IV. El plan de perdón del Espíritu Santo
1. La Expiación es para todos porque es la forma de
desvanecer la creencia de que algo pueda ser únicamente para ti. 2Perdonar
es pasar por alto. 3Mira entonces más allá del error, y no dejes que
tu percepción se fije en él, pues, de lo contrario, creerás lo que tu
percepción te muestre. 4Acepta como verdadero sólo lo que
tu hermano es, si quieres conocerte. a ti mismo. 5Percibe lo
que él no es, y no podrás saber lo que eres porque lo estarás
viendo falsamente. 6Recuerda siempre que tu Identidad es una
Identidad compartida, y que en eso reside Su realidad.
2. Tienes un papel que desempeñar en la Expiación,
pero el plan de la Expiación en sí está más allá de ti. 2No
sabes cómo pasar por alto los errores pues, de lo contrario, no los cometerías.
3Creer que no los cometes, o que los puedes corregir sin un Guía
cuyo propósito es corregirlos, no sería más que otro error. 4Y si no
sigues a ese Guía, tus errores no podrán ser corregidos. 5El plan no
lo elaboraste tú debido a las limitadas ideas que tienes acerca de lo que eres.
6De esta sensación de limitación es de donde emanan todos los
errores. 7La forma de deshacerlos, por lo tanto, no procede de ti, sino que es para ti.
3. La Expiación es una lección acerca de cómo
compartir, que se te da porque te has olvidado de cómo hacerlo. 2El Espíritu Santo simplemente te recuerda el uso natural de tus
capacidades. 3Al reinterpretar la capacidad de atacar como la
capacidad de compartir, Él transforma lo que tú inventaste en lo que Dios
creó. 4Si quieres, alcanzar esto por medio de Él, no puedes
contemplar tus capacidades a través de los ojos del ego, o las juzgarás como él
lo hace. 5El daño que puedan ocasionar reside en el juicio del ego. 6El
beneficio que puedan aportar reside en el juicio del Espíritu Santo.
4. El ego tiene también un plan de perdón porque
estás pidiendo uno, aunque no al maestro adecuado. 2El plan del
ego, por supuesto, no tiene sentido y nunca será viable. 3Al
seguir su plan te pondrás simplemente en una situación imposible que es adonde
el ego siempre te conduce. 4El plan del ego consiste en que primero
veas el error claramente, y en que luego lo pases por alto. 5Mas
¿cómo ibas a poder pasar por alto aquello a lo que has otorgado realidad? 6Al
verlo claramente, le has otorgado realidad y no lo puedes pasar por alto. 7En este punto es donde el ego
se ve forzado a recurrir a misterios,
insistiendo en que para salvarte tienes que aceptar lo que no
tiene sentido. 8Son muchos los que han tratado de hacer esto en mi
nombre, olvidándose de que mis palabras tienen perfecto sentido porque
proceden de Dios. 9Son tan sensatas ahora como lo fueron siempre
porque expresan ideas que son eternas.
5. El perdón que se aprende de mí no se vale del
miedo para deshacer el miedo. 2Ni tampoco otorga realidad a lo que
es irreal para más tarde destruirlo. 3Perdonar a través del Espíritu
Santo consiste simplemente en mirar más allá del error desde un principio,
haciendo que, de esta manera, nunca sea real para ti. 4No dejes que
ninguna creencia que afirme que el error es real se infiltre en tu mente, o
creerás también que para poder ser perdonado tienes que deshacer lo que tú
mismo, has hecho. 5Lo que no tiene efectos no existe, y para el
Espíritu Santo los efectos del error son inexistentes: 6Mediante la
cancelación progresiva y sistemática de los efectos de todos los errores, en
todas partes y con respecto a todo, el Espíritu Santo enseña que el ego no
existe y lo demuestra.
6. Sigue, pues, las enseñanzas de perdón del
Espíritu Santo porque el perdón es Su función y Él sabe cómo llevarla a cabo
perfectamente. 2Eso es lo que quise decir cuando dije que los
milagros son naturales, y que cuando no ocurren es que algo anda mal. 3Los
milagros son simplemente la señal de que estás dispuesto a seguir el plan de
salvación del Espíritu Santo, y de que reconoces que no sabes lo que dicho plan
es. 4La función que a Él le corresponde llevar a cabo no es la que
te corresponde a ti, y a menos que aceptes esto no podrás saber cuál es tu
función.
7. La confusión de funciones es una característica
tan típica del ego que a estas alturas ya deberías estar familiarizado con
ella. 2El ego cree que es él quien debe llevar a cabo todas las
funciones, si bien no tiene la menor idea de lo que éstas son. 3Esto
es algo más que una simple confusión. 4Es una combinación
especialmente peligrosa de grandiosidad y confusión que predispone al ego a
atacar a cualquier persona o a cualquier cosa sin ningún motivo aparente. 5Esto
es exactamente lo que el ego hace. 6Sus reacciones son,
imprevisibles porque no tiene idea de lo que percibe.
8. Si no tienes idea de lo que está ocurriendo,
¿cómo puedes esperar reaccionar debidamente? 2Podrías preguntarte,
independientemente de cómo expliques la reacción, si el carácter imprevisible
del ego justifica que le des un puesto de confianza como guía tuyo. 3Déjame
repetir que las cualificaciones del ego como guía son notoriamente deficientes
y que elegirle como tu maestro de salvación es una pésima elección. 4El
que elige un guía completamente demente no puede por menos que ser completamente
demente él mismo. 5No es cierto tampoco que no te des cuenta de que
este guía es demente. 6Te das cuenta de ello porque yo me doy
cuenta, y tú lo juzgas siguiendo el mismo criterio que sigo yo.
9. El ego vive literalmente de tiempo prestado, y
sus días están contados. 2Notengas miedo del Juicio Final, sino que,
por el contrario, dale la bienvenida sin más demora, pues el tiempo de que el
ego dispone lo "toma prestado" de tu eternidad. 3Éste es
el Segundo Advenimiento, el cual se concibió para ti de la misma manera en que
el Primero fue creado. 4El Segundo Advenimiento es simplemente el
retorno de la cordura. 5¿Cómo iba a ser esto temible? .. . .
. .. ..
10. ¿Qué podría ser temible sino las fantasías? a¿Y
quién recurre a fantasías a menos que haya perdido toda esperanza de poder
encontrar satisfacción en la realidad? 2Es indudable, no obstante, que
jamás encontrarás satisfacción en fantasías, de manera que tu única esperanza
es cambiar de parecer con respecto a la realidad. 3Únicamente si tu
decisión de que la realidad es temible es errónea, puede Dios estar en lo
cierto. 4Y yo te aseguro que Dios está en lo cierto. 5AIégrate,
pues, de haber estado equivocado, mas ello sólo se debió a que no sabías quién
eras. 6De haberlo sabido no te habrías podido equivocar, de la misma
manera en que Dios no puede equivocarse.
11. Lo imposible sólo puede tener lugar en
fantasías. 2Cuando buscas la realidad en fantasías no la puedes
encontrar. 3Los símbolos de las fantasías pertenecen al ámbito del
ego, y de éstos puedes encontrar una infinidad. 4Mas no busques
significado en ellos. 5Están tan desprovistos de significado como
las fantasías en las que van entretejidos. 6Los cuentos de hadas
pueden ser placenteros o atemorizantes, pero nadie cree que sean verdad. 7Tal
vez los niños crean en ellos, y así, por algún tiempo, son verdad para ellos. 8Mas
cuando la realidad alborea, las fantasías desaparecen. 9En el
ínterin, no obstante, la realidad no había desaparecido. 10El
Segundo Advenimiento es la conciencia de la realidad, no su retorno. 12Criatura
de Dios, ¡mira! la realidad está aquí. 2Te pertenece a ti, a mí y a
Dios, y nos satisface completamente a todos. 3Ser consciente de
esto es lo único que sana porque es la conciencia dula verdad.
V. El sanador no sanado
1. El
plan de perdón del ego se utiliza mucho más que el de Dios. 2Esto se
debe a que lo ponen en práctica sanadores que no han sanado, y pertenece, por
lo tanto, al ámbito del ego. 3Consideremos ahora con más
detenimiento al sanador no sanado. 4Por definición, está tratando
de dar lo que no ha recibido. 5Si un sanador no sanado es un
teólogo, por ejemplo, puede que parta de la premisa: "Soy un miserable
pecador, y eso es lo que eres tú también". 6Si es un
psicoterapeuta, es más probable que parta de la creencia igualmente absurda de
que el ataque es real tanto para él como para su paciente, aunque eso es algo
que a ninguno de los dos debiera importar.
2. He
dicho repetidamente que las creencias del ego no se pueden compartir, y ésa es
la razón de que sean irreales. 2¿Cómo puede ser, entonces, que
"ponerlas al descubierto" las haga cobrar realidad? 3Todo
sanador que busca la verdad en fantasías aún no ha sanado, pues no sabe dónde
buscarla y, por lo tanto, no dispone de la solución al problema de cómo sanar.
3. La
única ventaja de traer las pesadillas a la conciencia es poder mostrar que no
son reales y que su contenido no significa nada. 2El sanador no
sanado no puede hacer eso porque no lo cree. 3Todos los sanadores no
sanados siguen de una u otra forma el plan de perdón del ego. 4Si
son teólogos probablemente se condenan a sí mismos, enseñan a condenar y
propugnan una solución temible. 5Al
proyectar la condenación sobre Dios, hacen que Éste parezca vengativo y
temen Su justo castigo. 6Lo único que han hecho ha sido
identificarse con el ego, y al percibir lo que éste hace, se condenan a sí mismos debido a esta confusión de
identidad. 7Es comprensible que muchos se hayan rebelado contra
este concepto, pero rebelarse contra él indica que aún siguen creyendo en él.
4. Algunas
de las modalidades más recientes del plan del ego son tan inútiles como las más
antiguas, pues la forma en que se manifiestan es irrelevante y el contenido
sigue siendo el mismo. 2En una de estas nuevas modalidades, por
ejemplo, un psicoterapeuta puede interpretar los símbolos del ego que han
aparecido en una pesadilla, y luego valerse de ellos para probar que la
pesadilla es real. 3Habiéndole otorgado realidad, intenta entonces
desvanecer sus efectos menospreciando la importancia del soñador. 4Éste
sería un enfoque curativo siempre que también se considerase al soñador como
irreal. 5Mas si se equipara al soñador con la mente, se niega el
poder correctivo de que goza la mente a través del Espíritu Santo. 6Esto
es una contradicción, incluso desde la perspectiva del ego, contradicción que
a éste, aun en su confusión, por lo general no se le escapa.
5. Si
la manera de contrarrestar el miedo es reduciendo la importancia de la mente,
¿de qué manera puede esto fortalecer al ego? 2Tales obvias
incongruencias explican por qué nadie ha sido capaz todavía de explicar lo que
ocurre realmente en la psicoterapia. 3En realidad no ocurre nada. 4Nada
real le ha sucedido al sanador no sanado, y éste no puede sino aprender de lo
que él mismo enseña. 5Su ego siempre tratará de sacar provecho
de la situación. 6El sanador no sanado no sabe, por lo tanto, cómo
dar, y, consecuentemente, no puede compartir. 7No puede corregir
porque no está actuando de forma que facilite la corrección. 8Cree
que es a él a quien corresponde enseñarle al paciente lo que es real, a pesar
de que él mismo no lo sabe.
6. ¿Qué se debe hacer entonces? 2Cuando
Dios dijo: "Que haya luz",
hubo luz. 3¿Puedes
acaso encontrar luz analizando la oscuridad, tal como hace el psicoterapeuta,
o reconociendo la oscuridad en ti mismo -tal como hace el teólogo- y buscando
una luz distante que la disipe al mismo tiempo que enfatizas lo lejos que está?
4La curación no es un misterio. 5Nada puede cambiar a
menos que se entienda, ya que la luz es entendimiento.
6Un "miserable pecador" no puede curar sin la ayuda de la
magia, ni tampoco puede una "mente insignificante" apreciarse a sí
misma sin esa misma clase de ayuda.
7. Ambas formas del enfoque del ego te llevarán
forzosamente a un callejón sin salida, la típica "situación
imposible" a la que el ego siempre conduce. 2Tal vez sea una
ayuda para alguien el que se le indique hacia dónde se está encaminando, pero
de poco le sirve si no se le ayuda además a cambiar de rumbo. 3El
sanador no sanado no puede hacer eso por él, puesto que no lo puede hacer para
sí mismo. 4La única aportación significativa que el sanador puede
hacer es presentarle un ejemplo de alguien a quien se le cambió de rumbo y que ya no cree en pesadillas de ninguna
clase. 5La luz en su mente, por lo tanto, responderá al que
pregunta, que tiene que decidir con Dios que sí hay luz porque la ve. 6Y mediante este reconocimiento el
sanador sabe que la luz está ahí. 7Así es como la percepción
finalmente se transforma en conocimiento. 8El obrador de milagros
comienza percibiendo luz, y transforma su percepción en certeza al extender
continuamente la luz y al aceptar el reconocimiento que ésta le ofrece. 9Los
efectos de la luz le confirman que ésta está ahí.
8. Un terapeuta no cura, sino que deja que la curación ocurra espontáneamente.
2Puede señalar la oscuridad, pero no puede traer luz por su
cuenta, pues la luz no es de él. 3No obstante, al ser para él, tiene que ser también para su
paciente. 4El Espíritu Santo es el único Terapeuta. 5Él
hace que la curación sea evidente en cualquier situación en la que Él es el
Guía. 6Lo único que puedes hacer es dejar que Él desempeñe Su
función. 7Él no necesita ayuda para llevarla a cabo. 8Te
dirá exactamente lo que tienes que hacer para ayudar a todo aquel que Él te
envíe en busca de ayuda, y le hablará a través de ti si tú no interfieres. 9Recuerda
que eres tú el que elige el guía que ha de prestar la ayuda, y que una elección
equivocada no constituirá ninguna ayuda. 10Pero recuerda asimismo
que la elección correcta sí lo será. 11Confía en Él, pues ayudar es
Su función, y Él es de Dios. 12A medida que despiertes otras mentes
al Espíritu Santo a través de Él, y no a través de ti, te darás cuenta de que
no estás obedeciendo las leyes de este mundo. 13Sólo las leyes que
estás obedeciendo dan resultado. 14"Lo bueno es lo que da resultado"
es una afirmación acertada, pero incompleta. 15Sólo lo bueno puede dar resultado. 16Nada
más puede hacerlo.
9. Este curso ofrece un marco de enseñanza muy claro
y muy simple, y te provee de un Guía que te dice lo que debes hacer. 2Si
le obedeces, verás que lo que El te dice es lo que da resultado. 3Los
resultados que se derivan de seguir Su dirección son más convincentes que Sus
palabras. 4Te demostrarán que las palabras son ciertas. 5Siguiendo
al Guía adecuado, aprenderás la más simple de todas las lecciones:
6Por
sus frutos los conoceréis, y ellos se
conocerán así
mismos.
VI. La aceptación de tu hermano
1. ¿Cómo puedes hacerte cada vez más consciente del
Espíritu Santo en ti sino mediante los efectos que Él produce? 2No
puedes verle con tus ojos ni oírle con tus oídos. 3¿Cómo puedes,
entonces, percibirle en absoluto? 4Si inspiras alegría, y otros
reaccionan ante ti con alegría, es que debe haber algo en ti capaz de suscitarla
aunque tú mismo no la estés experimentando. 5Por lo tanto, si se
encuentra en ti y puede suscitar alegría, y ves que ciertamente la suscita en
otros, es que estás separándote de ello dentro de ti.
2. Te parece que el Espíritu Santo no suscita
alegría de manera consistente en ti, debido únicamente a que tú no suscitas
alegría de manera consistente en otros. 2Evalúas la consistencia del
Espíritu Santo basándote en las reacciones de tus hermanos ante ti. 3Cuando
eres inconsistente no siempre produces alegría, y de esta manera no siempre
reconoces Su consistencia. 4Lo que le ofreces a tu hermano se lo
ofreces a Él porque lo que Él da no puede exceder tu ofrecimiento. 5Esto
no se debe a que Él ponga límites en lo que da, sino simplemente a que tú has
puesto límites en lo que puedes recibir. 6La decisión de recibir es
la decisión de aceptar.
3. Si tus hermanos forman parte de ti, ¿por qué no
los ibas a aceptar? 2Sólo ellos pueden enseñarte lo que eres, pues
lo que aprendes es el resultado de lo que les enseñaste. 3Lo que
invocas en ellos lo invocas en ti. 4Y al invocarlo en ellos cobra
realidad para ti. 5Dios no tiene más que un Hijo, y los conoce a
todos cual uno solo. 6Únicamente Dios es más que ellos, pero ellos
no son menos que Él. 7¿Quieres saber lo que esto significa? 8Si
lo que le haces a mi hermano me lo haces a mí, y si todo lo que haces te lo
haces a ti mismo porque todos somos parte de ti, todo lo que nosotros hacemos
es para ti también. 9Todo aquel que Dios creó forma parte de ti y
comparte Su Gloria contigo. 10Su Gloria le pertenece a Él, pero te
pertenece igualmente a ti. 11No puedes, por lo tanto, ser menos
glorioso que Él.
4. Dios es más que tú únicamente porque Él te creó,
pero ni siquiera esta capacidad de crear se reservó Él sólo para Sí. 2Puedes,
por lo tanto, crear tal como Él lo hizo, y tu disociación no puede alterar eso.
3Ni la Luz de Dios ni la tuya se atenúan por el hecho de que tú no
veas. 4Puesto que la Filiación sólo puede crear como una sola
entidad, recuerdas a toda la creación cada vez que reconoces parte de ella. 5Cada
parte que recuerdas contribuye a tu plenitud porque cada parte está completa. 6La plenitud
es indivisible, pero no puedes saber de la plenitud que gozas hasta que no la
veas por todas partes. 7Sólo puedes conocerte tal como Dios conoce a
Su Hijo, pues el conocimiento se comparte con Dios. 8Cuando
despiertes en Él conocerás tu grandeza al aceptar que Su infinitud te
pertenece. 9Pero mientras tanto, juzgarás tu grandeza tal como
juzgues la de tu hermano, y la aceptarás al aceptar la suya.
5. Todavía no estás despierto, pero puedes aprender
a despertar. 2El Espíritu Santo te enseña a despertar a otros de una
manera muy simple. 3A medida que los veas despertar aprenderás lo
que significa despertar, y puesto que has elegido despertarlos, su gratitud y
aprecio por lo que les has dado te mostrará el valor de despertar. 4Ellos
se convertirán en los testigos de tu realidad, tal como todos vosotros fuisteis
creados testigos de la de Dios. 5Mas cuando la Filiación se unifique
y acepte su unicidad* se la conocerá por sus creaciones,
las cuales dan testimonio de su realidad del mismo modo en que el Hijo da
testimonio del Padre.
6. Los milagros no tienen cabida en la eternidad
porque son reparadores. 2Sin embargo, mientras aún necesites
curación, tus milagros son los únicos testigos de tu realidad que puedes reconocer.
3No puedes obrar un milagro para ti mismo porque los milagros son
una forma de dar aceptación y de recibirla. 4En el tiempo, dar
ocurre primero, pero en la eternidad, donde no pueden estar separados, dar y
recibir ocurren simultáneamente. 5Cuando hayas aprendido que dar es
lo mismo que recibir, ya no habrá necesidad de tiempo.
7. La eternidad es un solo tiempo, y su única
dimensión es "siempre". 2Esto no tendrá ningún sentido
para ti hasta que no recuerdes los Brazos abiertos de Dios, y conozcas
finalmente Su Mente receptiva. 3Al igual que Él, tú existes "siempre", en Su
Mente y con una mente como la Suya. 4Tus creaciones se encuentran en
tu mente receptiva en perfecta comunicación nacida de un perfecto
entendimiento. 5Sólo con que pudieses aceptar una de ellas ya no
desearías nada de lo que el mundo ofrece. 6Todo lo demás no
significaría nada para ti. 7El significado de Dios está incompleto
sin ti, y tú estás incompleto sin tus creaciones. 8Acepta a tu hermano
en este mundo y no aceptes nada más, pues en él encontrarás tus creaciones
toda vez que él las creó contigo. 9No sabrás que eres un co-creador
con Dios hasta que no aprendas que tu hermano es un co-creador contigo.
LECCIÓN 95
Soy un solo Ser, unido a mi Creador.
1. La idea de hoy te describe exactamente tal como
Dios te creó. 2Eres uno solo contigo mismo y uno solo con Él. 3Tuya
es la unidad de toda la creación. 4Tu perfecta unidad hace que
cualquier cambio en ti sea imposible. 5No aceptas esto, ni te das
cuenta de que no puede sino ser verdad, debido únicamente a que crees que ya
has efectuado un cambio en ti.
2. Crees ser una ridícula parodia de la creación de
Dios: débil, perverso, lleno de fealdad y de pecado, abatido por la miseria y
agobiado por el dolor. 2Tal es la versión que tienes de ti mismo: un
ser dividido en muchas partes conflictivas y separadas de Dios que a duras
penas se mantienen unidas por su errático y caprichoso hacedor, a quien rezas.
3Él no oye tus rezos, pues es sordo. 4No ve tu unidad,
pues es ciego. 5No entiende que tú eres el Hijo de Dios, pues es
insensato y no comprende nada.
3. Hoy trataremos de ser conscientes únicamente de lo
que puede oír y ver, y tiene perfecto sentido. 2Una vez más, la meta
de nuestros ejercicios será llegar hasta tu único Ser, el Cual está unido a Su
Creador. 3Lleno de paciencia y esperanza, hoy volveremos a tratar de
llegar hasta Él.
4. Dedicar los primeros cinco minutos de cada hora de
vigilia a practicar la idea del día te ofrece ciertas ventajas en la etapa de
aprendizaje en la que te encuentras ahora. 2Es muy difícil a estas
alturas evitar que la mente divague si se la somete a largos períodos de
práctica. 3Seguramente ya te habrás percatado de esto. 4Has
visto cuán grande es tu falta de disciplina mental y la necesidad que tienes
de entrenar a tu mente. 5Es necesario que reconozcas esto, pues
ciertamente es un obstáculo para tu progreso.
5. Las sesiones de práctica más cortas y más
frecuentes te ofrecen otras ventajas en este momento. 2Además de
haber reconocido cuán difícil te resulta mantener tu atención fija por largos
intervalos, tienes también que haber notado que, a no ser que se te recuerde
frecuentemente tu propósito, tiendes a olvidarte de él por largos períodos de
tiempo. 3A menudo te olvidas de llevar a cabo las aplicaciones
cortas de la idea del día, y aún no has formado el hábito de utilizar la idea
como respuesta automática a cualquier tentación.
6. Es necesario, pues, que, a estas
alturas, dispongas de cierta estructura en la que se incluyen recordatorios
frecuentes de tu objetivo e intentos regulares de alcanzarlo. 2La
regularidad en cuanto al horario, no es el requisito ideal para la forma más
beneficiosa de practicar la salvación. 3Es algo ventajoso, no
obstante, para aquellos cuya motivación es inconsistente
y cuyas defensas contra el aprendizaje son todavía
muy fuertes.
7. Continuaremos, por lo tanto, con
nuestras sesiones de práctica de cinco minutos cada hora por algún tiempo, y se
te exhorta a que omitas las menos posibles. 2Utilizar los primeros
cinco minutos de cada hora te resultará especialmente útil, ya que ello impone
una estructura más firme. 3No obstante, no utilices tus desviaciones
de este horario como una excusa para no volver a adherirte a él tan pronto como
puedas. 4Puede que te sientas tentado de considerar el día como
perdido simplemente porque dejaste de hacer lo que se requería de ti. 5Esto,
no obstante, se debe reconocer sencillamente como lo que es: una renuencia por
tu parte a permitir que el error sea corregido y una falta de buena voluntad
para tratar de nuevo.
8. Tus errores no pueden hacer que
el Espíritu Santo se demore en impartir Sus enseñanzas.
2Sólo tu renuencia a desprenderte de ellos puede hacerlo. 3Resolvamos,
por consiguiente, especialmente durante los próximos siete u ocho días, estar
dispuestos a perdonarnos a nosotros mismos nuestra falta de diligencia y el no
seguir al pie de la letra las instrucciones que se nos dan para practicar la
idea del día. 4Esta tolerancia con la debilidad nos permitirá
pasarla por alto, en lugar de otorgarle el poder de demorar nuestro
aprendizaje. 5Si le otorgarnos ese poder, creeremos que es fortaleza,
y estaremos confundiendo la fortaleza con la debilidad.
9. Cuando no cumples con los
requisitos de este curso, estás simplemente cometiendo un error. 2Y lo único que ello requiere es corrección. 3Permitir
que el error siga repitiéndose es cometer errores adicionales, que se basan en
el primero y que lo refuerzan. 4Éste es el proceso que debes dejar
a un lado, pues no es sino otra manera de defender las ilusiones contra la
verdad.
10. Deja atrás todos estos errores reconociéndolos
simplemente como lo que son: 2intentos de mantener alejado de tu conciencia el hecho de que eres un solo Ser, unido a tu Creador, uno con cada
aspecto de la creación y dotado de una paz y un poder infinitos. 3Esto
es la verdad y nada más lo es. 4Hoy volveremos a afirmar esta verdad
y a tratar de llegar a aquel lugar en ti donde no existe la menor duda de que
sólo eso es verdad.
11.
Comienza las sesiones de práctica de hoy con la
siguiente garantía y ofrécesela a tu mente con toda la certeza de que puedas
hacer acopio:
2Soy un solo Ser, unido a mi Creador, uno con cada aspecto de la
creación, dotado de una paz y un poder infinitos.
3Luego cierra los ojos y repítela
otra vez para tus adentros, lentamente y a conciencia, tratando de dejar que
el significado de las palabras penetre en tu mente y reemplace todas tus ideas
falsas:
4Soy un solo Ser.
5Repite esto varias veces y luego
trata de experimentar lo que las palabras quieren decir.
12. Eres un solo Ser, unificado y a
salvo en la luz, la dicha y la paz. 2Eres el Hijo de Dios, un solo
Ser, con un solo Creador y un solo objetivo: brindar a todas las mentes la
conciencia de esta unidad, de manera que la verdadera creación pueda extender
la Totalidad y Unidad de Dios. 3Eres un solo Ser, completo, sano y
pleno, con el poder de levantar el velo de tinieblas que se abate sobre el
mundo y dejar que la luz que mora en ti resplandezca a fin de enseñarle a éste
la verdad de lo que eres.
13. Eres un solo Ser, en perfecta
armonía con todo lo que existe y con todo lo que jamás existirá. 2Eres
un solo Ser, el santo Hijo de Dios, unido a tus hermanos en ese Ser y unido a
tu Padre en Su Voluntad. 3Siente a este único Ser en ti, y deja que
Su resplandor disipe todas tus ilusiones y dudas. 4Éste es tu Ser,
el Hijo de Dios Mismo, impecable como Su Creador, Cuya fortaleza mora en ti y
Cuyo Amor es eternamente tuyo. 5Eres un solo Ser, y se te ha
concedido poder sentir este Ser dentro de ti y expulsar todas tus ilusiones
fuera de la única Mente que es ese Ser, la santa verdad en ti.
14.
No te olvides hoy. 2Necesitamos tu
ayuda, el pequeño papel que te corresponde desempeñar para brindar felicidad a
todo el mundo. 3Y el Cielo te contempla sabiendo que hoy vas a intentarlo.
4Comparte, por lo tanto, su certeza con él, pues es tuya. 5Mantente
alerta. 6No te olvides hoy. 7Recuerda tu objetivo a lo
largo del día. 8Repite la idea de hoy tan a menudo como puedas,
comprendiendo que cada vez que lo haces, alguien oye la voz de la esperanza, el
alborear de la verdad en su mente y el sereno batir de las alas de la paz.
15. Tu propio reconocimiento de que eres un solo Ser,
unido a tu Padre, es un llamamiento a todo el mundo para que se una a ti. 2Asegúrate
de extender la promesa de la idea de hoy a todo aquel con quien te encuentres
en este día diciéndole:
3Tú y yo somos un solo Ser, unidos con
nuestro Creador en este Ser.
4Te honro por razón de lo que soy, y de lo
que es Aquel que nos ama
a ambos cual uno solo.
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