LECCIÓN 110
Soy tal como Dios me creó.
1. Repetiremos la idea de hoy de
vez en cuando. 2Pues sólo con este pensamiento bastaría para
salvarte a ti y al mundo, si creyeses que es verdad. 3Su veracidad
significa que no has efectuado ningún cambio real en ti, ni que tampoco has
cambiado el universo de manera que lo que Dios creó hubiese podido ser reemplazado
por el miedo y la maldad, por la aflicción y la muerte. 4Si sigues
siendo tal como Dios te creó, el miedo no tiene sentido, la maldad no es real y
la aflicción y la muerte no existen.
2.
La idea de hoy es, por lo tanto, todo cuanto
necesitas para dejar que la absoluta corrección sane tu mente y te conceda una
visión perfecta que corrija todos los errores que cualquier mente haya podido
cometer en cualquier momento o lugar. 2Esta idea es suficiente para
sanar el pasado y liberar el futuro. 3Esta idea es suficiente para
permitir que el presente se acepte tal como es. 4Esta idea es
suficiente también para dejar que el tiempo sea el medio por el que el mundo
entero aprende a escaparse del tiempo y de todos los cambios que éste parece
producir con su pasar.
3.
Si sigues siendo tal como Dios te creó, las
apariencias no pueden reemplazar a la verdad, la salud no puede trocarse en
enfermedad, la muerte no puede suplantar a la vida ni el miedo al amor. 2Nada
de eso ha ocurrido si tú sigues siendo tal como Dios te creó. 3No
necesitas otro pensamiento que éste para permitir que la redención venga a
iluminar al mundo y a liberarlo del pasado.
4.
Con este pensamiento basta para erradicar todo
el pasado y salvar el presente a fin de que se pueda extender serenamente hasta
un futuro intemporal. 2Si eres tal como Dios te creó,
entonces no ha habido separación alguna entre tu mente y la Suya, ni división
entre tu mente y otras mentes, y sólo ha habido unidad en la tuya.
5.
El poder sanador de la idea de hoy es
ilimitado. 2La idea de hoy es la cuna de todos los milagros, la gran
restauradora de la verdad en la conciencia del mundo. 3Practica la
idea de hoy con gratitud. 4Ésta es la verdad que te hará libre. 5Ésta
es la verdad que Dios te ha prometido. 6Ésta es la Palabra con la
que a todo sufrimiento le llega su fin.
6.
Comienza las sesiones de práctica de cinco minutos con
esta cita del texto:
2Soy tal como Dios me creó.
3Su Hijo no puede
sufrir.
4Y yo soy Su Híjo.
7.
Luego, mientras mantienes esta afirmación fija
en la mente, trata de encontrar en ella al Ser que es el santo Hijo de Dios
Mismo.
8.
Busca en tu interior a Aquel que es el Cristo
en ti, el Hijo de Dios y hermano del mundo; el Salvador que ha sido salvado
para siempre y que tiene el poder de salvar a todo aquel que entra en contacto
con Él, por levemente que sea, y le pida la Palabra que le dice que él es Su
hermano.
9.
Eres tal como Dios te creó. 2Honra hoy
a tu Ser, 3y no rindas culto a las imágenes que fabricaste para que
fuesen el Hijo de Dios en lugar de lo que él es. 4En lo más
recóndito de tu mente el santo Cristo en ti espera a que lo reconozcas como lo
que tú eres. 5Y mientras no lo reconozcas y Él
siga siendo un desconocido para ti, tú seguirás perdido y sin saber quién eres.
10.
Búscalo hoy y encuéntralo. 2Él te
salvará de todos los ídolos que has inventado. 3Pues cuando lo
encuentres, comprenderás cuán indignos son tus ídolos y cuán falsas las imágenes
que creías ser. 4Hoy damos un paso gigantesco hacia la verdad al
abandonar nuestros ídolos y abrir nuestros brazos, nuestros corazones y nuestras
mentes a Dios.
11.
Lo recordaremos a lo largo del día con nuestros
corazones rebosantes de gratitud y albergando solamente pensamientos amorosos
hacia todos aquellos que hoy se crucen en nuestro camino. 2Pues así
es como lo recordaremos. 3Y para poder recordar a Su Hijo, nuestro santo Ser,
el Cristo en cada uno de nosotros diremos:
4Soy tal como Dios me creó.
5Declaremos esta verdad tan a
menudo como podamos. 6Ésta es la Palabra de Dios que te hace libre. 7Ésta
es la llave que abre las puertas del Cielo y te permite entrar a la paz de Dios
y a Su eternidad.
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