No es lo mismo el amor libre, que el sexo libre.
La adicción al sexo, también conocida como hipersexualidad o satiriasis, es
un trastorno de la personalidad que se contempla cada vez más en la psicología.
No es común que alguien hable abiertamente de su
adicción al sexo. Todas las adicciones suelen ser llevadas en secreto. Y en el
caso hipotético de que alguien se lanzara al ruedo en una conversación, es
probable que se enfrentara con interlocutores que no alcanzarían a comprender
que se está hablando de una adicción, y por tanto, de un asunto que repercute
de un modo muy negativo en la vida de una persona. Igualmente probable es que
se lo tomaran a la ligera, cuando no con sorna. Quien más y quien menos es un
poco adicto al sexo, pensaría más de uno.
Todas las adicciones
son nocivas, pero hay algunas más complejas que otras. A pesar de las
dificultades y la lucha interior que conlleva, todos entienden que un
alcohólico puede dejar el alcohol, o un ludópata el juego. Sin embargo un bulímico no puede dejar
de comer, ni tampoco un adicto al sexo prescindir del mismo por completo.
Técnicamente sí; pero sería como transitar de un extremo al otro del problema
sin pasar por la solución.
Reconocer la adicción al
sexo
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales, en su nueva edición (DSM V), recoge por vez primera la adicción al sexo, bajo su
denominación clínica de trastorno de la hipersexualidad. Este manual de
referencia para la psiquiatría mundial lo define como un trastorno obsesivo
compulsivo. Quienes lo padecen son
incapaces de controlar sus pensamientos ni sus actos repetitivos, algo que ya
sabían muy bien los afectados, que llevan esperando largo tiempo esta
inclusión.
Síntomas de la adicción
al sexo
¿Cuándo se sobrepasa el límite? En este punto existe
bastante desinformación. Puede llevarse una vida sexual muy activa y no por
ello ser considerado adicto. ¿Dónde radica la diferencia entonces? La persona
que lleva una vida sexual activa está satisfecha consigo misma, algo que no
ocurre con el adicto. Éste carece de control sobre sus actos a pesar de que su
conducta le acarree sentimientos negativos
El adicto, conforme pasa el tiempo, requiere de mayores estímulos para saciar su creciente necesidad. Como sucede con las adicciones, la calma lograda sólo es momentánea; inmediatamente regresa el vacío, si cabe, con más fuerza, generándose un ciclo autodestructivo del que no es nada fácil salir.
Los adictos al sexo son grandes consumidores de
pornografía en todas sus variantes, recurren compulsivamente a la masturbación
así como a continuas citas de una sola noche, bien sea con conocidos o mediante
la prostitución. Cuando todas estas actividades invaden y anulan otros campos,
la respuesta sólo puede ser una: la adicción es un hecho.
Tratamiento de la
adicción al sexo
Al igual que ocurre con las adicciones y con todo tipo
de situaciones conflictivas, el primer paso hacia la sanación consiste en
adquirir consciencia de que el problema es real y afecta e interfiere
profundamente en la actividad diaria.
Además del reconocimiento y de la voluntad, que es
importante aunque no suficiente, hay que buscar el apoyo de los profesionales
y, sobre todo, de los grupos de ayuda que se basan, en este caso, en los
conocidos doce pasos de “Alcohólicos anónimos” adaptados a la problemática
sexual. A día de hoy hay una carencia de centros especializados que se ocupen
de la adicción al sexo, no obstante en España se encuentran “Sexólicos
anónimos”, "A.S.A.A." en Latinoamérica, o “Sexaholics anonimous” en
Estados Unidos.
Igualmente los foros que pueden encontrarse en la red
puede ser un primer paso para romper el silencio y encontrar el apoyo necesario
para avanzar en la resolución del problema.
Superar la adicción al
sexo
Una persona que recurre de un modo compulsivo al
sexo es alguien que busca equivocadamente llenar su soledad con compañías y actividades
que terminan generando una mayor soledad. Este vacío existencial no puede
colmarse con elementos externos, sino internos. La ideología de los doce pasos
busca unificar filosofías y creencias de todo tipo para centrarse en lo que se
ha dado en llamar “poder superior” y que cada cual interpreta según sus propias
convicciones. Puede identificarse con Dios o con un poder que surge del
interior y que se comparte y fortifica en la unidad del grupo. En el fondo no
tiene mayor importancia la creencia en sí misma, sino la fuerza que de ella
dimana, así como la autoconfianza que hace posible vencer aquellos obstáculos
que antes parecían insalvables. La puerta de la esperanza siempre está ahí para
quien quiera abrirla.Leer más en Suite101: Adicción al sexo: síntomas, causas y tratamiento: Cuando el placer se convierte en obsesión | Suite101.net http://suite101.net/article/adiccion-al-sexo-sintomas-causas-y-tratamiento-a11814#ixzz28e7vyf3D
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