La imagen bidimensional del prisma recuerda el triángulo central del eneagrama.
El Hueco Oscuro del Eneagrama
"Cada uno de los puntos del Uno al Ocho posee una visión sesgada de la realidad (como si viese la realidad iluminada por la luz de un color particular, de manera tal que no sea posible, para cualquiera de estos puntos, ver la realidad en su verdadero aspecto). Directamente opuesta a la oscuridad absoluta del hueco está la luz blanca del Nueve que combina todos los colores de los otros ocho puntos. El Nueve se deslumbra tanto que la imagen de la realidad se disuelve en la luz y no puede enfocarse claramente. Así que la visión de la verdad para el Nueve, a la larga está tan distorsionada como lo está para los otros ocho tipos."
A la luz del Eneagrama
"En los reflejos cromáticos se nos da la vida" (Goethe)
Para obtener la luz blanca nuevamente, pensemos en tres focos de luz de color (naranjo, verde y violeta: modelo RGB) apuntando sobre una superficie blanca en la oscuridad. En la zona donde los tres haces se superponen se forma la luz blanca. Esta mezcla aditiva permite recuperar la luz desde la oscuridad.
Para lograr el diseño final de la figura del eneagrama, aplicamos los haces de luz de acuerdo a esta mezcla aditiva. Las cualidades de cada color aparecen muy bien explicadas en el siguiente cuadro:
Eneatipo
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Color
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Cualidad
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Puntos 1 y 2
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Violeta
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Oscuro, frío. Color activo de la oscuridad.
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Punto 3
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AZUL, color primario (el alma, el inconsciente).
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Oscuro, color activo de la oscuridad, polo frío del
espectro.
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Puntos 4 y 5
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Verde
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Intermedio, mezcla inactiva de luz y oscuridad.
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Punto 6
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AMARILLO, color primario (Espíritu, onciencia).
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Brillante, color activo de la luz, polo cálido del
espectro.
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Puntos 7 y 8
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Naranjo
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Brillante, cálido, color inactivo de la luz.
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Punto 9
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ROJO, color primario (cuerpo, materia).
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Intermedio, inactivo, el producto de la intensificación
del amarillo y el azul.
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El Secreto del Eneagrama - Klausbernd Vollmar
El rostro de
Dios
Dice el
versículo 26 del capítulo primero del Génesis: "Y por fin dijo: Hagamos al
hombre a imagen y semejanza nuestra..."; y dice el 27: "Crió, pues,
Dios al hombre a imagen suya; a imagen de Dios le crió..."
En una de
las tradiciones sufis del siglo X d.C., ¡hace más de un milenio!, el eneagrama
tenía un nombre bellísimo: El Rostro de Dios. Una, no la única, de las
interpretaciones, es que cuando nace un niño, la Luz Blanca Divina se refracta
en un prisma generando nueve colores y de uno de ellos es la Chispa Divina que
cada ser humano recibe y poseerá por el resto de su vida: su virtud. La Compasión de la Verdad, El Amor Activo, La Serena
Perfección, La Libertad del Humilde, La Verdad Esperanzadora, La
Armonía Original, La Generosidad Omnisciente,
La Valentía de la Fe, La Templanza del Gozo... Imposible decidir
cuál es más hermosa... Todas son cualidades del Ser, Atributos de Dios.
Esto
significa que mi número en el eneagrama es la vía o forma con la cual puedo
expresar como está presente en mí, la imagen y semejanza de Dios. Nada menos.
Por eso la
persona vale por lo que es y si cada uno de nosotros tenemos esa imagen y
semejanza, ¿qué hace mi número en el Eneagrama? Me muestra el camino, la
metodología y a la forma con las cuales puedo y debo expresar y vivir, ya que
está viva en mí, la imagen y semejanza de Dios. Y el Uno lo expresa como Uno,
el Dos como Dos y el Tres como tal... Así, todos los seres humanos hasta el
Nueve.
Según estos
sufis, cada uno de los números en el Eneagrama, es como una piedra preciosa en
la cual se refleja la Luz de Dios en forma inequívoca, única e irrepetible.
Esto indica que los sufis ven al Eneagrama como un mosaico, cuya belleza está
en la variedad de sus colores... de todo el colorido.
Ese colorido
lo da cada una de las piedras, siendo el color que le corresponde ser. Si
faltase una piedra u otra, se produciría un vacío y el Mosaico estaría
incompleto. A una piedra yo no podría darle el color que ella no puede dar, a
ninguna otra tampoco. Pero a cada una de ellas, sí tengo el derecho de pedirle
el color que debe dar. De allí que afirmemos que ningún número es mejor que
otro. Debo solo esperar de él, o pedirle, la Luz que le corresponde dar. Es
posible que en un momento dado, según de dónde provenga la luz, una piedra
ilumine más que otra. Pero en otro momento, por la misma razón, ilumine menos.
Por eso la maravilla de la vida, espectáculo de Luz y Sonido, es una
compilación de colores, de luces, de reflectores que van cambiando.
La enseñanza
inherente es que hay que respetar y aceptar a cada uno como es y que los
números no se discuten ni se oponen. Lo que se opone es la actitud que yo tomo
ante otra persona -mi pasión- también característica entre nueve posibles.
Quiero que todos sean como yo, como mi número, lo cual aparte de complicado me
empobrece. Si pretendo que todos sean como yo, lo que estoy es tratando de
impedir que el Rostro de Dios brille en el mosaico, y mi llamado no es a exigir
e imponer a los demás que sean como yo. Mi llamado es a que mi corazón sea el
espejo que refleje la luz de Dios con ese bello color propio.
¡Que hoy y
siempre renazca en cada uno de nosotros el niño Dios e ilumine su entorno con
el color de su brillo natural! .
Ramon Gamero. Terapeuta holistico. (Cita previa 955 99 72 33 - 650 91 73 64)
Talleres organizados por Sanacion Emocional Energetica: En este enlace. http://sanacionemocionalbioenergetica.blogspot.com/2012/03/talleres-informacion-detallada.html
QUILLO, QUE SUTILIDAD, QUE MARAVILLA DE COSAS NOS ENCUENTRAS!!!!, estupendisimo articulo!!!
ResponderEliminarGracias amiga.
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