10. La más seria amenaza para el ego es, pues, que
te des cuenta de que cualquier cosa que parezca separarte de Dios es únicamente
miedo, sea cual sea la forma en que se manifieste e independientemente de cómo
el ego desee que lo experimentes: 2Su sueño de autonomía se
estremece hasta su raíz cuando cobras conciencia de esto. 3Pues si
bien puedes tolerar una falsa idea de independencia, no aceptarías el costo en
miedo que ello supone una vez que lo reconocieses. 4Pero ése
es su costo, y el ego no puede reducirlo. 5Si pasas por alto el amor
estás pasándote por alto a ti mismo, y no podrás sino tener miedo de la
irrealidad porque te habrás negado a
ti mismo. 6Al creer que tu ataque contra la verdad ha tenido éxito,
creerás que el ataque tiene poder. 7Dicho llanamente, pues, te has
vuelto temeroso de ti mismo. 8Y nadie quiere encontrar lo que cree
que le destruiría.
11. Si se pudiese lograr el objetivo de autonomía
del ego, el propósito de Dios podría ser truncado, y eso es imposible. 2Solamente
aprendiendo lo que es el miedo puedes por fin aprender a distinguir lo posible
de lo imposible y lo falso de lo verdadero. 3De acuerdo con las
enseñanzas del ego, su objetivo se puede lograr, pero el propósito de Dios no. 4De acuerdo con las
enseñanzas del Espíritu Santo, únicamente
el propósito de Dios se puede lograr, y ya se ha logrado.
12. Dios
depende de ti tanto como tú de Él porque Su Autonomía incluye la tuya, y, por
lo tanto, está incompleta sin ella. 2Sólo puedes establecer tu
autonomía identificándote con Él y llevando a cabo tu función tal como es en
verdad. 3El ego cree que alcanzar su objetivo es la felicidad. 4Pero
te ha sido dado conocer que la función de Dios es la tuya y que la felicidad no
se puede encontrar aparte de vuestra Voluntad conjunta. 5Reconoce
únicamente que el objetivo del ego, que tan diligentemente has perseguido, no
te ha aportado más que miedo, y se hará muy difícil mantener que el miedo es
felicidad. 6Respaldado por el miedo, esto es lo que el ego quiere
que creas. 7Pero el Hijo de Dios no está loco y no lo puede creer. 8De
reconocer esto, no lo aceptaría, 9pues sólo un loco elegiría el
miedo en lugar del amor, y sólo un loco podría creer que atacando es cómo se
alcanza el amor. 10Pero el que ha sanado se da cuenta de que sólo el
ataque, del que el Amor de Dios le protege completamente, puede producir miedo.
13. El ego analiza, el Espíritu Santo acepta. 2Sólo
por medio de la aceptación se puede llegar a apreciar la plenitud, pues
analizar significa fragmentar o separar. 3Tratar de entender la
totalidad fragmentándola es, claramente el enfoque típicamente contradictorio
que el ego utiliza para todo. 4El ego cree que el poder, el
entendimiento y la verdad radican en la separación, y que para establecer esta
creencia tiene que atacar. 5Al no darse cuenta de que es imposible
establecer esa creencia, y obsesionado por la convicción de que la separación
es la salvación, el ego ataca todo lo que percibe, desmenuzándolo en partes
pequeñas y desconectadas sin ninguna relación significativa entre sí, y
desprovistas, por lo tanto, de todo significado. 6El ego siempre
substituirá lo que tiene significado por el caos, pues si la separación es la
salvación, la armonía es una amenaza.
14. Las interpretaciones que el ego hace de las
leyes de la percepción son, y no pueden sino ser, exactamente las opuestas a
las del Espíritu Santo. 2El ego se concentra en el error y pasa por
alto la verdad. 3Hace que todos los errores que percibe sean reales,
y concluye -utilizando su razonamiento típicamente circular- que la idea de una
verdad consistente no tiene sentido por razón de los errores. 4El
siguiente paso, entonces, es obvio. 5Si la idea de una verdad
consistente no tiene sentido, la inconsistencia tiene que ser verdad. 6Teniendo
muy presente el error, y, protegiendo lo que ha hecho real, el ego procede al
siguiente paso en su sistema de pensamiento: el error es real y la verdad es
un error.
15. El ego no trata de comprender esto, lo cual es
obviamente incomprensible, pero trata por todos los medios de demostrarlo y eso
es lo que hace constantemente. 2Valiéndose del análisis para atacar
el significado, el ego logra pasarlo por alto, y lo que le queda es una serie
de percepciones fragmentadas que él unifica en beneficio propio. 3Esto
se convierte, entonces en el universo que percibe. 4Y es este
universo lo que a su vez se convierte en la demostración de su propia realidad.
16. No subestimes el poder de atracción que las
demostraciones del ego ejercen sobre aquellos que están dispuestos a
escucharle. 2La percepción selectiva escoge sus testigos
cuidadosamente, y el testimonio de esos testigos es, congruente. 3Los
argumentos en favor de la locura son convincentes para los locos, 4pues
todo razonamiento concluye allí donde comienza, y no hay sistema de pensamiento
que pueda trascender su propia fuente. 5Aun así, el razonamiento que
carece de sentido no puede demostrar nada, y aquellos a quienes convence no
pueden sino estar engañados. 6¿Cómo iba a poder enseñar
verdaderamente el ego, cuando pasa por alto la verdad? 7¿Cómo iba a
poder percibir lo que ha negado? 8Sus testigos dan testimonio de su
negación, pero no de lo que ha negado. 9El ego mira de frente al
Padre y no lo ve, pues ha negado a Su Hijo.
17. ¿Te
gustaría recordar al Padre? 2Acepta a Su Hijo y lo recordarás. 3No
hay nada que pueda demostrar que Su Hijo es indigno, pues no hay nada que pueda
probar que una mentira es verdad. 4Lo que ves en Su Hijo a través de
los ojos del ego es una demostración de que Su Hijo no existe. aSin
embargo, dondequiera que el Hijo esté allí tiene que estar el Padre. 5Acepta
lo que Dios no niega, y ello te demostrará su verdad. 6Los
testigos de Dios se alzan en Su Luz y, contemplan lo que Él creó. 7Su
silencio es la señal de que han contemplado al Hijo de Dios, y en la Presencia
de Cristo no tienen que demostrar nada, pues Cristo les habla de Sí Mismo y de
Su Padre. 8Guardan silencio porque Cristo les habla, y
son Sus palabras las que brotan de sus labios.
18. Cada hermano con quien te encuentras se
convierte en un testigo de Cristo o del ego, dependiendo de lo que percibas en
él. 2Todo el mundo te convence de lo que quieres percibir y de la
realidad del reino en favor del cual has decidido mantenerte alerta. 3Todo
lo que percibes da testimonio del sistema de pensamiento que quieres que sea
verdadero. 4Cada uno de tus hermanos tiene el poder de
liberarte si tú decides ser libre. 5No puedes aceptar falsos
testimonios acerca de un hermano a menos que hayas convocado falsos testigos
contra él. 6Si no te habla de Cristo, es que tú no le hablaste de
Cristo a él. 7No oyes más que tu propia voz, y si Cristo habla a
través de ti, le oirás.
LECCIÓN 114
Para
los repasos de mañana y noche:
1. (97) Soy espíritu.
2Soy el Hijo de Dios. 3No
hay cuerpo que pueda contener mi espíritu o imponerme una limitación que Dios
no haya creado.
2. (98) Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de
Dios para la salvación.
2¿Cuál podría ser mi función sino aceptar la Palabra
de Dios, Quien me creó para ser lo que soy y lo que por siempre he de ser?
3. A la hora en punto:
2Soy
espíritu.
3Media hora
más tarde:
4Aceptaré
el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación.
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