V. La negación de Dios
1. Los ritos del dios de la enfermedad son extraños
y muy estrictos. 2En ellos la alegría está prohibida, pues la
depresión es la señal de tu lealtad a él. 3La depresión significa
que has abjurado de Dios. 4Son muchos los que tienen miedo de la
blasfemia, mas no entienden lo que ésta es. 5No se dan cuenta de que
negar a Dios es negar su propia Identidad, y en este sentido el costo del
pecado es la muerte. 6Esto es así en un sentido muy literal: negar
la vida hace que se perciba su opuesto, de la misma manera en que toda forma de
negación reemplaza lo que existe con lo que no existe. 7Nadie puede
realmente hacer esto, aunque es indudable que tú puedes pensar que puedes y
creer que lo has hecho.
2. Mas no te
olvides que negar a Dios dará lugar inevitablemente a la proyección, y creerás
que son otros y no tú, los que te han hecho esto a ti. 2Es imposible
que no recibas el mensaje que envías, pues ése es el mensaje que quieres. 3Tal
vez creas que juzgas a tus hermanos por los mensajes que ellos te envían a ti,
pero por lo que los juzgas es por los mensajes que tú les envías a ellos. 4No
les atribuyas a ellos tu propia negación de tu alegría, o no podrás ver en
ellos la chispa que te haría dichoso. 5Negar la chispa conduce a la
depresión, pues siempre que ves a tus hermanos desprovistos de ella, estás
negando a Dios.
3. Mantenerse
fiel a la negación de Dios es la doctrina del ego. 2El dios de la
enfermedad obviamente exige la negación de la salud, ya que la salud está en
clara oposición a su propia supervivencia. 3Mas considera lo que
esto significa para ti. 4A menos que estés enfermo no puedes
conservar los dioses que inventaste, pues sólo estando enfermo podrías
desearlos. 5La blasfemia, por lo tanto, es destructiva para el yo,
pero no puede destruir a Dios. 6Blasfemar significa que estás
dispuesto a no conocerte a ti mismo a fin de estar enfermo. 7Ésta es
la ofrenda que tu dios exige, pues, al ser éste producto de tu demencia, no es
más que una idea demente. 8Ésta se manifiesta de muchas maneras,
pero si bien puede parecer ser muchas cosas diferentes no es sino una misma
idea: la negación de Dios.
4. Parece
como si la enfermedad y la muerte hubiesen entrado en la mente del Hijo en
contra de la Voluntad del Padre. 2El "ataque a Dios" le
hizo pensar a Su Hijo que era huérfano, y como resultado de su depresión
inventó al dios de la depresión. 3Ésa fue su alternativa a la dicha
porque no estaba dispuesto a aceptar que, si bien era un creador, él mismo
había sido creado. 4El Hijo, sin embargo, se encuentra desamparado sin el Padre, Quien constituye su única
Ayuda.
5. Dije anteriormente que por tu cuenta no puedes
hacer nada, pero tú no existes por tu
cuenta. 2Pues si existieses por tu cuenta, lo que has hecho sería
verdad y nunca te podrías escapar. 3Precisamente porque no te creaste a ti mismo es por lo que
no tienes que preocuparte por nada. 4Tus dioses no son nada porque
tu Padre no los creó. 5No puedes crear creadores que no sean como tu
Creador, de la misma forma en que Él no habría podido crear un Hijo que no
fuese como Él. 6Si la creación es compartir, no puede crear lo que
no es igual a ella misma. 7Sólo puede compartir lo que ella es. 8La
depresión es aislamiento, y, por lo tanto, no pudo haber sido creada.
6. Hijo de Dios, no has pecado, pero sí has estado
muy equivocado. 2No obstante, eso puede corregirse y Dios te
ayudará, pues sabe que tú no puedes pecar contra Él. 3Lo negaste
porque lo amabas, pues sabías que de reconocer tu amor por Él, no habrías
podido negarle. 4Negarle significa, por lo tanto, que lo amas y que
sabes que Él te ama a ti. 5Recuerda que tienes que haber conocido
previamente lo que niegas. 6Y si aceptas la negación también puedes
aceptar su des-hacimiento.
7. Tu Padre no te ha negado. 2Él no toma
represalias, pero sí te pide que retornes. 3Cuando piensas que Él no
ha respondido a tu llamada es porque tú no has respondido a la Suya. 4Te
llama desde cada parte de la Filiación, debido al Amor que le profesa a Su
Hijo. 5Si oyes Su mensaje Él te habrá respondido, y te harás
consciente de Él si escuchas debidamente. 6El Amor de Dios está en
todo lo que Él creó, pues Su Hijo está en todas partes. 7Contempla
a tus hermanos en paz, y Dios no se demorará ni un instante en llegar a tu
corazón como muestra de agradecimiento por la ofrenda que le haces.
8. No recurras al dios de la enfermedad para curar,
sino sólo al Dios del amor, pues curar significa que Lo has reconocido. 2Cuando
lo reconozcas sabrás que Él nunca ha dejado de reconocerte y que en Su
reconocimiento de ti radica tu ser. 3No estás enfermo ni tampoco
puedes morir. 4Pero te puedes confundir a ti mismo con cosas que
mueren. 5Recuerda, no obstante, que hacer eso es una blasfemia, pues
significa que estás contemplando sin amor a Dios y a Su creación, de la cual Él
no puede estar separado.
9. Sólo lo eterno puede ser amado, pues el amor no
muere. 2Lo que es de Dios es Suyo para siempre, y tú eres de Dios. 3¿Cómo
iba Él a permitirse a Sí Mismo sufrir? 4 ¿Y cómo iba a ofrecerle a
Su Hijo algo que no fuese aceptable para El? 5Si te aceptases tal
como Dios te creó, sería imposible que pudieses sufrir. 6Sin
embargo, para aceptarte tal como Dios te creó tienes que reconocerlo a Él como
tu Creador. 7Esto no se debe a que de negarte a ello se te fuese a
castigar. 8Se debe simplemente a que reconocer a tu Padre es reconocerte
a ti mismo tal como eres. 9Tu Padre te creó completamente libre de
pecado, completamente libre de dolor y completamente a salvo de todo
sufrimiento. 10Si niegas a tu Padre estarás invitando al pecado, al
dolor y al sufrimiento a tu mente debido al poder que Él le dio. 11Tu
mente es capaz de crear mundos, pero puede también negar lo que crea porque es
libre.
10. No te das cuenta de cuánto te has negado a ti
mismo, ni de cuánto Dios, en Su Amor, desea que no sea así. 2No
obstante, Dios no interferiría en tus decisiones porque no podría conocer a Su
Hijo si éste no fuese libre. 3Interferir en tus decisiones sería atacarse
a Sí Mismo, y Dios no está loco. 4Cuando tú lo niegas a Él eres tú
el que está loco. 5¿Desearías que Él compartiese tu demencia? 6Dios
nunca dejará de amar a Su Hijo y Su Hijo nunca dejará de amar a su Padre. 7Ésa
fue la condición bajo la que la creación de Su Hijo tuvo lugar, la cual quedó
establecida para siempre en Su Mente. 8Reconocer esto es cordura. 9Negarlo,
demencia. 10Dios se dio a Sí Mismo a ti en tu creación, y Sus dones
son eternos. 11¿Te negarías acaso a entregarte a Él?
11. Como resultado de las ofrendas que Le haces, se
le restituirá el Reino a Su Hijo. 2Su Hijo se excluyó a sí mismo de
Su don al negarse a aceptar lo que había sido creado para él y lo que él había
creado en el Nombre de su Padre. 3El Cielo espera su retorno, pues
fue creado para ser la morada del Hijo de Dios. 4Tú no te sientes a
gusto en ninguna otra parte ni en ningún otro estado. 5No te niegues
la dicha que fue creada para ti a cambio de la infelicidad que tú mismo te has
labrado. 6Dios te ha proporcionado los medios para deshacer lo que
tú has hecho. 7Escucha y aprenderás a recordar lo que eres.
12. Si Dios sabe que Sus Hijos son completamente impecables*,
es una blasfemia percibirlos como culpables. 2Si Dios sabe que Sus
Hijos no pueden sufrir dolor alguno, es una blasfemia percibir sufrimiento en
cualquier parte. 3 Si Dios sabe que Sus Hijos son completamente
dichosos, es una blasfemia sentirse deprimido. 4Todas estas
ilusiones y las múltiples formas que la blasfemia puede adoptar, son negativas
a aceptar la creación tal como es. 5Si Dios creó a Su Hijo perfecto,
así es como debes aprender a considerarlo para que puedas conocer su realidad.
6Y como parte de la Filiación, así es como tienes que considerarte a
ti mismo para que puedas conocer la tuya.
13. No percibas nada que Dios no haya creado o lo
estarás negando a Él. 2Suya es la única Paternidad que existe, y es
tuya solamente porque Él te la dio. 3Las ofrendas que te haces a ti
mismo no tienen sentido, pero las ofrendas que les haces a tus creaciones son
como las Suyas porque las haces en Su Nombre. 4Por eso tus creaciones
son tan reales como las Suyas. 5Con todo, la verdadera Paternidad tiene
que ser reconocida si es que se ha de conocer al verdadero Hijo. 6Crees
que las cosas enfermizas que has fabricado son tus verdaderas creaciones porque
crees que las imágenes enfermizas que percibes son los Hijos de Dios. 7Sólo
aceptando la Paternidad de Dios tendrás algo, porque Su Paternidad te lo dio
todo. 8Por eso es por lo que negarlo a Él es negarte a ti mismo.
14. La arrogancia es la negación del amor porque el
amor comparte y la arrogancia no. 2Mientras ambas cosas te parezcan
deseables, el concepto de elección, que no procede de Dios, seguirá contigo. 3Si
bien esto no es verdad en la eternidad, en el tiempo lo es, de modo que
mientras el tiempo perdure en tu mente te verás obligado a elegir. 4El
tiempo en sí es algo que tú elegiste. 5Si quieres recordar la
eternidad, debes contemplar sólo lo eterno. 6Si permites que lo
temporal te preocupe, estarás viviendo en el tiempo. 7Como siempre,
tu elección estará determinada por lo que valores. 8El tiempo y la
eternidad no pueden ser ambos reales porque se contradicen entre sí. 9Sólo
con que aceptes lo intemporal como lo único que es real, empezarás a entender lo que es la eternidad y a
hacerla tuya.
* N.T. La palabra
"impecable" no tiene aquí el significado más usual de
"intachable, irreprochable", sino el más literal de "sin
pecado".
LECCIÓN 105
Mías son la paz y la dicha de Dios.
1. La paz y la dicha de Dios te pertenecen. 2Hoy
las aceptaremos, sabiendo que son nuestras. 3Y trataremos de entender que estos regalos se
multiplican a medida que los recibimos. 4No son como los regalos que
el mundo da, en los que el que hace el regalo pierde al darlo, y el que lo
recibe se enriquece a costa de la pérdida del que se lo dio. 5Eso
no son regalos, sino regateos que se hacen con la culpabilidad. 6Los
regalos que verdaderamente se dan no entrañan pérdida alguna. 7Es
imposible que alguien pueda ganar a costa de la pérdida de otro. 8Ello
implicaría un límite y una condición de insuficiencia.
2. Ésa no es la manera de hacer regalos. 2Tales
"regalos" no son sino tratos que se hacen con vistas a obtener algo
más valioso; préstamos con intereses que se tienen que pagar en su totalidad;
créditos a corto plazo, en los que el que recibió el regalo se compromete a
pagar con creces lo recibido. 3Esta extraña distorsión de lo que
significa dar impera en todos los niveles del mundo que ves. 4Priva
de todo sentido a cualquier regalo que das, y hace que los que aceptas no te
aporten nada.
3. Uno de los principales objetivos de aprendizaje de
este curso es invertir tu concepto de lo que es dar, de modo que puedas
recibir. 2Pues dar se ha convertido en una fuente de temor, y, así,
evitas emplear el único medio a través del cual puedes recibir. 3Acepta
la paz y la dicha de Dios, y aprenderás a ver lo que es un regalo de otra
manera. 4Los regalos de Dios no disminuyen cuando se dan. 5Por
el contrario, se multiplican.
4. De la misma manera en que la paz y la dicha del
Cielo se intensifican cuando las aceptas como los regalos que Dios te da, así
también la dicha de tu Creador aumenta cuando aceptas como tuyas Su dicha y Su
paz. 2Dar verdaderamente equivale a crear. 3Extiende lo
que no tiene límites a lo ilimitado, la eternidad hasta la intemporalidad y el
amor hasta sí mismo. 4Añade a todo lo que ya está completo, mas no
en el sentido de añadir más, pues eso implicaría que antes era menos. 5Añade
en el sentido de que permite que lo que no puede contenerse a sí mismo cumpla
su cometido de dar todo lo que tiene, asegurándose así de que lo poseerá para
siempre.
5. Acepta hoy la paz y la dicha de Dios como tuyas. 2Permite
que Él se complete a Sí Mismo, tal como Él define lo que es estar completo. 3Comprenderás
que lo que le brinda compleción a Él se la brinda también a Su Hijo. 4Él
no puede dar a través de pérdidas. 5Ni tú tampoco. 6Acepta
hoy Su regalo de dicha y de paz, y Él te dará las gracias por el regalo que le
haces.
6. Nuestras sesiones de práctica de hoy comenzarán de
manera ligeramente distinta. 2Da comienzo al día pensando en
aquellos hermanos a quienes les has negado la paz y la dicha a las que tienen
derecho de acuerdo con las equitativas leyes de Dios. 3Al negárselas
a ellos fue cuando te las negaste a ti mismo. 4Y a ese punto es
adonde tienes que volver para reivindicarlas como propias.
7. Piensa en tus 'enemigos' por un rato y dile a cada
uno de ellos según cruce tu mente:
2Hermano, te ofrezco paz y dicha para que
la paz y la dicha de Dios sean mías.
3De esta manera te preparas para
reconocer los regalos que Dios te ha dado, y permites que tu mente se libre de
todo lo que te podría impedir triunfar hoy. 4Ahora estás listo para
aceptar el regalo de paz y de dicha que Dios te ha dado. 5Ahora
estás listo para experimentar la dicha y la paz que te has negado a ti mismo. 6Ahora
puedes decir: "Mías son la paz y la dicha de Dios", pues has dado lo
que quieres recibir.
8. Si preparas tu mente tal como te hemos indicado, no
podrás sino tener éxito hoy. 2Pues habrás permitido que se levanten
todas las barreras que te separan de la paz y de la dicha, y que por fin te
llegue lo que es tuyo. 3Di, pues, para tus adentros: "Mías son
la paz y la dicha de Dios"; cierra los ojos por un rato y deja que Su Voz
te asegure que las palabras que pronuncias son verdad.
9. Pasa hoy cinco minutos con Él de esta manera cada
vez que puedas, pero no creas que menos tiempo de eso no tiene valor cuando no
le puedas dedicar más. 2Cuando menos, acuérdate de repetir cada hora
las palabras que lo exhortan a que te dé lo que es Su Voluntad dar y lo que es
Su Voluntad que tú recibas. 3Proponte hoy no interferir en Sus
designios. 4Y si algún
hermano pareciese tentarte a que le niegues el regalo que Dios le ha hecho,
considera eso como una oportunidad más para permitirte a ti mismo aceptar los regalos de Dios como tuyos. 5Bendice
entonces a tu hermano lleno de agradecimiento y di:
6Hermano, te ofrezco paz y dicha para que
la paz y la dicha de Dios sean mías.
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