VII. Cómo compartir la percepción del Espíritu Santo
1. ¿Qué deseas? 2Pues en tus manos está
poder disponer de la luz o de la oscuridad, del conocimiento o de la
ignorancia, pero no de ambas alternativas a la vez. 3Los opuestos
deben ponerse uno al lado del otro en vez de mantenerse separados. 4Pues
su separación sólo existe en tu mente, y, al igual que tú, se reconcilian al
unirse. 5En la unión todo lo que no es real inevitablemente desaparece,
pues la verdad es unión. 6De la misma manera en que la
oscuridad desaparece ante la luz, de igual modo la ignorancia se desvanece
cuando alborea el conocimiento. 7La percepción es el medio a través
del cual se lleva la ignorancia ante el conocimiento. 8La percepción,
no obstante, tiene que estar desprovista de engaño, pues de otra manera se
convierte en el mensajero de la ignorancia en vez de en un ayudante en la
búsqueda de la verdad.
2. La búsqueda de la verdad no es más que un honesto
examen de todo lo que la obstaculiza. 2La verdad simplemente es. 3No
se puede perder, buscar ni encontrar. 4Está dondequiera que estés,
pues está en tu interior. 5Aun así, puedes reconocerla o pasarla por
alto, o bien puede ser real o falsa para ti. 6Si la ocultas, se
vuelve irreal para ti por haberla ocultado y haberla revestido de miedo. 7La
verdad yace oculta bajo cada piedra angular de miedo sobre la que has erigido
tu demente sistema de creencias. 8Pero no puedes saber esto, pues al
ocultar la verdad en el miedo, no ves razón alguna para creer que mientras más
mires de frente al miedo menos lo verás y más claro se hará lo que oculta.
3. Es imposible convencer a los que no saben de que
saben. 2Desde su punto de vista no es verdad que sepan. 3Pero
como Dios lo sabe, es verdad. 4Éstos son puntos de vista claramente
opuestos acerca de la realidad de los que "no saben". 5Para
Dios, no saber es algo imposible. 6No saber, por lo tanto, no es un
punto de vista, sino simplemente una creencia en algo que no existe. 7Lo
único que les ocurre a los que no saben es que abrigan esa creencia, y debido
a ello, se equivocan con respecto a sí mismos. 8Se han definido a sí
mismos de manera diferente de como fueron creados. 9Su creación no
fue un punto de vista, sino una certeza. 10Cuando la incertidumbre
se lleva ante la certeza, se abandona toda convicción de que sea real.
4. Hemos estado haciendo hincapié en el hecho de que
lo indeseable debe llevarse ante lo deseable, y lo que no se desea ante lo que
se desea. 2Te darás cuenta de que ésta es la manera de alcanzar la
salvación si te detienes a considerar lo que es la disociación. 3La
disociación es un proceso de pensamiento distorsionado, en el que se abrigan
dos sistemas de creencias que no pueden coexistir. 4Si se pone uno
al lado del otro, resulta imposible aceptarlos a los dos. 5Pero si
uno de ellos se mantiene oculto del otro, su separación parece mantenerlos
vigentes a los dos y hace que parezcan ser igualmente reales. 6Poner
uno al lado del otro, por lo tanto, se convierte en motivo de miedo, pues si
haces eso, no podrás por menos que dejar de aceptar uno de ellos. 7No
puedes quedarte con los dos, pues cada uno supone la negación del otro. 8Si
se mantienen separados, este hecho se pierde de vista, pues al estar entonces
en lugares diferentes es posible creer firmemente en los dos. 9Ponlos
uno al lado del otro, y su absoluta incompatibilidad resultará evidente de
inmediato. 10Uno de ellos tiene que desaparecer porque el otro se
ve en el mismo lugar.
5. Cuando una mente cree en la oscuridad y se niega
a abandonarla, la luz no puede entrar. 2La verdad no lucha contra
la ignorancia, ni el amor ataca al miedo. 3Lo que no necesita
protección no tiene necesidad de defenderse a sí mismo. 4Las
defensas son invenciones tuyas. 5Dios las desconoce. 6El
Espíritu Santo las usa en favor de la verdad sólo porque tú las inventaste
contra ella. 7La percepción que de acuerdo con Sus propósitos Él
tiene de ellas, simplemente las transforma en una llamada a lo que has atacado
con ellas. 8Las defensas, al igual que todo lo demás que has
inventado, tienen que ser transformadas dulcemente en algo beneficioso para ti
y ser reinterpretadas por el Espíritu Santo de medios de auto-destrucción a
medios de conservación y liberación. 9La tarea del Espíritu Santo
es imponente, pero el poder de Dios está con Él. 10Llevar a cabo esa
tarea, por lo tanto, es algo tan fácil para Él, que se logró en el mismo
instante en que se le dio para ti. 11No demores tu retorno a la paz
preguntándote cómo va a poder Él llevar a cabo lo que Dios le encomendó. 12Deja
eso en manos de Uno que sabe. 13No se te pide que lleves a cabo
tareas de tal magnitud. 14Se te pide únicamente que hagas lo poco
que Él sugiere, confiando tan sólo en que, si Él te lo pide, tú lo puedes
hacer. 15Verás cuán fácilmente puedes llevar a cabo todo lo que Él
te pida.
6. El Espíritu Santo sólo te pide esto: que lleves
ante Él todos los secretos que le hayas ocultado. 2Ábrele todas las
puertas y pídele que entre en la oscuridad y la desvanezca con Su luz. 3Si
lo invitas, Él entrará gustosamente. 4Y llevará la luz a la
oscuridad si le franqueas la entrada a ella. 5Pero Él no puede ver
lo que mantienes oculto. 6Él ve por ti, pero a menos que tú mires
con Él, Él no puede ver. 7La visión de Cristo no es sólo para Él,
sino para ti y para Él. 8Llévale, por lo tanto, todos tus
pensamientos tenebrosos y secretos, y contémplalos con Él. 9Él
abriga la luz y tú la oscuridad. 10Ambas cosas no pueden coexistir
cuando las contempláis juntos. 11Su juicio prevalecerá, y Él te lo
ofrecerá cuando unas tu percepción a la Suya.
7. Uniéndote a Su manera de ver es como aprendes a
compartir con Él la interpretación de la percepción que conduce al conocimiento.
2Por tu cuenta no puedes ver. 3Compartir la percepción
con Aquel que Dios te ha dado te enseña a reconocer lo que ves. 4Es
el reconocimiento de que ninguna cosa que ves significa nada por sí sola. 5Ver
con Él te mostrará que todo significado, incluyendo el tuyo, no procede de una
visión doble, sino de la dulce fusión de todas las cosas en un solo
significado, una sola emoción y un solo propósito 6Dios tiene un
solo Propósito, y lo comparte contigo. 7La única visión que el
Espíritu Santo te ofrece brindará esta unicidad a tu mente con una claridad y
una luminosidad tan intensas que por nada del mundo dejarías de aceptar lo que
Dios quiere que tengas. 8Contempla tu voluntad, y acepta que es la
Suya, y que todo Su Amor es tuyo. 9¡Que todo honor se te rinda a ti
a través del Espíritu Santo, y, a través de Él, a Dios!
LECCIÓN 158
Hoy aprendo a dar tal como recibo.
1. ¿Qué se te ha dado? 2Se te ha dado el conocimiento de
que eres una mente, de que te encuentras en una Mente y de que no eres sino
mente, por siempre libre de pecado y totalmente exento de miedo al haber sido
creado del Amor. 3No has abandonado tu Fuente, por lo tanto, sigues
siendo tal como fuiste creado. 4Esto se te dio en forma de un
conocimiento que no puedes perder. 5Ese conocimiento se le dio
asimismo a todas las cosas vivientes, pues sólo mediante él viven.
2. Has recibido todo esto. 2No hay nadie en
este mundo que no lo haya recibido. 3No es éste el conocimiento que
tú transmites a otros, pues ése es el conocimiento que la creación dio. 4Nada
de esto se puede aprender. 5¿Qué es, pues, lo que vas a aprender a
dar hoy? 6Nuestra lección de ayer evocó un tema que se expone al
principio del texto. 7La experiencia, a diferencia de la visión, no
se puede compartir de manera directa. 8La revelación de que el Padre
y el Hijo son uno alboreará en toda mente a su debido tiempo. 9Sin
embargo, ese momento lo determina la mente misma, pues es algo que no se puede
enseñar.
3. Ese momento ya ha sido fijado. 2Esto
parece ser bastante arbitrario. 3No obstante, no hay nadie que dé
ni un solo paso al azar a lo largo del camino. 4Todos lo han dado
ya, aunque todavía no hayan emprendido la jornada. 5Pues el tiempo
tan sólo da la impresión de que se mueve en una sola dirección. 6No
hacemos sino emprender una jornada que ya terminó. 7No obstante,
parece como si tuviera un futuro que todavía nos es desconocido.
4. El tiempo es un truco, un juego de manos, una
gigantesca ilusión en la que las figuras parecen ir y venir como por arte de
magia. 2No obstante, tras las apariencias hay un plan que no cambia.
3El guión ya está escrito. 4El momento en el que ha de
llegar la experiencia que pone fin a todas tus dudas ya se ha fijado. 5Pues
la jornada sólo se puede ver desde el punto donde termina, desde donde la
podemos ver en retrospectiva, imaginarnos que la emprendemos otra vez y repasar
mentalmente lo ocurrido.
5. Un maestro no puede dar su experiencia, pues no es
algo que él haya aprendido. 2Ésta se reveló a sí misma a él en el
momento señalado. 3La visión, no obstante, es su regalo. 4Esto
él lo puede dar directamente, pues el conocimiento de Cristo no se ha perdido,
toda vez que Él tiene una visión que puede otorgar a cualquiera que la
solicite. 5La Voluntad del Padre y la Suya están unidas en el
conocimiento. 6No obstante, hay una visión que el Espíritu Santo ve
porque la mente de Cristo también la contempla.
6.
Aquí el mundo de las dudas y de las sombras se
une con lo intangible. 2He aquí un lugar tranquilo en el mundo que
ha sido santificado por el perdón y el amor. 3Aquí se reconcilian
todas las contradicciones, pues aquí termina la jornada. 4La
experiencia que no se puede aprender, enseñar o ver simplemente se encuentra
ahí. 5Esto es algo que está más allá de nuestro objetivo; pues
trasciende lo que es necesario lograr. 6Lo que nos interesa es la
visión de Cristo. 7Esto sí que lo podemos alcanzar.
7. La visión de Cristo está regida
por una sola ley. 2No ve el cuerpo, ni lo confunde con el Hijo que Dios creó. 3Contempla
una luz que se encuentra más allá del cuerpo; una idea que yace más allá de lo
que puede ser palpado; una pureza que no se ve menguada por errores, por
lamentables equivocaciones, o por los aterrantes pensamientos de culpabilidad
nacidos de los sueños de pecado. 4No ve separación. 5Y contempla a todo el mundo, y todas las
circunstancias, eventos o sucesos, sin que la luz que ve se atenúe en lo más
mínimo.
8. Esto se puede enseñar, y todo
aquel que quiera alcanzarlo tiene que enseñarlo. 2Lo único que es
necesario es el reconocimiento de que el mundo no puede dar nada cuyo valor
pueda ni remotamente compararse con esto; ni fijar un objetivo que no desaparezca
una vez que se haya percibido esto. 3Y esto es lo que vas a dar hoy:
no ver a nadie como un cuerpo 4y saludar a todo el mundo como el
Hijo de Dios que es, reconociendo que es uno contigo en santidad.
9.
Así es como sus pecados le son perdonados, pues
la visión de Cristo tiene el poder de pasarlos a todos por alto. 2En
Su perdón se desvanecen. 3Al ser imperceptibles para el Uno,
simplemente desaparecen, pues la visión de la santidad que se halla más allá de
ellos viene a ocupar su lugar. 4No importa en qué forma se
manifestaban, cuán enormes parecían ser ni quién pareció sufrir sus
consecuencias. 5Ya no están ahí. 6Y todos los efectos que parecían tener
desaparecieron junto con ellos, al haber sido erradicados para ya nunca más
volver.
10. Así es como aprendes a dar tal como recibes. 2Y así es como la visión de Cristo te contempla a ti
también. 3Esta lección no es difícil de aprender si recuerdas que en
tu hermano te ves a ti mismo. 4Si él se encuentra inmerso en el
pecado, tú también lo estás; si ves luz en él, es que te has perdonado a ti
mismo tus pecados. 5Cada hermano con quien hoy te encuentres te
brinda una nueva oportunidad para dejar que la visión de Cristo brille sobre ti
y te ofrezca la paz de Dios.
11.
Cuándo ha de llegar esta revelación es
irrelevante, pues no tiene nada que ver con el tiempo. 2No obstante,
el tiempo aún nos tiene reservado un regalo, en el que el verdadero
conocimiento se refleja de manera tan precisa que su imagen comparte su invisible
santidad y su semejanza resplandece con su amor inmortal. 3Nuestra
práctica de hoy consiste en ver todo con los ojos de Cristo. 4Y mediante los santos regalos que damos, la visión de
Cristo nos contempla a nosotros también.
¿Como sacas la correspondencia de la parte teorica con la practica? Muchas gracias!
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