas no habrás de intuír sino alegóricos fenómenos y paisajes del mundo externo, pero también descripciones reales (no alegóricas) del mundo mental.
  2. Tampoco debes creer que los “lugares” por donde pasas en tu andar, sean los que roza el doble en su separación del cuerpo físico. Semejante confusión hizo a menudo obscurecer a profundas enseñanzas religiosas y así hasta hoy, se cree que “cielos”. “infiernos”, “ángeles”, “demonios”, “monstruos”, “castillos encantados”, “selvas”, “ciudades remotas” y demás, tienen realidad visible para los iluminados. El mismo prejuicio (pero con interpretación inversa), ha hecho presa en los escépticos sin sabiduría, que han tomado esas cosas por “ilusiones” o “alucinaciones” padecidas por mentes afiebradas.
  3. Debo repetirte entonces, que en todo ésto debes comprender que se trata de estados mentales simbolizados por “objetos”, supuestamente existentes en sí mismos. Esto no excluye, sin embargo, que la mente y sobre todo el doble con sus atributos, actúe en el mundo físico.
  4. Considera conmigo como de gran importancia, estos tres puntos: primeramente, los Principios. Su exámen y observancia producirán en ti una nueva forma de vivir. En segundo lugar, la Guía del Camino Interno, que meditada con frecuencia, te impedirá equivocar la dirección en tu desarrollo. Por último, el trabajo con la Fuerza, clave del despertar-adquirido-de-modo-permanente y de la inmortalidad.
  5. Estos tres puntos son pilares sobre los que descansa el maravilloso templo de la Religión Interior. Templo existente en todo ser humano, tantas veces rozado en infatigables búsquedas milenarias, tantas veces presentido en épocas de fe; y tantas veces olvidado en épocas de derrumbe.
  6. Todas las religiones y por cierto también la religión del ateísmo, tienen dos caminos. El camino del Fanatismo (o de la Conservación), lleva a los abismos. El camino del ascenso, lleva al templo de la Religión Interior.
  7. Cuando se habló de las ciudades de los dioses adonde quisieron arribar numerosos héroes de distintos pueblos; cuando se habló de paraísos en que dioses y hombres convivieron en original naturaleza transfigurada; cuando se habló de caídas y de diluvios, se dijo gran verdad.
  8. Luego los redentores trajeron la Palabra y llegaron a nosotros en doble naturaleza (humana y divina), para restablecer aquella nostálgica unidad perdida.
  9. Vuela ya de regreso a las estrellas el héroe de esta edad. Vuela a través de dimensiones antes ignoradas. Vuela sin duda, hacia el templo escondido de la Ciudad de Dios.
  10. Tú, yo y todos nuestros hermanos, divisamos abiertas de par en par, las puertas del templo de la Religión Interior.

jueves, 28 de junio de 2012

LA MIRADA INTERNA. 2

                                  

XII.- LA VIDA COMO LUZ EN CIRCULACION

El día décimo:

  1. Pocos pero importantes fueron mis descubrimientos, que resumo de este modo:
  2. La Fuerza circula por mi cuerpo y ella es realmente mi vida y la de todos los cuerpos animados.
  3. En mi cuerpo existen puntos de control de sus diversas actividades.
  4. Hay diferencias importantes entre el estado de despierto verdadero y los otros estados mentales.
  5. Puede conducirse la Fuerza al punto del real despertar.
  6. La Fuerza se exterioriza como segundo cuerpo o doble.
  7. El doble se disuelve tras la muerte física por las contradicciones internas y la pérdida de conciencia o evoluciona perfeccionando su unidad al romper las contradicciones y ganar en estado de despierto.
  8. La naturaleza de la Fuerza y del doble es la de la luz.
  9. Existe un centro-luminoso-dador-de-vida del que proviene la energía (o Fuerza) de todo lo viviente.
  10. Del centro luminoso proviene la vida y circula en todas las especies vivas, desde las más primitivas hasta el hombre. Sólo en él puede, unificándose (por sus trabajos bondadosos y conscientes), continuar evolucionando luego de la muerte física. En los otros casos, a la disolución del cuerpo corresponde el obscurecimiento de la luz y su transformación en otras escalas animadas de menor conciencia. Esta aparente declinación de la luz es compensada por la reproducción de los seres vivos en su escala y por la ampliación de posibilidades evolutivas en cada ser.
  11. El centro luminoso continúa produciendo luz y la creación sigue desarrollándose.
  12. El doble puede consolidarse por su actividad unitiva o al recibir la Fuerza directamente desde el centro luminoso.
  13. Estas conclusiones me hicieron reconocer en las oraciones de los pueblos antiguos, el germen de una gran verdad que se obscureció en ritos y prácticas externas, no alcanzando ellos a desarrollar la oración interna que realizada con perfección, pone al hombre en contacto con la fuente luminosa.
  14. Finalmente, advertí que “mis descubrimientos” no eran tales, sino que se debían a la revelación interior a la que accede todo aquel que sin contradicciones busca la luz en su propio corazón.

XIII.- LOS PRINCIPIOS

  1. Distinta es la actitud frente a la vida y a las cosas cuando la revelación interna hiere como el rayo.
  2. Siguiendo los pasos lentamente, meditando lo dicho y por decir aún, puedes convertir el sin-sentido en el sentido.
  3. No es indiferente ya lo que hagas con tu vida. Tu vida, sometida a leyes, está expuesta ante posibilidades que puedes escoger.
  4. Yo no te hablo de libertad, te hablo de liberación, de movimiento, de proceso. No te hablo de libertad como algo quieto, sino de liberarse paso a paso como se va liberando del necesario camino recorrido, el que se acerca a su ciudad.
  5. Entonces, “lo que se debe hacer” no depende de una moral lejana, incomprensible y convencional, sino de leyes: leyes de vida, de luz, de evolución.
  6. He aquí los llamados “Principios” que debes observar si quieres ponerte en resonancia viva con todo el Universo del que eres su símbolo y su imagen.
  7. Ir contra la evolución de las cosas es ir contra uno mismo.
  8. Cuando fuerzas algo hacia un fin, produces lo contrario.
  9. No te opongas a una gran fuerza, retrocede hasta que ella se debilite, entonces avanza con resolución.
  10. Las cosas están bien cuando marchan en conjunto, no aisladamente.
  11. Las cosas están bien cuando marchan al mismo tiempo, no cuando unas se adelantan y otras se retrasan.
  12. Si para ti están bien el día y la noche, el verano y el invierno, has superado las contradicciones.
  13. Si persigues el placer, te encadenas al sufrimiento. Pero en tanto no perjudiques tu salud, goza sin inhibición cuando la oportunidad se presente. De ese modo te liberas.
  14. Si persigues un fin, te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas.
  15. Harás desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su última raíz, no cuando quieras resolverlos.
  16. Cuando perjudicas a los demás quedas encadenado, pero si no perjudicas a otros puedes hacer cuanto quieras con libertad. Cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas.
  17. No importa en qué bando te hayan puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que tú no has elegido ningún bando. Sea cualquiera tu posición, tu opinión o tu bando, allí no está la verdad completa, sino el ensueño. La verdad completa y la libertad surgen cuando adviertes que tu posición, opinión y bando son para ti, ensueños.
  18. Cada uno de tus actos crea contradicción o unión en ti. La contradicción y la unión se acumulan como se acumulan los actos en la memoria. De esta manera, por tus actos repetidos en una u otra dirección, se hará más fácil un sendero y más difícil otro. Pero no sólo ésto, ya que cuenta además, la importancia o gravedad que tiene cada acto que efectúes. Uno o muchos pequeños actos unitivos, no compensan a una gran contradicción.
  19. Cuando encuentres una gran fuerza, alegría y bondad en tu corazón o cuando te sientas libre y sin contradicciones, agradece a tu dios interior como si te agradecieras a ti mismo. Cuando te suceda lo contrario, pídele con fe y ese agradecimiento que acumulaste en tu interior, volverá convertido y ampliado en beneficio. Pero no puedes pedir a tu dios si antes no has tomado contacto con él, al despertar la Fuerza y al entregarle alegremente tu bondad. Cuanto mayor sea tu agradecimiento, mayor beneficio volverá cuando sea necesario. De este modo sencillo, llegarás a experimentar que tu inmortalidad y evolución dependen del crecimiento de tu dios interior.
  20. Jamás pidas a tu dios interno algo que se oponga a estos Principios, porque te dará de acuerdo a tu pedido (y tanto más, si es grande tu fuerza acumulada) y entonces, empezarás a encadenarte tú mismo.





XIV LA GUIA DEL CAMINO INTERNO

  1. Únicamente si has comprendido lo explicado hasta aquí, estás en condiciones de liberar la fuerza. Si no has entendido cabalmente los últimos puntos que, además, deberían convertirse en tu manera cotidiana de encarar la vida, conviene que los medites hasta que se te hagan claros y practicables. Si luego de largas y pacientes meditaciones te siguieran resultando obscuros, busca a aquellos que te preceden en el camino para que te ayuden en tu evolución del modo en que tú ayudarías a otros con menos experiencia, si te vinieran en consulta.
  2. Ahora sigue con atención lo que voy a explicarte, ya que se trata del modo de operar, necesario para producir el Gran Pasaje de la Fuerza.
  3. Recógete con sencillez en un lugar apartado de todo bullicio y junto a algún otro que te resulte afín y esté hermanado contigo en estas verdades. Lee en voz alta repitiendo hasta comprender el significado de esta relación, conocida como la “Guía del Camino Interno”.
  4. “Por el Camino Interno puedes andar obscurecido o luminoso.
    Atiende a las dos vías que se abren ante ti.
    Si dejas que tu ser se lance hacia regiones obscuras, tu cuerpo gana la batalla y él domina.
    Entonces brotarán sensaciones y apariencias de espíritus, de fuerzas, de recuerdos.
    Por allí se desciende más y más.
    Allí están el Odio, la Venganza, la Extrañeza, la Posesión, los Celos, el Deseo de Permanecer.
    Si desciendes aún más, te invadirán la Frustración, el Resentimiento y todos aquellos ensueños y deseos que han provocado ruina y muerte a la humanidad.
    No elijas esa senda que está arreglada con seducción como una trampa.
    Si en cambio, impulsas a tu ser en dirección luminosa, encontrarás resistencia y fatiga a cada paso.
    Esta fatiga del ascenso tiene culpables: tu vida pesa, tus recuerdos pesan, tus acciones anteriores impiden el ascenso.
    Esta escalada es difícil por la acción de tu cuerpo, que tiende a dominar.
    Él debe ser observado y tu mente volar hacia espacios luminosos.
    En los pasos del ascenso, se encuentran regiones extrañas de colores puros y de sonidos no conocidos.
    No huyas de la purificación que actúa como el fuego y que horroriza con sus fantasmas.
    Rechaza el sobresalto y el descorazonamiento.
    Rechaza el deseo de huir hacia regiones bajas y seguras.
    Rechaza el apego a los recuerdos.
    Queda en libertad interior con indiferencia hacia el ensueño del Paisaje, con resolución en el ascenso.
    La luz pura clarea en las cumbres de la gran cadena montañosa y las aguas de los-mil-colores bajan entre melodías irreconocibles hacia mesetas y praderas cristalinas.
    No temas la presión-de-la-luz que te aleja de su centro cada vez más fuertemente.
    Cuando en la gran cadena montañosa encuentres la ciudad escondida, debes conocer la entrada.
    A ella llegarás en el momento en que tu vida sea transformada.
    Sus enormes murallas están escritas en figuras, están escritas en colores, están sentidas.
    En esa ciudad se guarda lo hecho y lo por hacer.
    Pero a tu ojo interno es opaco lo transparente.
    Los muros te son impenetrables.
    Toma la Fuerza de la ciudad escondida y vuelve al mundo de la vida densa con tu frente y tus manos luminosas”.

XV EL GRAN PASAJE DE LA FUERZA

  1. Si luego de repetir la Guía del Camino Interno, te fuera incomprensible su significado, trata de compartir el “clima” mental que se trasunta en ella. La preparación para seguir adelante, se efectúa por comprensión del simbolismo o por percepción de su “clima”.
  2. Compenétrate fuertemente de lo que entiendas o, según el caso, de lo que sientas y entonces imagina una esfera transparente y luminosa que bajando hacia ti, termina por alojarse en tu corazón. Reconocerás al momento que la esfera deja de aparecerse como imagen para transformarse en sensación dentro de tu pecho.
  3. Observa cómo la sensación de la esfera se expande lentamente desde tu corazón hacia afuera del cuerpo, al tiempo que tu respiración se hace más amplia y profunda.
  4. Si no cuidas lo que te digo ahora, serás superado por la fuerza y en lugar de controlarla, caerás en “trance”, en una hipnosis tan estúpida como aquella que se manifiesta en cualquier medium.
  5. Observa mentalmente la posición que tiene tu cuerpo al mismo tiempo que sientes la expansión de la esfera. No olvides en ningún momento la posición de tu cuerpo. No trates tampoco de poner tu atención en la respiración… Deja que ella actúe por sí sola.
  6. Debo repetirte ésto, que es importante: tu atención en tales momentos, debe estar en la sensación de la esfera que se expande y al mismo tiempo, en la posición de tu cuerpo. Si no puedes lograr ésto, conviene que te detengas hasta irlo logrando con el tiempo. Pero en ningún caso eludas lo que te digo, bajo peligro de ser arrastrado hacia lo crepuscular, hacia lo obscuro, hacia el trance.
  7. Si has hecho todo con corrección, pureza interna y sin sobresalto, comenzarás a experimentar el gran pasaje de la Fuerza. Tus brazos y piernas han de empezar a “electrificarse”. Luego, todo el cuerpo recibirá ondulaciones progresivas que Tenderán a moverlo convulsivamente… Debes impedir tal cosa, incorporándote, abriendo bien los ojos y caminando hasta que la Fuerza se diluya.
  8. Si en lugar de esa violencia percibes el gran pasaje como simple ondulación, repara que al poco tiempo empiezan a liberarse todo tipo de emociones confusas y contradictorias, sin tu dirección. Esto último no debe ocurrir… Has de impedirlo como en el caso anterior.
  9. Si dominas la ondulación y tus emociones no son ya contradictorias, aunque se manifiesten con vigor, puedes continuar, pero entonces repara en las imágenes, en los recuerdos y fantasías que empezarán a luchar entre sí para, atropelladamente, ganar tu conciencia. Debes impedir tal cosa del modo conocido.
  10. Si controlas ya tu cuerpo, tus emociones y tus imágenes, entonces puedes dejar que se produzca el gran pasaje de la Fuerza. Comenzarás a percibir la Luz y nuevos colores y sonidos, pero que no te poseerán sino que serán controlados por ti. Entonces, comprobarás cómo tu conciencia se amplía y cómo la Fuerza aumenta en ti más y más, realizándose el Contacto con la Fuente-de-Luz.
  11. Cuando la experimentación del gran pasaje se te haga excesiva o intolerable, debes terminar con ese estado imaginando que la esfera se contrae y luego sale de ti hacia las alturas, brillante y transparente como lo fuera al comenzar con todo aquello. Sabes, además, que existe el otro procedimiento más drástico, pero sólo aconsejado para cuando está por perderse el control.
  12. Ahora comprenderás por qué te recomendé antes de iniciar ésto, que te rodearas de algún otro, hermanado contigo en estas verdades. Si alguien experimentara descontrol, es deber del otro sacarlo de ese estado. Mejor será en todo caso, que trabajen varios y no sólo dos en el gran pasaje de la Fuerza. De otro modo, unos pocos pueden caer en el estúpido trance hipnótico, cuyo mayor peligro radica en grabar pésimas experiencias que luego resultan difíciles de erradicar, ocurriendo como ocurren en dirección opuesta a la conciencia de sí. Esa conciencia opuesta recibe el nombre de “crepuscular”, que la revela a la perfección. Debes reconocer en el campo de lo crepuscular a la hipnosis, la mediumnidad, la acción de drogas y en general, a todo fenómeno que produce el gran pasaje sobrepasando el control de la conciencia clara y en ascenso. Casi todas las experiencias “extrasensoriales” y aún las de proyección del doble, se producen desde lo crepuscular. Desconfía de tales manifestaciones y considéralas como las “tentaciones” que sufrieron los santos en su evolución, según cuentan las leyendas.
  13. Todas las prácticas “mágicas”, ascéticas o religiosas que alteren los sentidos, van en dirección crepuscular.
  14. Ahora bien, si has trabajado observando cuidadosamente lo recomendado, puede suceder no obstante, que no hayas producido el gran pasaje. Eso será síntoma de que te falta unidad interna. De todas maneras, vuelve sobre ésto, hasta que con el tiempo puedas lograrlo.
  15. Sea que hayas efectuado o no el gran pasaje, tales trabajos te está permitido realizarlos una sola vez en cada mes, el mismo día y a la misma hora.
  16. Termino con ésto: a medida que avances, experimentarás la Fuerza como algo que crece en ti, que te da unidad y que te liga a otro plano con el que están conectados también otros que como tú, construyen para esta vida y para después de ella. Reconocerás algún día la luz y la hermandad de la luz. Reconocerás Que esta hermandad tiene su templo no en lugar físico alguno, Sino en un plano mental del que participan aquellos que trabajan para sí y para despertar a todo el género humano.
  17. Sea como fuere, no debes tomar por cierto algo que no puedes experimentar todavía. Bastante perjuicio ha causado a la humanidad la creencia sin experiencia y el dogma que obscureció la sabiduría que legaron los grandes instructores. Bastante horror y explotación ha sido para el mundo, la existencia de castas sacerdotales, que se apoderaron de medias-verdades para imponerse.
Continua...
Ver LA MIRADA INTERNA 1  http://sanacionemocionalbioenergetica.blogspot.com.es/2012/06/la-mirada-interna-1.html
 La mirada interna 3 http://sanacionemocionalbioenergetica.blogspot.com.es/2012/06/la-mirada-interna-3.HTML

CURSO DE MILAGROS- DIA 180 capitulo y leccion




LECCIÓN 180

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

1. (169) Por la gracia vivo. 2Porla gracia soy liberado.

3Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

2. (170) En Dios no hay crueldad ni en mí tampoco.

2Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

miércoles, 27 de junio de 2012

CURSO DE MILAGROS- DIA 179 capitulo y leccion


Capítulo 16

EL PERDÓN DE LAS ILUSIONES

I. La verdadera empatía

1. Sentir empatía no significa que debas unirte al sufrimiento, pues el sufrimiento es precisamente lo que debes negarte a com­prender. 2Unirse al sufrimiento de otro es la interpretación que el ego hace de la empatía, de la cual siempre se vale para entablar relaciones especiales en las que el sufrimiento se comparte. 3La capacidad de sentir empatía le es muy útil al Espíritu Santo, siem­pre que permitas que Él la use a Su manera. 4La manera en que Él la usa es muy diferente. 5Él no comprende el sufrimiento, y Su deseo es que enseñes que no es comprensible.. 6Cuando se rela­ciona a través de ti, Él no se relaciona con otro ego a través del tuyo. 7No se une en el dolor, pues comprende que curar el dolor no se logra con intentos ilusorios de unirte a él y de aliviarlo com­partiendo el desvarío.

2. La prueba más clara de que la empatía, tal como el ego la usa, es destructiva, reside en el hecho de que sólo se aplica a un deter­minado tipo de problemas y a ciertos individuos. 2Él mismo los selecciona y se une a ellos. 3Pero nunca se une a nada, excepto para fortalecerse a sí mismo. 4Al haberse identificado con lo que cree entender, el ego se ve a sí mismo y procura expandirse com­partiendo lo que es como él. 5No dejes que esta maniobra te engañe, aEl ego siempre utiliza la empatía para debilitar, y debili­tar es atacar. 6Tú no sabes lo que es la empatía. 7Pero de esto puedes estar seguro: sólo con que te sentases calmadamente y permitieses que el Espíritu Santo se relacionase a través de ti, sentirías empatía por la fortaleza, y, de este modo, tu fortaleza aumentaría, y no tu debilidad.

3. Tu papel consiste únicamente en recordar esto: no quieres que nada que tú consideres valioso sea lo que tiene lugar en una rela­ción. 2No decides hacer nada a tu manera para deteriorarlas o para crear armonía en ellas. 3No sabes lo que es curar. 4Todo lo que has aprendido acerca de la empatía procede del pasado. 5Y no hay nada del pasado que desees compartir, pues no hay nada del pasado que desees conservar. 6No te valgas de la empatía para otorgarle realidad al pasado y así perpetuarlo. 7Hazte a un lado tranquilamente y deja que la curación se lleve a cabo por ti. 8Mantén un solo pensamiento en la mente y no lo pierdas de vista, por muy grande que sea la tentación de juzgar cualquier situación, y de determinar tu reacción basándote en los juicios que has hecho de la misma. 9Concentra tu mente sólo en esto:

10No estoy solo, y no quiero imponer el pasado a mi Invitado.

11Lo invité y Él está aquí.

12No tengo que hacer nada, excepto no interferir.

4. La verdadera empatía procede de Aquel que sabe lo que es. 2Tú aprenderás a hacer la misma interpretación que Él hace de ella si le permites que se valga de tu capacidad para ser fuerte y no débil. 3Él no te abandonará, pero asegúrate de que tú no lo abandonas a Él. 4La humildad es fuerza sólo en este sentido: reconocer y aceptar el hecho de que no sabes, es reconocer y aceptar el hecho de que Él sí sabe. 5No estás seguro de que Él desempeñará Su función porque tú nunca has desempeñado la tuya completamente. 6Es imposible que sepas cómo responder a lo que no comprendes. 7No caigas en esta tentación ni sucumbas al uso triunfante que el ego hace de la empatía para su propia vanagloria.

5. El triunfo de la debilidad no es lo que deseas ofrecerle a un hermano. 2Sin embargo, no reconoces otro triunfo que ése. 3Eso no es conocimiento, y la forma de empatía que suscitaría es tan distorsionada, que no haría sino aprisionar lo que quiere liberar. 4Los que no han sido redimidos no pueden redimir, sin embargo, tienen un Redentor. 5No trates de ser Su maestro. 6Tú eres el estu­diante. aÉl, el Maestro. 7No confundas tu papel con el Suyo, pues eso nunca le brindará paz a nadie. 8Ofrécele tu capacidad de sen­tir empatía, pues lo que deseas compartir es Su percepción y Su fortaleza. 9Y permite que Él te ofrezca Su fortaleza y Su percep­ción, para que puedan ser compartidas a través de ti.

6. El significado del amor se pierde en cualquier relación: que vaya en busca de la debilidad y espere encontrar amor en ella. 2El poder del amor, que es su significado, radica en la fuerza de Dios que se cierne sobre ella y que la bendice silenciosamente al envol­verla en sus alas sanadoras. 3No intervengas en esto, ni trates de reemplazarlo con un "milagro" tuyo. 4He dicho que si un her­mano te pide que hagas algo que a ti te parece absurdo, que lo hagas. 5Pero ten por seguro que esto no significa que tengas que hacer algo que pudiese ocasionarte daño a ti o a él, pues lo que le hace daño a uno, le hará daño al otro. 6Las peticiones absurdas son absurdas sencillamente porque son conflictivas, ya que siem­pre contienen ciertos elementos del deseo de ser especial. 7Sólo el Espíritu Santo reconoce las necesidades absurdas así como las rea­les. 8Y Él te enseñará cómo satisfacer las dos sin que ninguna quede excluida.

7. Tú intentarás hacer esto únicamente en secreto. 2Y pensarás que al satisfacer las necesidades de uno, el otro no se ve afectado por­que los mantienes separados y ocultos el uno del otro. 3No es ése el camino que debes seguir, pues no conduce ni a la verdad ni a la vida. 4Ninguna necesidad quedará insatisfecha por mucho tiempo si la pones en manos de Aquel Cuya función es satisfa­cerla. 5Ésa es Su función, no la tuya. 6Él no satisfará ninguna nece­sidad en secreto, pues quiere compartir todo lo que des a través de Él. 7Por eso es por lo que lo da. 8Lo que tú das a través de Él es para toda la Filiación, no sólo para una parte de ella. 9Deja Su función en Sus manos, pues Él la llevará a cabo sólo con que lo invites a formar parte de tus relaciones y a bendecirlas por ti.

LECCIÓN 179

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

1. (167) Sólo hay una vida, y ésa es la vida que comparto con Dios.

2Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.

2. (168) Tu gracia me es dada. 2La reclamo ahora.

3Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.