I.- LA
REVELACION INTERIOR
- Aquí se cuenta cómo al
sin-sentido de la vida se lo convierte en sentido y plenitud.
- Aquí hay alegría; amor al
cuerpo, a la naturaleza, a la humanidad y al espíritu
- Aquí se reniega de los
sacrificios, del sentimiento de culpa y de las amenazas de ultratumba.
- Aquí no se opone lo terreno a
lo eterno.
- Aquí se habla de la revelación
interior, a la que llega todo aquel que cuidadosamente medita en humilde
búsqueda.
- Sé cómo te sientes porque a tu
estado puedo experimentarlo, pero tú no sabes cómo se experimenta lo que
digo. Por consiguiente, si te hablo con desinterés de aquello que hace
feliz y libre al ser humano, vale la pena que intentes comprender.
- No pienses que vas a comprender
discutiendo conmigo. Si crees que contrariando ésto, tu entendimiento se
aclara, puedes hacerlo, pero no es ese el camino que corresponde en este
caso.
- Si me preguntas cuál es la
actitud que conviene, te diré que es la de meditar en profundidad y sin
apuro lo que te explico aquí.
- Si replicas que tienes cosas
más urgentes de qué ocuparte, responderé que siendo tu deseo dormir o morir,
no haré nada para oponerme.
- No argumentes tampoco que te
desagrada mi modo de presentar las cosas, porque eso no lo dices de la
cáscara cuando te agrada el fruto. Expongo del modo que me parece
conveniente, no del que fuera deseable para quienes aspiran a cosas
alejadas de la verdad interior.
- En muchos días descubrí esta
gran paradoja: aquellos que llevaron el fracaso en su corazón, pudieron
alumbrar el último triunfo; aquellos que se sintieron triunfadores,
quedaron en el camino como vegetales de vida difusa y apagada.
- En muchos días llegué yo a la
luz desde las obscuridades más obscuras, guiado no por enseñanza, sino por
meditación.
Así, me dije el primer día:
- No hay sentido en la vida si
todo termina con la muerte.
- Toda justificación de las
acciones, sean éstas despreciables o excelentes, es siempre un nuevo sueño
que deja el vacío por delante.
- Dios es algo no seguro.
- La fe es tan variable como la
razón y el sueño.
- “Lo que uno debe hacer”, puede
discutirse totalmente y nada viene definitivamente en apoyo de las
explicaciones.
- “La responsabilidad” del que se
compromete con algo, no es mayor que la responsabilidad de aquel que no se
compromete.
- Me muevo según mis intereses y esto
no me convierte en cobarde, pero tampoco en héroe.
- “Mis intereses”, no justifican
ni desacreditan nada.
- “Mis razones”, no son mejores
ni peores que las razones de los otros.
- La crueldad me horroriza, pero
no por ello y en sí misma, es mejor o peor que la bondad.
- Lo dicho hoy por mí o por
otros, no vale mañana.
- Morir no es mejor que vivir o
no haber nacido, pero tampoco es peor.
- Descubrí, no por enseñanza,
sino por experiencia y meditación, que no hay sentido en la vida si todo
termina con la muerte.
El día
segundo:
- Todo lo que hago, siento y
pienso, no depende de mí.
- Soy variable y dependo de la
acción del medio. Cuando quiero cambiar al medio o a “mi yo”, es el medio
el que me cambia. Entonces busco la ciudad o la naturaleza o la redención
social o una nueva lucha que justifique mi existencia… En cada uno de esos
casos, el medio me lleva a decidir por una u otra actitud. De tal manera,
mis intereses y el medio, aquí me dejan.
- Digo entonces que no importa
qué o quién decide. Digo en esas ocasiones, que tengo que vivir, ya que
estoy en situación de vivir. Digo todo ésto, pero no hay nada que lo
justifique. Puedo decidirme o vacilar o permanecer. De todas maneras, Una
cosa es mejor que otra provisoriamente, pero no hay “ mejor” ni “peor”, en
definitiva.
- Si alguien me dice que aquel
que no come muere, le responderé que así es en efecto y que está obligado
a comer aguijoneado por sus necesidades, pero no agregaré a ésto que su
lucha por comer justifica su existencia. Tampoco diré que éso sea malo.
Diré con sencillez que se trata de un hecho individual o colectivamente
necesario para la subsistencia, pero sin sentido en el momento en que se
pierde la última batalla. Diré además, que me solidarizo con la lucha del
pobre y del Explotado y del perseguido. Diré que me siento realizado con
tal identificación, pero comprenderé que nada justifica nada.
El día
tercero:
- A veces me he adelantado a
hechos que luego sucedieron.
- A veces he captado un
pensamiento lejano.
- A veces he descrito lugares que
nunca visité.
- A veces he contado con
exactitud lo sucedido en mi ausencia.
- A veces una alegría inmensa me
ha sobrecogido.
- A veces una comprensión total
me ha invadido.
- A veces una comunión perfecta
con todo me ha extasiado y un amor total me ha sobrepasado.
- A veces he roto mis ensueños y
he visto la realidad de un modo nuevo.
- A veces he reconocido como
visto nuevamente algo que veía por primera vez.
- Y todo ello me ha dado que
pensar. Buena cuenta me doy que sin estas experiencias, no podría haber
salido del sin-sentido.
El día
cuarto:
- No puedo tomar por real lo que
veo en mis sueños. Tampoco, lo que veo en semisueño. Tampoco, lo que veo
despierto, pero ensoñando.
- Puedo tomar por real lo que veo
despierto y sin ensueño. Aún más: rara vez percibo lo real de un modo
nuevo y entonces comprendo que lo visto normalmente, se parece al sueño o
al semisueño.
- Hay una forma real de estar
despierto, que no es la que vivo diariamente cuando digo: “Estoy despierto”.
- La forma real de estar
despierto es la que me ha llevado a meditar profundamente sobre lo dicho
hasta aquí y es, además, la que me abrió la puerta para descubrir el
sentido de todo lo existente.
VII.-
PRESENCIA DE LA FUERZA
El día
quinto:
- Cuando estaba realmente
despierto, iba escalando de comprensión en comprensión.
- Cuando estaba realmente
despierto y me faltaba vigor para continuar el ascenso, podía extraer la
Fuerza de mí mismo. Ahora bien, toda la Fuerza de mi ser estaba en mi
cuerpo. Toda la energía estaba hasta en las más pequeñas células de mi
cuerpo. Ella era más veloz e intensa que la sangre.
- Descubrí que la energía se
concentraba en los puntos de mi cuerpo cuando éstos actuaban y se
ausentaba cuando cuando en ellos no había acción.
- Durante las enfermedades, la
energía faltaba o se acumulaba excesivamente en los puntos afectados. Pero
si lograba restablecer el pasaje normal de la energía, muchas enfermedades
comenzaban a retroceder.
- Algunos pueblos conocieron ésto
y actuaron reestableciendo la energía mediante agujas o procedimientos hoy
extraños a nosotros.
- Algunos pueblos conocieron ésto
y actuaron comunicando esa energía de unos a otros y se produjeron
“iluminaciones” de comprensión y hasta “milagros” físicos.
El día
sexto:
- Hay una forma de dirigir y
concentrar la Fuerza que circula por el cuerpo.
- Hay puntos de control en el
cuerpo. De ellos depende lo que conocemos como: movimiento, emoción e
idea. Cuando la energía actúa en esos puntos, se producen las
manifestaciones motrices, emotivas e intelectuales.
- Según la energía actúe más
interna o superficialmente en el cuerpo, surgen el sueño profundo, el
semisueño o el estado de despierto… Seguramente, las aureolas que rodean
el cuerpo o la cabeza de los santos (de los grandes despiertos) en las
pinturas de las religiones, aluden a ese fenómeno de la energía, que en
ocasiones se manifiesta más externamente.
- Hay un punto de control del
estar-despierto-verdadero y hay una forma de llevar la Fuerza hasta ese
punto.
- Cuando se lleva la energía
hacia ese punto, todos los otros puntos de control se mueven
alteradamente.
- Al ver ésto y lanzar la Fuerza
a ese punto superior, todo mi cuerpo sintió el impacto de esa energía
enorme y ella golpeó fuertemente en mi conciencia y ascendí de comprensión
en comprensión. Pero también observé que podía bajar hacia las
profundidades de la mente si perdía el control de la energía. Recordé
entonces, las leyendas sobre los “cielos” y los “infiernos” y vi la línea
divisoria entre ambos estados mentales.
El día
séptimo:
- Esta energía en movimiento
podía independizarse del cuerpo, manteniendo su unidad.
- Esta energía unida era
realmente un segundo cuerpo, de la naturaleza de la luz. Entonces, recordé
las leyendas sobre los fantasmas, sobre el alma y sobre el espíritu.
- La energía, ya como segundo
cuerpo separado de su base corporal física, o se disolvía por falta de
unidad interna o bien evolucionaba hacia una unidad mayor.
- La disolución era acorde con la
pérdida de conciencia y la evolución con el ascenso o aumento de
conciencia.
- Los “fantasmas” y “espíritus”
de algunos pueblos o de algunos adivinos, no eran sino los propios dobles
de las personas que se sentían “tomadas” por ellos. Como su estado mental
estaba obscurecido (en trance o éxtasis) por haber perdido conciencia y
control de la Fuerza, se sentían manejados por seres extraños, que a veces
producían fenómenos notables. Sin duda que muchos “endemoniados” sufrieron
tales efectos.
- Lo decisivo era entonces, el
control consciente de la Fuerza. Esto variaba por completo tanto mi
concepción de la vida corriente como de la vida posterior a la muerte.
- Mediante estos pensamientos y
experiencias fuí perdiendo fe en la muerte y desde entonces no creo en
ella, como no creo en el sin-sentido de la vida.
El día
octavo:
- La real importancia de la vida
despierta y consciente, se me hizo patente.
- La real importancia de destruír
las contradicciones internas, me convenció.
- La real importancia de manejar
la Fuerza y consolidarla como segundo cuerpo (o doble), para más allá de
esta vida, me llenó de sentido.
El día
noveno:
- En la fuerza del doble estaba
la luz original que provenía de un centro.
- En la disolución de un doble
había un alejamiento del centro y en la unificación y evolución del doble,
una aproximación hacia el centro luminoso.
- No me extrañó encontrar en
antiguos pueblos la devoción por el dios-sol y vi que si algunos adoraron
al astro porque daba vida a su tierra y a la naturaleza, otros advirtieron
en ese cuerpo majestuoso el símbolo de una realidad mayor. Otros fueron
más lejos aún y recibieron de ese centro incontables dones que a veces
“descendieron” como lenguas de fuego sobre los inspirados, a veces como
esferas luminosas que llegaron desde el cielo; a veces como zarzas
ardientes que se presentaron ante el temeroso creyente.
http://sanacionemocionalbioenergetica.blogspot.com.es/2012/06/la-mirada-interna-2.html
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