XVI.
TRANSFERENCIA DE LA FUERZA
- Aquel que tiene la fortuna de
haber logrado el gran pasaje y que lo dirige hacia su propia evolución,
tiene obligaciones para con aquellos que están en el camino, atrás de él.
Los que van detrás del más antiguo, conviene que recaben de él, sabiduría
y experiencia.
- En muchos casos, los que tienen
control de la Fuerza pueden transferirla a quienes, pese a sus esfuerzos,
no logran el gran pasaje. Esto se hace en aquellas reuniones en que, en
unos y en otros, esté ese fuerte y solidario deseo. Entonces, basta con
que al manifestarse el gran pasaje, se desplace la Fuerza por haber
mantenido contacto entre los que están en condiciones diferentes. Esta
transferencia fue conocida desde antiguo como “imposición de manos”. La
Fuerza puede, en efecto, transferirse cuando se dispone de su control y te
digo que así como el doble puede proyectarse, también su energía se
manifiesta a distancia en los fenómenos que se reconocen como
“extrasensoriales”. No obstante, en su momento, te advertí sobre su
inconveniencia.
- La fuerza puede ser transferida
a otros y también a objetos particularmente adecuados para recibirla y
conservarla. Confío en que no te será difícil entender la función que
cumplieron los sacramentos en muchas religiones e igualmente, el
significado que tuvieron los lugares sagrados y hasta los sacerdotes y
pontífices supuestamente “cargados” con la Fuerza y posteriormente,
convertidos en fetiches sin significado profundo. Cuando algunos objetos
fueron adorados con fe en los templos y se los rodeó de ceremonia y rito,
seguramente “devolvieron” a los creyentes la energía acumulada por oración
repetida. Esto, que luego fue superstición (que aún conservan las gentes
ignorantes), tuvo como trasfondo la real intuición de la existencia de la
Fuerza y su aptitud para ser transferida.
- Hablemos ahora del caso en que
ya conoces por experiencia la acción de la Fuerza. La producción del gran
pasaje se efectúa a lo sumo mensualmente, a fin de que la energía liberada
tome su tiempo en reordenarse. Así se obtienen los beneficios necesarios,
sin manifestar efectos contrarios que puedan llevar al deterioro, por
exigencias continuadas, dejadas a la improvisación. Por otra parte, la
circulación súbita de la Fuerza en el organismo, produce movilización de
los puntos de control de los que te hablara en su momento. Entonces, poco
a poco, comienza a percibirse un cambio profundo y positivo en la actitud
general de aquel que lleva estas cosas con prudencia.
- Todo nuevo gran pasaje es un
refuerzo al cambio que se va experimentando. Este será saludable si cada
vez se produce con mayor control y ampliación de la conciencia. Un efecto opuesto,
muestra a las claras que las operaciones deben suspenderse.
- Supongo que tu caso es el mejor
y por tanto, puedo recomendarte ahora que luego del gran pasaje conserves
en ti la sensación física de carga y te mantengass en presencia de la
Fuerza en tus actividades cotidianas. Puedes, para ésto, usar el recurso
de no olvidar tu cuerpo al par que te ocupas de otras cosas. Esta suerte
de atención dividida, consolida poco a poco ese nuevo nivel mental que
conocemos como “conciencia de sí” o estado de verdadero despertar. Por
extraño que te resulte aquello de “no olvidar tu cuerpo”, debes comprender
que en el estado corriente de vigilia, sucede lo contrario. Al olvidar el
cuerpo se olvida también el propio “yo” y por tanto, uno se olvida de sí
mismo, siendo influenciado por los ensueños, los fantaseos y la acción
hipnótica del mundo que rodea. Así, merced al olvido de sí misma, la gente
es fácil presa de opiniones no demostradas, de creencias, de pareceres, de
criterios de autoridad y prestigio y en general, de toda acción
propagandística e irracional.
- No te sugiero aquí que te
separes del mundo cotidiano, sino todo lo contrario, actúa en él sin temor
ni encerramiento, pero no te olvides de ti mismo.
- Las mayores descargas de la
Fuerza se producen por actos descontrolados, éstos son: la sexualidad
excesiva, la imaginación sin freno, la charla desmedida, la curiosidad sin
control y la percepción exagerada (el mirar, oír, gustar, etc… de manera
desbordada e inútil).
- En cuanto a la sexualidad,
debes interpretar correctamente ésto: tal función no debe ser reprimida,
porque en ese caso crea efectos mortificantes y contradicción interna. La
sexualidad comienza y concluye en su acto, pero de ninguna manera debe
continuar afectando la imaginación o buscando nuevo objeto de posesión. Se
hace evidente que si los estímulos externos o la fantasía exacerban la
función del sexo, ésta resulta excesiva.
- Está claro que las
recomendaciones de castidad y abstinencia tuvieron en su momento relación
con la Fuerza, pero los instructores que pusieron atención en aquello, de
ningún modo lo explicaron de manera represiva, sino sobreelevada.
- Posteriormente, el control del
sexo por una determinada “moral” social o religiosa, sirvió a designios
que nada tenían que ver con la evolución sino más bien con lo contrario.
- La Fuerza se desbordó hacia lo
crepuscular en las sociedades reprimidas y allí se multiplicaron los casos
de “endemoniados”, “brujos”, sacrílegos y criminales de toda laya que
gozaron con el sufrimiento y la destrucción de la vida y la belleza. En
algunas tribus y civilizaciones, los criminales estuvieron repartidos
entre los que ajusticiaron y los que fueron ajusticiados. En otros casos,
se persiguió a todo lo que era ciencia y progreso porque se oponía a lo
irracional, a lo crepuscular y a lo reprimido.
- En ciertos pueblos primitivos,
existe aún la represión del sexo, como en otros considerados de
“civilización avanzada”. Es evidente que en unos y en otros, el signo destructivo
es grande aunque en los dos casos el origen de tal situación sea distinto.
- Si me pides más explicaciones,
te diré que en realidad el sexo es en sí santo, ya que gracias a su
ejercicio la caída de la luz en escalas inferiores (al desintegrarse los
cuerpos), es compensada por la reproducción, que permite el surgimiento de
nuevas posibilidades evolutivas.
- Jamás creas las mentiras de los
envenenadores de la vida cuando se refieren al sexo como algo
despreciable. Por el contrario, hay en él belleza y no en vano está
relacionado con los mejores sentimientos del amor.
- Sé cuidadoso entonces y
considéralo como una gran maravilla que debe tratarse con delicadeza, sin
convertirlo en fuente de contradicción o en desintegrador de la energía
vital.
XVIII.-
ACCION Y REACCION DE LA FUERZA
- Te expliqué en alguno de los
principios: “Cuando encuentres una gran Fuerza, alegría y bondad en tu
corazón o cuando te sientas libre y sin contradicciones, inmediatamente
agradece a tu dios interior, como si te agradecieras a ti mismo”
- Tu dios interior, no es sino
esa energía que va tomando unidad en ti por tu trabajo corriente y que va
conformando al doble, capaz de acrecentarse con el gran pasaje de la
Fuerza y trascender más allá de esta vida. “Agradecer”, significa
concentrar los estados de ánimo positivos en este interior radiante, símil
de la esfera transparente que conoces. Esto permite asociar los estados
positivos con tal representación, de modo que a la inversa (en situaciones
desfallecientes), al apelar a idéntica imágen, ésta entregará la “carga”
psíquica que le fuera asociada. Como además, esta energía está elevada por
el contacto con la Fuerza, su acción trasciende el simple campo de lo
mental personal.
- Por todo ello, tu dios interno
devolverá ampliado en beneficio aquello que le pidieras, siempre que antes
hubieras tomado contacto con la Fuerza (gran pasaje) y hubieras acumulado
en ti, numerosos estados positivos.
- Para que todo lo anterior te
resulte aún más claro, agregaré que el no olvidarse del cuerpo, o de sí
mismo en la vida cotidiana, puede lograrse progresivamente si la atención
al cuerpo es reforzada con esta imágen interna que acabo de mencionarte o
por lo menos, con la sensación de existencia de la fuerza en uno mismo.
- Debes adquirir ahora suficiente
percepción de los distintos estados internos en los que te puedes
encontrar.
- El primer estado, en el que
prima el sin-sentido, aquél que mencionamos al comienzo, es conocido como
estado de simple y difusa vitalidad. Todo se orienta por las necesidades,
pero éstas son confundidas a menudo con los deseos y las imágenes
contradictorias. Allí hay obscuridad y la luz de la razón está muy
alejada. Se permanece en ese estado vegetando, perdido entre formas no
definidas. Desde ese punto propio del sueño profundo, se puede evolucionar
sólo por dos vías posibles: la vía de Muerte o la de Mutación.
- La vía de la Muerte te pone en
presencia de un paisaje caótico y obscuro. Los antiguos conocieron ese
paisaje y casi siempre lo ubicaron “bajo tierra”, en las profundidades
abismales. Los instructores también visitaron ese reino para luego
“resucitar” en niveles luminosos. Por la vía de la Muerte se reconoce el
estado de vitalidad difusa, muriendo entonces a la vida anterior y
ascendiendo hacia otro estado.
- Llegando a él, se encuentra el
refugio de la Regresión. Desde allí se abren dos caminos: el del
Remordimiento y aquel otro que sirvió para el ascenso, es decir, el camino
de la Muerte. Si tomas el primero es porque tu decisión tiende a romper
con tu vida pasada. Si regresas por el camino de la Muerte, destruyes tu
posibilidad evolutiva y recaes en los abismos de la Vitalidad difusa.
- Ahora bien, te dije que había
otro sendero para escapar de la Vitalidad, ése era el de la Mutación. Si eliges
esa vía, es porque quieres emerger de tu penoso estado, pero sin estar
dispuesto a abandonar algunos de sus beneficios aparentes. Es pues un
falso camino, conocido como “Camino de la Mano Izquierda”, tomando la
palabra “izquierda” por “torcida”. Muchos monstruos han salido de las
profundidades por ese tortuoso pasadizo. Ellos han querido tomar el cielo
por asalto, sin abandonar los infiernos y por tanto, han proyectado en el
mundo medio infinita contradicción.
- Supongo que ascendiendo por el
reino de la Muerte y por tu consciente Remordimiento, has llegado ya a la
morada de la Tendencia. En ella no puedes descansar mucho tiempo. Dos
delgadas cornisas sostienen tu morada: la Conservación y la Frustración.
La Conservación es falsa e inestable. Caminando por ella te ilusionas con
la idea de permanencia, pero en realidad desciendes velozmente hacia la
Vitalidad que habías superado por la Muerte y el Remordimiento. Mala es tu
posición en la morada de la Tendencia: o te dejas estar y caes o asumes
responsablemente el camino de la Frustración (penoso, pero
único-no-falso).
- De fracaso en fracaso puedes
llegar a la próxima morada, que se llama “la morada del Desvío”. Cuidado
con las dos vías que tienes ahora por delante: o tomas el camino de la
Resolución, que te lleva a la posada de la Generación o tomas el del
Resentimiento, que te hace descender nuevamente hacia el refugio de la
Regresión, hacia el refugio del semi-sueño. Allí estás plantado ante el
dilema: o te decides por el laberinto de la vida consciente y tomas la
Resolución o regresas al laberinto de la vida obscura. Son numerosos los
que no habiendo logrado superarse, regresan a los reinos inferiores por el
Resentimiento. ¡Desafortunado aquél que llegando penosamente ante el
umbral, no pudo franquear la entrada del despertar!
- Pero tú has ascendido por la
Resolución; te encuentras ahora en el primer albergue de reposo conocido
como la “Generación”. Allí tienes tres puertas: una se llama “Caída”, que
lleva directamente a la Regresión, otra se llama “Intento” y la tercera,
“Degradaciön”, que te lleva directamente a los abismos, sólo que
desandando moradas y caminos en este orden: Tendencia, Frustración,
Desvío, Resentimiento, Regresión, Muerte, Vitalidad,. No cabe duda que
debes escoger la puerta media.
- Sube por la escalinata del
Intento y llegarás a una cúpula inestable. Desde allí, desplázate por un
pasillo estrecho y sinuoso que conocerás Como la Volubilidad, hasta llegar
a un espacio amplio y vacío como Una plataforma, que lleva el nombre de
“espacio-abierto-de-la-energía”.
- En ese espacio puedes
espantarte por el paisaje desierto e inmenso y por el aterrador silencio
de esa noche transfigurada por enormes estrellas inmóviles. Allí,
exactamente sobre tu cabeza, verás clavada sobre el firmamento, la insinuante
forma de la Luna Negra. Allí debes esperar a la alborada, paciente y con
fe, pues nada malo puede ocurrirte si te mantienes quieto y sin
desesperar.
- Podría suceder en tal
situación, que quisieras por tu propia inventiva, arreglar una salida
inmediata de allí. Si tal ocurre, podrías a tientas encaminarte a
cualquier lugar con tal de no esperar el día en silencio y fe, pero debes
recordar que todo movimiento allí es falso y se llama genéricamente:
“Improvisación”. Si olvidándote de lo que ahora te menciono, comenzaras a
improvizar movimientos por tu cuenta, ten la certeza de que serías
arrastrado por un torbellino entre senderos y moradas hasta el fondo más
obscuro de la disolución.
- ¡Qué difícil debe ser para ti
comprender como los estados internos están encadenados unos a otros! Si
vieras qué lógica inflexible tiene la conciencia, advertirías que en estas
cosas, quien improvisa a ciegas, fatalmente comienza por la Degradación de
la enseñanza, luego surgen en él los sentimientos de Frustración, posteriormente
en el Resentimiento y por último llega a la Muerte y al mundo de la
Vitalidad, en el que todo es olvido de lo que algún día se alcanzó a
percibir.
- Si en la explanada alcanzas a
percibir el día, surgirá ante tus ojos el radiante sol que habrá de
alumbrarte la realidad objetiva. Entonces verás por primera vez, que en
todo lo existente vive un Plan.
- Es difícil que caigas desde
allí una vez que el Plan te fuera revelado, salvo que voluntariamente
decidieras descender a los reinos inferiores para beneficio de otros, que
deben ser instruídos en estas verdades. En tal caso, descenderás por el
Propósito, hasta la morada de la Inestabilidad y desde allí (si ése es tu
deseo), bajarás aún por la Fatalidad hasta los niveles que eligieras.
- Pero quién habla de bajar,
cuando ha consolidado de modo permanente la conciencia de sí, el estado de
despierto que ya no se pierde. ¡Quién habla de bajar, cuando se roza el
nivel de conciencia creador!
- No debo hablar más de estas
verdades, porque ellas, sin experiencia, sólo sirven para trasladar al
campo de lo imaginario lo efectivamente realizable.
- Que te sirva lo dicho hasta
aquí, a ti que vienes desde el lejano sin-sentido.
- Si lo explicado no te fuera
útil, qué podrías objetar o poner por encima de esta enseñanza, si de
todas maneras, nada tiene fundamento y razón para tu estado de existencia,
próximo a la imágen de un espejo, al sonido de un eco, a la sombra de una
sombra.
- Por lo contrario, alégrate si
ha descendido al mundo de las tinieblas un cabo luminoso. ¡Alégrate!, pero
recuerda bien que hemos traído la verdadera palabra de redención que dice:
“Sólo tú puedes redimirte”
XX.- LA
RELIGION INTERIOR
- Repara en mis consideraciones.
En ellas no habrás de intuír sino alegóricos fenómenos y paisajes del
mundo externo, pero también descripciones reales (no alegóricas) del mundo
mental.
- Tampoco debes creer que los
“lugares” por donde pasas en tu andar, sean los que roza el doble en su
separación del cuerpo físico. Semejante confusión hizo a menudo obscurecer
a profundas enseñanzas religiosas y así hasta hoy, se cree que “cielos”.
“infiernos”, “ángeles”, “demonios”, “monstruos”, “castillos encantados”,
“selvas”, “ciudades remotas” y demás, tienen realidad visible para los
iluminados. El mismo prejuicio (pero con interpretación inversa), ha hecho
presa en los escépticos sin sabiduría, que han tomado esas cosas por
“ilusiones” o “alucinaciones” padecidas por mentes afiebradas.
- Debo repetirte entonces, que en
todo ésto debes comprender que se trata de estados mentales simbolizados
por “objetos”, supuestamente existentes en sí mismos. Esto no excluye, sin
embargo, que la mente y sobre todo el doble con sus atributos, actúe en el
mundo físico.
- Considera conmigo como de gran
importancia, estos tres puntos: primeramente, los Principios. Su exámen y
observancia producirán en ti una nueva forma de vivir. En segundo lugar,
la Guía del Camino Interno, que meditada con frecuencia, te impedirá
equivocar la dirección en tu desarrollo. Por último, el trabajo con la
Fuerza, clave del despertar-adquirido-de-modo-permanente y de la
inmortalidad.
- Estos tres puntos son pilares
sobre los que descansa el maravilloso templo de la Religión Interior.
Templo existente en todo ser humano, tantas veces rozado en infatigables
búsquedas milenarias, tantas veces presentido en épocas de fe; y tantas
veces olvidado en épocas de derrumbe.
- Todas las religiones y por
cierto también la religión del ateísmo, tienen dos caminos. El camino del
Fanatismo (o de la Conservación), lleva a los abismos. El camino del
ascenso, lleva al templo de la Religión Interior.
- Cuando se habló de las ciudades
de los dioses adonde quisieron arribar numerosos héroes de distintos
pueblos; cuando se habló de paraísos en que dioses y hombres convivieron
en original naturaleza transfigurada; cuando se habló de caídas y de
diluvios, se dijo gran verdad.
- Luego los redentores trajeron
la Palabra y llegaron a nosotros en doble naturaleza (humana y divina),
para restablecer aquella nostálgica unidad perdida.
- Vuela ya de regreso a las
estrellas el héroe de esta edad. Vuela a través de dimensiones antes
ignoradas. Vuela sin duda, hacia el templo escondido de la Ciudad de Dios.
- Tú, yo y todos nuestros
hermanos, divisamos abiertas de par en par, las puertas del templo de la
Religión Interior.
Para ver la mirada interna 1 http://sanacionemocionalbioenergetica.blogspot.com.es/2012/06/la-mirada-interna-1.html
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