jueves, 15 de marzo de 2012

Eneagrama - Triada del instinto. 8 - 9 - 1.

Tríada del instinto: Ocho, Nueve y Uno

Tríada del Instinto

Centro:Instintivo
Interés o preocupación:Resistencia y control del entorno, poder, temen ser dominados y explotados
Problemas de:Agresividad y represión que se traducen en "malas" relaciones con los demás y el entorno en general.
Buscan: Autonomía
Sentimiento soterrado:Ira


Tipo de Personalidad Uno


Personas que comparan la realidad con un conjunto de normas o estándares. Pueden ser objetivos, equilibrados y moralmente heroicos o represivos, críticos, y perfeccionistas.
Los Unos tienen una tendencia muy acentuada de manera inconsciente para comparar la realidad con lo que esta debería de ser. Usualmente tienen un conjunto de normas o ideales con los que se miden y con los que comparan el comportamiento de los demás y del mundo a su alrededor.
Estos ideales difieren de persona a persona. Algunos podrían preocuparse por las normas espirituales mientras que otros se enfocan en los buenos modales. Otros podrían ser los reformadores sociales y en otros simplemente se manifiesta como el deseo de vivir vidas correctas o justas y mejorar en las labores que desempeñan.
En su aspecto Sano, son especialistas en la percepción moral exacta y la evaluación objetiva. Mucho más que otros estilos en el eneagrama, los Unos pueden ser éticamente discernidores, desapasionados y justos. Pueden ser tanto excelentes sacerdotes y jueces como críticos sociales constructivos.

Pueden ser generosos y moralmente heroicos, podrían sacrificarse personalmente en aras de un ideal. Si tienen una causa o una misión, trabajarán enérgica y responsablemente para cumplirla.
Valoran la ética y la integridad por sobre la conveniencia, ganancia o las soluciones facilistas. Las personas con este estilo a menudo despliegan un perfeccionismo equilibrado y alegre que armonizan con el perdón y la compasión.

Poseen una gran capacidad para la sensatez y la moderación. Son personas de principios fuertes y de mucha energía orientadas a la acción. Prestan atención al significado de los actos. Buscan las verdades eternas y confían en ellas. Son visionarios con miras claras de lo correcto y el modo de alcanzarlo.
Cuando los Unos son menos sanos, su preocupación con los principios y los altos ideales degenera en una preocupación más mundana por las reglas y las normas. De forma tal que pueden iniciar cruzadas por una causa que tiene, sin embargo, más promoción del ego de lo que ellos mismos se dan cuenta. Confunden la moralidad con el moralismo y el discernimiento con el juicio.
Los Unos menos sanos podrían sacrificarse para mantener las reglas, pero inconscientemente resentirse. Pueden ponerse críticos o enfadados cuando su celo de reformas no es compartido por el mundo en general. Podrían trabajar aun muy duramente y sostener normas estrictas de conducta, pero su discurso puede tornarse punzante por sus ácidos comentarios, dado que su irritación los atraviesa sin que lo noten. Su calma y perspectiva ética, puede denigrar en un pensamiento polar o dual —o proposiciones de ni esto ni lo otro tampoco, dilemas de bueno o malo que reducen las situaciones complejas a simples opciones de blanco y negro.

El esfuerzo de un Uno por ser bueno es una empresa muy tensa, a la vez que lo lleva a menudo a la conducta
rígida, la exigencia y la preocupación obsesiva. Muchos luchan con sus deseos, sobre todo los malos. Éstos son a menudo de naturaleza sensual, todo lo contrario de lo que cualquier Uno considera una conducta buena y virtuosa
Los problemas sociales pueden surgir porque los Unos tienen problemas para saber cuando están enfadados y no comprenden cuanto de irritados y represivos suenan a los demás. Cuando se sienten inseguros o criticados, la reacción defensiva de un Uno es comenzar a Juzgar. Sencillamente no aceptan la realidad tal cual es y no esperan que usted lo haga.
Cualquier cosa que desaprueban de sí mismos lo condenan en los demás. No pueden permitirse actuar mal pero eso no significa que no lo deseen. Los Unos en este estado tienden a negar o contener sus deseos y entonces los proyectan al exterior.

Así un Uno podría ver una invitación para nadar en un día de verano y de repente empezar a hablar sobre los males de la pereza y los trajes de baño tan pequeños que la gente usa hoy día. Los Uno transfieren su deseo sensual de nadar hacia el ambiente y entonces incriminan al deseo.


Las personas muy enfermas con este estilo pueden crecer obsesivas, paranoicas y celosas. Pueden ser crueles y persecutorias al servicio de la bondad. Malsanos pueden ser moralmente vanos e hipócritas, así como obsesionados con cumplir proyectos y misiones enfermizamente concebidas. Muchas formas de fundamentalismos religiosos e ideológicos se disparan a través de este espíritu de enferma Unosedad.
Centro:Instintivo
Pasión:Ira
Fijación:Resentimiento
Visión de sí mismo: "Yo reformo"
Estructura de temor (lo que evita):Furia abierta
Estructura de deseo:Sentirse perfecto
Trampa o justificación:Perfección
Otros descriptores:Crítica, exigencia, dominación, perfeccionismo, hipercontrol, autocrítica soterrada, disciplina, irritación no expresada, rigidez, puritanismo, autoconfianza.


LAS PASIONES CAPITALES
1. LA IRA

por Alfonso Colodrón


Todos conocemos personas justas, dignas, esforzadas y amigas de decirnos lo que debemos hacer, bajo el disfraz de la sugerencia o del consejo que, de alguna manera, nos hacen sentir culpables o, cuando menos, niños regañados o alumnos imperfectos. Son las personas clasificadas en el Eneagrama de la personalidad como "unos". Corresponden al tipo de persona justiciera, cuyos correctísimos modales y, muchas veces, voz meliflua ocultan una ira contenida por el tabú de la violencia. "Nunca jamás la violencia", al menos abiertamente manifestada, podría ser uno de sus eslóganes. Su arma más utilizada: la crítica hacia los demás y, a veces, la autocrítica. En cualquier caso, el otro siempre queda en posición de inferioridad, por no alcanzar el modelo de perfección ideal.
En su infancia solían ser niños o niñas buenas, que se tragaban su rebeldía y, ajustándose a las normas, conseguían ser modelos para los demás. Una manera como otra de conseguir amor y aprobación, pero a cambio de un precio altísimo: traicionar su espontaneidad y su anhelo de disfrute de la vida. Para ello, debieron construirse un falso mundo ideal y perfecto al que ajustar todos sus pensamientos, sentimientos y acciones.
A medida que crecían se iban dando cuenta de que el mundo no era como les habían dicho, como ellos se lo habían pintado; empezaron a acumular resentimiento, oculto muchas veces bajo el apego a las reglas y al orden, el predominio del deber sobre el placer, la inflexibilidad moral y un alto concepto de sí mismas, casi siempre en contradicción con su afán de perfección.
Quien no haya convivido con un "uno" difícilmente se dará cuenta de que tanto deseo de perfección y tanta sobrevaloración de la virtud oculta un oscurecimiento del Ser. Como muy bien apunta A.H. Almaas, que se inició en el eneagrama con Claudio Naranjo, la virtud correspondiente a esa ira reprimida y basada en su creencia en la imperfección del mundo y de los demás es la Perfección Sagrada: la realidad es perfecta en este instante tal como es en sus múltiples facetas y aparentes contradicciones. Ésa es la distorsión cognitiva del iracundo: que la Realidad nunca se acerca al ideal de realidad que ha formado en su mente, que desea para sí y para los demás, porque toma la parte -sus deseos- por el Todo, la Realidad tal cual Es.
Claudio Naranjo pone de relieve que los autores cristianos pensaban que la ira era uno de los obstáculos para la virtud, sin advertir que, precisamente, bajo la apariencia de virtud es como encuentra la ira inconsciente en su forma de expresión más característica. Exceptúa a San Juan de la Cruz que, en su "Noche oscura del alma" describe con exactitud el "pecado" de la ira de los novicios espirituales que "se airan contra los vicios ajenos con cierto celo desasosegado... les dan ímpetus de reprehenderlos enojosamente, haciéndose ellos dueños de la virtud... Hay otros que cuando se ven imperfectos... se airan contra sí mismos... tienen tanta impaciencia, que querrían ser santos en un día". En cualquier caso, el "uno" se ve altruista y su impaciencia es sólo la de aquel que desea la justicia y el orden para todos.
Sería simplista meter a todos los "iracundos contenidos" en el mismo saco. Los hay perfeccionistas que sufren y hacen sufrir a los demás intentando que todo lo que hacen sea perfecto, obsesivos por el orden e incapaces de delegar tareas, porque nadie las hace tan bien como ellos. Los hay perfeccionadores que nunca están satisfechos con lo que hacen: la carne podría haber estado más en su punto, al pescado le podrían haber puesto un poco más de eneldo, la raya del pantalón les salió un poco torcida; el problema es que esa insatisfacción de no dar nunca la talla de su ideal la transfieren a las personas con las que trabajan o conviven: todo lo que éstas hacen, siempre lo podrían haber hecho un poco mejor con solo un poquito más de esfuerzo y mejor voluntad. Pero también están los perfectos: ellos lo hacen todo mejor; su mecanismo preferido es la proyección: el mundo iría mejor si todos pensasen y actuasen como ellos. La causa de su infelicidad son los demás o, como diría Sartre, "el infierno son los otros". En lugar de responsabilizarse de sus deseos -"yo quiero"-, simplemente afirman: "tú debes".
A un "uno" le encantaría ser juez, fiscal, inspector de Hacienda, maestro y, en otros tiempos, estaría muy a gusto en la piel de un inquisidor o de un cruzado. Un buen ejemplo oriental de este tipo de carácter sería Confucio, maestro y predicador de la piedad filial, las virtudes sociales y la obediencia al Estado. En Occidente, tal vez el más influyente de los personajes históricos con este tipo de carácter sea Martín Lutero, quien, según Erik Erikson, por la ira que le producía su padre, fue capaz de desafiar al hombre más poderoso de su tiempo, el Papa, y crear todo un movimiento religioso, filosófico, político y social basado en la crítica a la corrupción de la Iglesia católica romana.
Socialmente, este primer tipo del eneagrama podría ser ejemplificado por el carácter anglosajón victoriano del siglo pasado, encorsetado en rígidas normas legales y sociales, autocomplaciente, menospreciador de las culturas ajenas, impulsado a salvarlas de su "ignorancia" y "salvajismo". La enorme violencia soterrada queda velada por los buenos modales y un aparente comportamiento flemático. La "justa indignación" ante los "desmanes" ajenos, tal vez aquellos que ellos no se permiten, pero que desean desde lo más profundo de sus impulsos reprimidos, puede adoptar actitudes que van desde marginar al "desviado" hasta imponerle la pena capital con toda justificación y la mejor buena conciencia, para "cortar el cáncer social de raíz". Un personaje de película que representa muy bien este tipo de carácter sería el padre de los niños que tiene que cuidar Mary Poppins, siempre apegado a su reloj, sus horarios y sus normas perfectas e inflexibles, su orden impecable: la costumbre inmemorial y los sólidos principios éticos y sociales convertidos en ley irrevocable. En la única realidad.
En definitiva, los "unos" han olvidado sus verdaderos impulsos y deseos en aras de hacer lo correcto, que es la medida de su autoimagen, lo que les da valor a sus propios ojos. Un buen vino deberá reservarse para un día de fiesta o una ocasión en que haya que agasajar a unos amigos, pero jamás tomársela para alegrarse un poco un día malo o monótono. Unos bombones deberán ser compartidos; si se toman a solas, habrá que justificarse para liberarse del sentido de culpa. El placer por el placer es tan tabú como la manifestación de la ira. Si la manifiestan, tal vez habría que tomarlo, según los casos y las circunstancias, como un paso adelante en la sanación. Por ello, es raro ver a muchas personas de este tipo en terapia: ello significaría reconocer que algo va mal o que ellas mismas no son capaces de solucionarlo haciendo los ajustes necesarios y, sobre todo, correr el riesgo de perder el control de sí mismas al que se han aferrado como forma de no verse sobrepasados por su pasión no reconocida: la ira. Cambiar de pautas de conducta significaría replantearse la imagen del mundo y de sí mismas que tan esforzadamente han elaborado día tras día, cada uno de los años de su vida.
Simplificando un poco, a un uno podría hacerle evolucionar la convivencia con un "siete" goloso y hedonista, si éste no muere antes en el intento. También, cambiar las múltiples responsabilidades que se autoimponen por prioridades reales y realistas; cuestionarse sus normas internas; aceptar que "lo mejor es enemigo de lo bueno"; abrirse al sistema de valores de otras personas; escuchar y atender sus auténticos impulsos de placer; diferenciar entre el "debería" y lo realmente deseable; atender a lo central y olvidarse de lo periférico, de los detalles "imperfectos"; pero, sobre todo, ENTREGARSE A LA REALIDAD, TAL CUAL ES, AQUÍ Y AHORA, Y ABRIRSE A LA VIDA COMO ÉXTASIS Y NO COMO TAREA.
"Pasiones Capitales" es un aporte de Alfonso Colodrón - Terapeuta Gestáltico y Consultor Transpersonal. Sitio web www.alfonsocolodron.net



EL RIGOR
"He querido representar a este personaje iracundo, ciego.Ciego de ira contenida, por eso tiene los ojos en blanco, y con su postura del dedo está ordenando con esa prepotencia de creerse en posesión de la verdad y de la justicia (en la otra mano la balanza).La rectitud de su pelo y de su rostro anguloso buscando la perfección simétrica.

En el broche que cierra su túnica hecho en relieve y con pan de oro, está escrito el número 1 (todos los retratos llevan su número estratégicamente puesto formando parte de la composición). La balanza, el casco (representando la rigidez mental), y la hornacina (que recuerda al virtuosismo de los iconos religiosos), también están bruñidos con pan de oro, la pintura utilizada es óleo sobre tabla y las medidas son 122 cm. x 60 cm. También decidí que el formato del cuadro debía ser vertical, para trasmitir más la sensación de rigor."

La ilustración pertenece a la serie"Nueve Pasiones" de Ana Roldán, pintora española especializada en el retrato y la acuarela, que comienza ahora una nueva andadura en su pintura, en la que se integra todo lo aprendido, todo lo vivido, y en donde se funden los tres centros vitales: el emocional, el intelectual y el visceral, para representar así, intuitivamente a unos personajes cargados de simbolismo y color, en todas sus facetas espirituales y psicológicas. Más información de la autora en su sitio web www.anaroldan.com.



Eneatipo Uno Subtipo Intimidad - Celo/Vehemencia
Control y critica excesiva de la pareja. "Pareja Sucursal". Mantienen altas expectativas de su pareja al mantenerla de forma idealizada; la observan a cada paso y temen que otras personas pudieran resultarle más atractivas. En su interior hierven a causa de los celos y del temor a perderla, aunque son incapaces de permitirse y de exteriorizar ese sentimiento «imperfecto».Usualmente son personas fieles con mucho temor al abandono. Buscan el hombre y la mujer perfectos.Tendencia a la dependencia. Expresan abiertamente su ira y defiende lo suyo. Se consideran perfeccionadores. Padecen de constantes resentimientos. Pueden tener una vida secreta, viviendo en una casa de dos pisos, recreando el drama entre la dama y la prostituta.


Eneatipo Uno Subtipo Social - Inadaptación
Reforma/Rigidez/Puritanos. Suelen ser Maestros y Reformadores sociales. Mantienen una constante preocupación por las normas. Exagerado autocontrol y marcada pasión por tener la razón. Consideran su misión la de reformar continuamente el sistema y tienen tendencia a moralizar; se consideran los representantes de un orden social superior o de la tradición misma. Aplican con inflexibilidad viejos estándares a cada situación nueva. Se alinean con las normas para contener su ansiedad. Tienden a despersonalizar sus propios sentimientos y esperan estar por encima de la crítica. Manifiestan el Síndrome del “cruzado”.


Eneatipo Uno Subtipo Auto-conservación - Preocupación
Error = Desastre y Catástrofe. Suelen vivir de forma solitaria llenos de culpa, con una sensación de no merecer o ser inadecuados. Piensan que tienen bien merecida su ruina a causa de su imperfección, puesto que la imperfección es mala.Tienden a ser los más perfeccionistas, intentando perfeccionar el entorno inmediato. Son los más reprimidos, los típicos "niños buenos". Mantienen mucha tensión física, excesivo celo por el trabajo, y autodominio. Se mueven por dicotomías de: todo o nada. Les importa la limpieza, el orden y la higiene. Se interesan en la estética, las vitaminas y las dietas. Podrían darse aquí casos de anorexia y bulimia, lo mismo que de ascetismo. Poseen una gran cualidad detallista y meticulosa. Como padres o amigos, se turnan entre ser críticos y atormentadores, deseando protegerte de las mismas consecuencias negativas que a ellos les preocupan. Tendencia a interrumpir y a corregir a su interlocutor continuamente.


Personajes cuya fisonomía y manifestación pública de su personalidad podrían coincidir con este eneatipo:

Barry Goldwater

H. Ross Perot

Ralph Nader

Yitzhak Rabin

Jane Alexander

Joanne Woodward

Angela Davis

Vanessa Redgrave

Jeane J. Kirkpatrick

Glenda Jackson

Katherine Hepburn

John Bradshaw

Mahatma Gandhi

Noam Chomsky

Juan Pablo II

Bernard Shaw

Susan Brownmiller

Celine Dion

Lillian Hellman

Margaret Thatcher

Nicole Kidman

Hillary Clinton

Jodie Foster

Judith Searle

Martha Stewart

Mildred Ratched
"Atrapado sin salida"

Sr. Spock

Coronel Fitts
"American Beauty"

Tipo de Personalidad Ocho

Personas que necesitan ser fuertes y prevalecer sobre las circunstancias. Estando sanos a menudo son poderosos, protectores y comprometidos con una causa. Degradados pueden ser destructivos, desmedidos y sádicos.

Los Ochos, Nueves y Unos comparten un trasfondo general de rabia y forman otro trío. Si los Dos, Tres y Cuatros pueden confundirse sobre quiénes son y cómo se sienten y los Cincos, Seis y Sietes reaccionan temerosamente y están desconcertados al momento de tomar acción. Los Ochos, Nueves y Unos reaccionan desde un cimiento emocional de ira y tienen problemas con la apropiada concepción racional, es decir: el pensar claramente. Esta dificultad se describe a menudo como una condición de sueño mental.
Los Ochos sanos frecuentemente son dinámicos, fuertes e independientes. Demuestran la virtud del poder: cómo ejercer influencia para propósitos constructivos. Muchos Ochos son líderes naturales que inspiran a otros, protegen al débil y se esfuerzan por la justicia. Pueden usar su fuerza para sacar adelante las cosas y tienen el valor y la voluntad para poner en práctica y ejecutar nuevas ideas. Usualmente son honrados y directos, produciendo un enérgica y fresca satisfacción en cualquier cosa que realizan.

Los Ochos sanos frecuentemente son amigos leales y generosos que protegen aquello que es delicado y vulnerable en los demás. Ésta es, al mismo tiempo, una metáfora de cómo se relacionan consigo mismos. Debajo de su fuerte armadura externa se encuentra cobijada una parte de sí mismos más joven y vulnerable. Esta parte se encuentra relacionada con una inocencia de percepción que normalmente tienen los Ochos sanos. Pueden ver el mundo como por primera vez, a través de los ojos de un niño. Podrían tener un amor relacionado a lo natural y espontáneo que es una fuente de espiritualidad y evoca esta calidad inocente. Los Ochos no acorazados muy a menudo exhiben la fuerza de la gentileza: son lo suficientemente fuertes como para ser amables, lo suficientemente abiertos para poder ser tocados, lo suficientemente seguros para poder estar equivocados y lo suficientemente ricos para poder ser generosos.
Cuando los Ochos están menos sanos, su interés por el poder comienza a denigrar y a corromperse por los propios intereses. Dado que todavía se es relativamente libre de la auto-desconfianza, los Ochos empiezan a cubrir sus vulnerabilidades con agresivos despliegues de fuerza. Se sobre-identifican con ser fuertes como una forma de negar su lado tierno y sobrevivir en un mundo que consideran peligroso. También podrían tender a los excesos –quedándose despiertos hasta muy tarde, haciendo demasiadas cosas, manejando a excesiva velocidad, extraviándose de cierta forma en las adiciones para adormecer sus sentimientos más vulnerables.

Los Ochos enfermos disfrutan la confrontación e intentan hacer contacto con los demás principalmente a través de las disputas. Igualmente podrían presionar en contra de los demás para evaluar sus motivos y medir el grado de amenaza exterior. Los Ochos pueden narcisistamente inflar su presencia y parecer que ocupan mucho más espacio en un cuarto. Para proteger su parte tierna e infantil, pueden comportarse dominadores, arrogantes e insensibles. Bajo este caparazón intimidante, podrían sentirse sensibles a la traición, vulnerables al ridículo, o débiles de un cierto modo que los hace avergonzarse por ello.
La mayoría de los Ochos no comprenden realmente cuán agresivos pueden parecer. Esto es debido a que niegan defensivamente la retroalimentación, especialmente acerca de la forma como pudieron haber herido a otros. Los Ochos enfermos pueden negar los sentimientos de culpa, usualmente cubriéndolos con más agresión, pretendiendo no tener nada de que disculparse. Dentro de su mente pueden ver a las personas como caricaturas, objetos bidimensionales que pueden entonces ser aplastarlos sin conciencia.

Muy similar a los Dos, la diferencia entre las expresiones sanas de este estilo en contraste con las enfermas es extraordinariamente enorme. Los Ochos muy enfermos pueden hacer mucho daño, principalmente a los demás al servicio de mantener su imagen grandiosa de ser invulnerables. Gobierna el comportamiento de los tipos Ochos una actitud del tipo: "pego primero antes de que me den a mí". Con esta idea, pueden ser recelosos, intimidadores, vengativos, crueles y psicópatas. Muchos de los dictadores más sangrientos del mundo han sido Ochos muy enfermos, y sus brutales excesos reflejan como las personas enfermas con este estilo finalmente asesinan a su propia humanidad.
Centro:Instintivo
Pasión:Lujuria
Fijación:Venganza
Visión de sí mismo: "Yo puedo"
Estructura de temor (lo que evita):Debilidad
Estructura de deseo:Sentirse fuerte y salvador
Trampa o justificación:Justicia
Otros descriptores:Actitud castigadora, rebeldía, dominación, insensibilidad, embaucamiento, cinismo, narcisismo, autonomía, predominio sensomotor, intimidación, afición al riesgo.

Eneatipo Ocho Subtipo Intimidad -Posesión/Entrega
Suelen ser "rebeldes sin causa" amantes de la velocidad y les encanta ser los "malos"; se siente orgullosos de su dureza. Desean competir por el placer de hacerlo y les encanta cazar a sus presas. Son bastante activos y carismáticos y tienden a ser descarados. Escogen a sus aliados con sumo cuidado. Desean controlarlo y poseerlo todo, también a la persona con la que comparten una relación amorosa. Esperan de ella que se entregue en cuerpo, mente y alma. Tienen su opinión respecto a todos los aspectos de la vida del otro. Luchan por el poder en la relación, o someten o se entregan por completo. Proclives a la sospecha buscan las vulnerabilidades en los demás. En su aspecto más bajo, podrían intentar dominar totalmente a su pareja. Son muy celosos y posesivos, y es posible que traten de separar a la otra personas de sus amigos o de otros contactos. En los casos peores son posibles los malos tratos al cónyuge, actos impulsivos de venganza y crímenes pasionales.

Eneatipo Ocho Subtipo Social - Complicidad
Suelen ser leales a un grupo y conciben la amistad como un pacto de protección mutua. Cuidan sus amistades y están dispuestos por sus amigos a sacrificar todo lo que tienen. Puedes ser extraordinarios líderes que mantienen unida a su comunidad y que le permiten tener la debilidad de apoyarse en ellos. Para ellos son importantísimos el honor y la confianza, y disfrutan haciendo pactos con las personas que han demostrado ser dignas de confianza. Ponen a prueba a las personas que quieren, para que la amistad sea sólida y segura. Pueden ser el protector o el proveedor del grupo. El énfasis está en la cooperacion. La hostilidad está dirigida hacia las fuerzas externas que amenazan el bienestar del grupo. Disfrutan organizando reuniones sociales, bebiendo y comiendo con amigos y comentando aventuras con «gente de verdad»; también les gustan las discusiones sobre política, deporte o religión, cuanto más acaloradas, mejor. En los niveles más bajos, les cuesta poco sentirse traicionados y tienden a guardar rencor durante más tiempo. Podrían descuidar la relación con sus amigos o rechazarlos por algún desacuerdo. En la franja insana, dado que se sienten rechazados y traicionados, pueden convertirse en solitarios muy antisociales. Suelen ser temerarios y auto-destructivos, y especialmente propensos al abuso de sustancias nocivas. La combinación de embriaguez y rabia destruye rápidamente gran parte de lo bueno que hay en sus vidas.

Eneatipo Ocho Subtipo Conservación - Satisfacción/Supervivencia
Suelen ser más hogareños e interesados en dirigir su gallinero. Trabajan por la familia. La comida, la casa o el dinero pueden ser cruciales para ellos. Les atrae el dinero por el poder que otorga. Los bienes por el significado como símbolos de influencia (casa, coche). Pueden ser coleccionistas o poseer objetos preciosos. Adictos al trabajo y excesivamente territoriales les gusta tener el control de su espacio vital: («¡Que nadie entre en el garaje sin mi permiso!»). Cuando desean algo lo consiguen a toda costa. Suelen ser quienes más hacen y más poder consiguen. Es su aspecto más deteriorado pueden arruinar a otros en beneficio propio o inclusive volverse ladrones, matones y psicópatas.


Personajes cuya fisonomía y manifestación pública de su personalidad podrían coincidir con este eneatipo:

Frank Sinatra

Telly Savalas

Danny De Vito

Brian Dennehy

Marge Schott

Madame Blavatsky

Golda Meir

Ann Richards

Donald Trump

F. Lee Bailey

Alan Dershowitz

Michael Douglas

Gurdjieff

Johnny Cash

José Alfredo Jimenez

Al Capone

Edward Asner

Diego Rivera

Milton Erickson

Muhammed Alí

Fritz Perls

Indira Gandhi

Pablo Picasso

Robert Altman

Joseph Stalin

Giuseppe Garibaldi

Gerónimo

Rasputin

Sawyer"LOST"

Ana Lucía "LOST"

Mr. Eko "LOST"

Tony Soprano

Tipo de Personalidad Nueve


Personas que son receptivas a su ambiente y minimizan su propia presencia. Cuando sanos a menudo son afectuosos, modestos y confiados. En su estado más bajo pueden ser tercos, perezosos y muertos de alma.
A diferencia de los Ochos que expresan directamente su ira, los Nueves encierran y taponan su enojo por debajo. Su estrategia defensiva central es auto-borrarse, mezclarse con y adecuarse al ambiente. Esta táctica requiere que los Nueves supriman sus bordes ásperos y encubran cualquier parte de ellos que pudiera parecer desagradable. La mayoría de los Nueves resienten las consecuencias de esta estrategia: la gente los pasa por alto pero igualmente manifiestan su ira de forma indirecta.
Dado que la mayoría de los Nueves han adquirido la coloración de su ambiente, hay una variedad confusa de personas con este estilo. Pueden desempeñar una amplia gama de ocupaciones y exteriormente parecer muy diferentes uno de otro. Sin embargo, lo que comparten en el fondo es una distinta tendencia a dormirse a sus necesidades internas. Cuando alguien está intentando identificar a un Nueve, lo que necesita buscar es la ausencia de algo en lugar de una calidad clara y definida que manifieste la persona.
Los Nueves a veces han sido descritos como las personas ordinarias del Eneagrama. En su estado más sano poseen una modestia personal profunda y una simplicidad elegante de pensamiento. Los Nueves sanos son uniformemente templados, estables, modestos, no-enjuiciadores y cómodos con quiénes son. A menudo tienen un punto de vista alegre como los Siete, pero viven en el presente y no el futuro.

Muchos Nueves tienen una energía tranquila enfocada sin ego que dirigen para producir cualquier cosa que sea importante para ellos. Este poder usualmente se encuentra arraigado en el amor independientemente de que piensen o no en él. La mayoría de las personas sanas con este estilo desean libremente servir a otros y administrar su mundo de modo que beneficie a aquéllos de quienes se preocupan.

Los Nueves son diplomáticos y mediadores naturales y pueden ser muy experimentados en la resolución de conflictos. Dado que buscan la paz, la unión y la armonía, generalmente les resulta sencillo encontrar puntos de acuerdo entre las partes en conflicto. De allí que un Nueve podría negociar pacientemente una empresa que se va construyendo en pequeños pasos positivos. Los Nueves sanos son suavemente dinámicos, cubiertos con un sentido altamente integrado del sí mismo y de la misión implícita. La mayoría suelen ser flexibles y capaces de reformular entorpecidas y arduas verdades en caminos útiles que de alguna manera no generen nuevas defensivas.
Cuando no están tan sanos, los Nueves convierten la modestia en auto-ocultación.Comienzan a unirse ciegamente con los deseos de otros y desempeñar los papeles que su ambiente requiere. En el proceso, borran sus propias necesidades, prioridades y ambiciones, ocultando sus opiniones y preferencias para mantener una aparente paz. La mayoría de los Nueves se ausenta de su propia vida, sin embargo, mientras más pasivos, se vuelven más desenfocados y ambivalentes.

Los Nueves menos sanos tienden a ver todos los lados de una situación e identificarse igualmente con cada perspectiva externa. Se enfocan en los detalles absurdos o inaplicables y pierden el panorama más amplio o, a menudo se olvidan del propósito original de una tarea. Pueden ser externamente responsables pero con un bajo rendimiento, complicando obsesivamente tareas sencillas a la vez que reducen al mínimo las consecuencias de no conseguir que se hagan las cosas más importantes. El entrar en círculos los releva de la necesidad de tomar decisiones y elecciones personales, tomar la responsabilidad por tener un “yo” que piensan podría llegar a ser rechazado por otros.
Los Nueves tienen a menudo problemas para decir públicamente no, pero de todas formas lo expresarán, normalmente a través de la obstinación silenciosa y la agresión pasiva. Los Nueves normalmente culpan a otros, ya sea explícita o indirectamente, de la vida que sienten que no pueden realmente tener. Ahí, en el fondo, se encuentra la ira, un nihilismo comprimido en la mayoría de los Nueves enfermos. Han perdido el interés en su vida y no ven razón alguna para despertarse a sí mismos para jugar aquello que están convencidos es un juego vacío e infructuoso.

Es su estado más deteriorado, los Nueves puede hundirse en un depresivo auto-abandono y un tipo de olvido perezoso que es una imitación de la muerte. Pueden ser apáticos, limitados por el habito, callosos o entumecidos. Podrían hablar continuamente sobre lo que saben que deben hacer pero después nunca incomodarse para hacerlo. Podrían intentar evitar el conflicto pero accidentalmente provocarlo por estallidos de áspera disociación. Podrían ser desordenados, caóticos o entorpecidos y ofrecer retorcidas y malformadas razones para su irresponsabilidad.

Los Nueves profundamente enfermos puede hacer un gran daño a los demás a través del abandono, de la ruptura de compromisos y la conducta pasivo-agresiva a la vez que creen obstinadamente que sus acciones no tienen ninguna consecuencia. La adicción a las drogas y el alcohol pueden ser también problemas en esta etapa.
Centro:Instintivo
Pasión:Pereza, acidia
Fijación:Indolencia
Visión de sí mismo: "Yo en paz"
Estructura de temor (lo que evita):Conflicto
Estructura de deseo:Sentirse en paz
Trampa o justificación:Tranquilidad
Otros descriptores:Inercia psicológica, sobreadaptación, resignación, generosidad, poco interés por sobresalir, descuido personal, propensión a hábitos robóticos, distracción, amistosa sociabilidad.

Eneatipo Nueve Subtipo Intimidad - Unión/Fusión
Suelen ser abnegados que desean fundirse con el otro en una unión total ya sea un ser humano o ya sea Dios. Idealizan al otro, los elogios o criticas que el otro recibe, las reciben ellos mismos. Viven en función de y por otra persona. Perciben a los demás de forma más clara que a ellos mismos. La otra persona se convierte en su centro de gravedad, en el eje de su identidad. Se enfurecen y lo demuestran si sienten amenazada su relación. En la franja insana se disocian y deprimen muchísimo. Estas personas acaban o bien con una relación de mucha dependencia o debatiéndose solas a la espera de una. También podría ocurrir que su yo se convierta en una función de relaciones pasadas.Otro escenario posible involucra múltiples relaciones, buscando de una persona en otra. A veces el Nueve no puede decidir entre dos personas y meterse en triángulos románticos.

Eneatipo Nueve Subtipo Social - Participación
Desean unir a las personas y hacer la paz. "Amor y Paz". Les gusta participar en aquello que se esté realizando, pero detestan que se espere mucho de ellos. Participan para tapar sus propias carencias. Muy activos pero capaces de desconectarse mental y emocionalmente de lo que están haciendo. Podrían ser sorprendentemente tradicionales y conformistas. Manifiestan una clara imposibilidad para decir "No", pero se resisten de forma pasivo-agresiva. Podrían perderse a sí mismos tratando de ser todas las cosas para todas las personas. La pereza está escondida en el hecho de que el ser real no está presente en esta participación. Tienen problemas para fijarse objetivos independientes y perseverar en sus intenciones. Podrían resignarse y deprimirse por su falta de desarrollo.

Eneatipo Nueve Subtipo Auto-conservación - Apetito
Buscan los placeres sencillos fácilmente accesibles: comida rápida, ver la repetición de su película favorita en la televisión, o «evadirse» en un sillón, hojear una revista, el periódico o mejor aun: una interesante novela bastante larga y emocionante. Recurren a la comida y la bebida para acallar los sentimientos de ansiedad o rabia, así que pueden tener tendencia a la obesidad. Disipan la ansiedad manteniéndose ocupados en fruslerías y rutinas. Realizan trabajos pequeños para evitar ocuparse de proyectos más importantes. No desean que los demás les estropeen su agradable estado de ánimo y suelen resistirse sencillamente no reaccionando o guardando un terco silencio. Presentan una notable apatía, indolencia y descuido personal; suelen tener mucho apetito y una tendencia a la adicción cargada de ansiedad reprimida por no atender a sus verdaderas necesidades. Coleccionan todo tipo de cosas para posibles emergencias.

Ver descripción Eneatipo 9»
Personajes cuya fisonomía y manifestación pública de su personalidad podrían coincidir con este eneatipo:

Carl Rogers

Gerald Ford

Walter Cronkite

Elliott Gould

Edith Bunker

Gloria Steinem

Gena Rowlands

Ingrid Bergman

Jim Henson

Marc Chagall

Helmut Kohl

Dwight Eisenhower

Rosalynn Carter

Dame Joan Sutherland

Annette Funicello

Connie Chung

Bing Crosby

Ringo Starr

James Stewart

Whoopi Goldberg

Dalai Lama

Nelson Mandela

Warren Christopher

John Goodman

Carl Jung

Winston Churchill

Sancho Panza

Amos Hart"Chicago"

Marge Simpson

Tina Kennard
"The L Word"

Bridget Jones


Fuente: PersonArte.http://www.personarte.com/enea4.htm


Ramon Gamero Terapeuta holistico: (cita previa 955 99 72 33 - 650 91 73 64)

talleres organizados por: Sanacion Emocional Bioenergetica en este enlace: http://sanacionemocionalbioenergetica.blogspot.com/2012/03/talleres-informacion-detallada.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario