XI. El estado de gracia
1. El Espíritu Santo siempre te guiará acertadamente
porque tu dicha es la Suya. 2Eso es lo que Su Voluntad dispone para
todos porque habla en representación del Reino de Dios, que no es otra cosa que dicha. 3Seguirle,
por consiguiente, es la cosa más fácil del mundo, y lo único, que es fácil, ya
que no es de este mundo. 4Por lo tanto, es algo natural. 5El
mundo va en contra de tu naturaleza, al estar en desacuerdo con las leyes de
Dios. 6El mundo percibe grados de dificultad en todo. 7Eso
se debe a que el ego no percibe nada como completamente deseable. 8Al
demostrarte a ti mismo que no hay grados de dificultad en los milagros, te convencerás
de que, en tu estado natural, no hay grados de dificultad en absoluto porque tu estado natural es un estado de
gracia.
2. La gracia es el estado natural de todos los Hijos
de Dios. 2Cuando no están en estado de gracia, están fuera de su
medio ambiente, y, por lo tanto, no se desenvuelven bien. 3Todo lo
que hacen les produce tensión porque no fueron creados para el medio ambiente
que ellos mismos se han labrado. 4No pueden, por lo tanto, adaptarse
a él, ni hacer que dicho ambiente se adapte a ellos. 5De nada sirve
intentarlo. 6Un Hijo de Dios es feliz únicamente cuando sabe que
está, con Dios. 7Ése es el único medio ambiente en el que no sufre
tensión porque ahí es donde le corresponde estar. 8Es también el
único medio ambiente que es digno de él porque su valía está más allá de
cualquier cosa que él pueda inventar.
3. Examina el reino que fabricaste y juzga su valor
imparcialmente. 2¿Es acaso digno de ser la morada de una
criatura de Dios? 3¿Protege tal mundo su paz e irradia amor sobre
ella? 4¿Evita acaso que su corazón se vea afectado por el miedo, y
le permite dar siempre sin experimentar ninguna sensación de pérdida? 5¿Le
enseña que esa forma de dar es su dicha, y que Dios Mismo le agradece lo que
da? 6Ése es el único ambiente en el que puedes ser feliz. 7Tú
no lo puedes "crear", como tampoco puedes "crearte" a ti
mismo. 8Fue creado para ti, tal como tú fuiste creado para él. 9Dios
vela por Sus Hijos y no les niega nada. 10Mas cuando ellos lo niegan
a Él, dejan de ser conscientes de eso porque se niegan todo a sí mismos. 11Tú,
que podrías estar dando el Amor de Dios a todo lo que ves, a todo lo que tocas
y a todo lo que recuerdas, estás literalmente negándote el Cielo a ti mismo.
4. Te exhorto a recordar que te he escogido a ti
para que le enseñes al Reino lo que es el Reino. 2Esta lección no
admite excepciones porque la falta de excepciones es la lección en sí. 3Cada Hijo que regresa al Reino con
esta lección en su corazón ha sanado a la Filiación y ha dado gracias a Dios. 4Todo
aquel que aprende esta lección se convierte en el maestro perfecto porque la ha
aprendido del Espíritu Santo.
5. Cuando una mente contiene solamente luz, conoce
solamente la luz. 2Su propia luminiscencia alumbra todo en su
derredor, y se extiende hasta la penumbra de otras mentes, y las transforma en
majestad. 3La Majestad de Dios se encuentra en ellas para que la
reconozcas, la aprecies y la conozcas. 4 La manera de aceptar tu
herencia es reconociendo la Majestad de Dios en tu hermano. 5Dios
sólo da de manera equitativa. 6Si reconoces Su don en cualquiera,
habrás reconocido lo que Él te ha dado a ti. 7Nada es más fácil de
reconocer que la verdad, 8ya que es un reconocimiento inmediato,
inequívoco y natural. 9Te has enseñado a ti mismo a no reconocerla,
y esto ha sido muy difícil para ti.
6. Al hallarte fuera de tu ambiente natural es muy
posible que te preguntes:"¿Qué es la verdad?", toda vez que la verdad
es el medio ambiente por el cual y para el cual fuiste creado. 2No
te conoces a ti mismo porque no conoces a tu Creador. 3No conoces
tus creaciones porque no conoces a tus hermanos, quienes las crearon junto
contigo. 4He dicho que únicamente la Filiación en su totalidad es
digna de ser co-creadora con Dios, ya que únicamente la Filiación en su
totalidad puede crear como Él. 5Siempre que sanas a un hermano
reconociendo su valía, estás reconociendo su poder para crear, así como el
tuyo propio. 6Él no puede haber perdido lo que tú reconoces en él, y
tú no puedes sino poseer la gloria que ves en él. 7Él es un
co-creador con Dios al igual que tú. 8Niega su poder creativo, y
estarás negando el tuyo y el de Dios, que te creó.
7. No puedes negar parte de la verdad. 2No
conoces tus creaciones porque no conoces a su creador. 3 No te
conoces a ti mismo porque no conoces el tuyo. 4Tus creaciones no
pueden establecer tu realidad, tal como tú tampoco puedes establecer la de
Dios. 5Pero sí puedes conocer tu
realidad y la de Dios. 6Al Ser se le conoce mediante el acto de
compartirlo. 7Puesto que Dios compartió su Ser contigo, Lo puedes
conocer. 8Pero tienes también que conocer todo lo que Él creó, para
saber lo que ellos han compartido. 9Sin tu Padre no podrás conocer
tu propia paternidad. 10El Reino de Dios incluye a todos Sus Hijos y
a los hijos de éstos, que son tan semejantes a los Hijos como éstos son
semejantes al Padre. 11Conoce, entonces, a los Hijos de Dios, y
habrás conocido a toda la creación.
LECCIÓN 77
Tengo derecho a los milagros.
1.
Tienes derecho a los milagros debido a lo que
eres. 2Recibirás milagros debido a lo que Dios es. 3Y
ofrecerás milagros debido a que eres uno con
Dios. 4Una vez más, ¡cuán simple es la salvación! 5Es
sencillamente una afirmación de tu verdadera Identidad. 6Esto es lo
que celebraremos hoy.
2. Tu derecho a
los milagros no se basa en las ilusiones que tienes acerca de ti mismo. 2No
depende de ningún poder mágico que te hayas adscrito ni de ninguno de los
rituales que has ingeniado. 3Es inherente a la verdad de lo que
eres. 4Está implícito en lo que Dios, tu Padre, es. 5Tu
derecho a los milagros quedó establecido en tu creación y está garantizado por
las leyes de Dios.
3. Hoy
reivindicaremos los milagros a los que tienes derecho, pues te pertenecen. 2Se
te ha prometido total liberación del mundo que construiste. 3Se te
ha asegurado que el Reino de Dios se encuentra dentro de ti y que jamás lo
puedes perder. 4No pedimos sino lo que en verdad nos pertenece. 5Hoy, sin embargo, nos aseguraremos también de no conformarnos
con menos.
4. Comienza las
sesiones de práctica más largas de hoy diciéndote a ti mismo con absoluta
certeza que tienes derecho a los milagros. 2Cierra los ojos y
recuerda que estás pidiendo únicamente lo que por derecho propio te pertenece.
3Recuérdate también a ti mismo que los milagros jamás se le quitan
a uno para dárselos a otro, y que al reivindicar tus derechos estás haciendo
valer los derechos de todo el mundo. 4Los milagros no obedecen las
leyes de este mundo. 5Proceden simplemente de las leyes de Dios.
5. Después de esta
breve fase introductoria, espera en silencio la ratificación de que se te ha
concedido tu petición. 2Has pedido la salvación del mundo así como
la tuya. 3Has pedido que se te concedan los medios a través de los
cuales se puede lograr esto. 4Es imposible que no se te den
garantías al respecto. 5No estás sino
pidiendo que se haga la Voluntad de Dios.
6. Al hacer esto,
no estás realmente pidiendo nada. 2Estás afirmando un hecho
innegable. 3El Espíritu Santo no puede sino asegurarte que se te ha
concedido tu petición. 4El hecho de que la aceptases lo confirma. 5Hoy
no hay cabida para la duda ni la incertidumbre. 6Estamos haciendo
por fin una petición real. 7La respuesta es una simple exposición de
un simple hecho. 8Recibirás la ratificación que buscas.
7. Nuestras
sesiones de práctica más cortas serán frecuentes, y estarán dedicadas a
recordar un simple hecho. 2Repite hoy frecuentemente:
3Tengo derecho a
los milagros.
4Pídelos
cada vez que se presente una situación que los requiera. 5Reconocerás
tales situaciones. 6Y como no estás dependiendo de ti mismo para
encontrar el milagro, tienes pleno derecho a recibirlo siempre que lo pidas.
8. Recuerda
también que no te debes conformar con nada que no sea la respuesta perfecta. 2Si te asaltan tentaciones, di de inmediato:
3No
intercambiaré milagros por resentimientos.
4Quiero
únicamente lo que me pertenece.
5Dios
ha establecido mi derecho a los milagros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario