III. Cómo perdonar el deseo de ser especial
1. El perdón pone fin al deseo de ser especial. 2Lo
único que se puede perdonar son las ilusiones, que entonces desaparecen. 3El
perdón es lo que te libera de todas las ilusiones, y por eso es por lo que es
imposible perdonar sólo parcialmente. 4Nadie que se aferra a una
sola ilusión puede considerarse a sí mismo libre de pecado, pues en tal caso
aún está afirmando que un error acerca de sí mismo es hermoso. 5Y de
este modo, lo califica de "imperdonable" y lo convierte en un
pecado. 6¿Cómo iba a poder entonces conceder perdón de manera total
cuando aún no lo quiere aceptar para sí mismo? 7Pues es seguro que
lo recibiría completamente en el instante en que así lo concediese. 8Y
de esta manera, la culpabilidad que mantiene oculta desaparecería, al él mismo
haberla perdonado.
2. Cualquier forma de especialismo que aún valores,
la has convertido en un pecado. 2Se alza inviolable, y la defiendes
acérrimamente con toda tu endeble fuerza contra la Voluntad de Dios. 3Y
así, se alza contra ti, como enemiga tuya, no de Dios. 4De este
modo, parece escindirte de Dios y hacer que estés separado de Él en cuanto que
defensor de ella. 5Prefieres proteger lo que Dios no creó. 6Sin
embargo, este ídolo que parece conferirte poder, en realidad te lo ha
arrebatado. 7Pues le has dado el patrimonio de tu hermano, dejando a
éste solo y condenado, y quedando tú hundido en el pecado y en el sufrimiento
junto con él ante el ídolo que no puede salvaros.
3. No eres tú el que es tan vulnerable y susceptible
de ser atacado que basta una palabra, un leve susurro que no te plazca, una
circunstancia adversa o un evento que no hayas previsto para trastornar todo tu
mundo y precipitarlo al caos. 2La verdad no es algo frágil, 3y
las ilusiones no pueden afectarla ni cambiarla en absoluto. 4Pero
ser especial no es lo que es verdad acerca de ti. 5Pues cualquier
cosa puede hacerle perder el equilibrio. 6Lo que descansa sobre lo
que no es nada jamás podrá ser estable. 7Por muy grande y
desmesurado que parezca, se tambaleará, dará vueltas y revoloteará con la más
tenue brisa.
4. Sin cimientos nada es seguro. 2¿Habría
dejado Dios a Su Hijo en un estado en el que la seguridad no significase nada? 3¡De
ninguna manera! aSu Hijo permanece a salvo, descansando en Él. 4Tu
deseo de ser especial es lo que se ve atacado por todo lo que camina o respira,
se arrastra o se desliza, o simplemente vive. 5Nada está a salvo de
su ataque, y ello no está a salvo de nada. 6Jamás habrá de perdonar,
pues esto es lo que es: un voto secreto de que lo que Dios quiere para ti nunca
se dé y de que te opondrás a Su Voluntad para siempre. 7No es
posible tampoco que ambas voluntades puedan jamás ser la misma, mientras tu
deseo de ser especial se alce como una llameante espada de muerte entre ellas,
haciendo que sean enemigas.
5. Dios te pide que perdones. 2Él no
quiere que la separación se interponga, como si de una voluntad ajena se
tratase, entre lo que tanto Su Voluntad como la tuya disponen para ti. 3Ambas
son la misma voluntad, pues ninguna de ellas dispone ser especial. 4¿Cómo
iban a poder disponer la muerte del amor mismo? 5Con todo, no pueden
atacar a las ilusiones. 6No son cuerpos, y esperan como una sola
Mente a que todas las ilusiones se traigan ante ellas y se dejen ahí. 7La
salvación no desafía ni siquiera a la muerte. 8Y a Dios
Mismo, que sabe que la muerte no es tu voluntad, no lo queda otro remedio que
decir: "Hágase tu voluntad" porque tú crees que lo es.
6. Perdona al gran Creador del universo -la Fuente
de la vida, del amor y de la santidad, el Padre perfecto de un Hijo perfecto- por
tus ilusiones de ser especial. 2He aquí el infierno que elegiste
como tu hogar. 3Él no eligió eso para ti. 4No le pidas
que entre ahí. 5El camino está cerrado al amor y a la salvación. 6Pero
si liberas a tu hermano de las profundidades del infierno, habrás perdonado a
Aquel Cuya Voluntad es que descanses para siempre en los brazos de la paz,
perfectamente a salvo y sin que la animosidad ni malicia de ningún pensamiento
de ser especial perturbe tu descanso. 7Perdona al Santísimo por no
haber podido concederte el especialismo, que tú entonces inventaste.
7. Todos los que se consideran especiales están
dormidos, rodeados por un mundo de belleza que no ven. 2La
libertad, la paz y la dicha se encuentran ahí, al lado del ataúd en el que
duermen, llamándolos para que vuelvan en sí y despierten de su sueño de muerte.
3Mas ellos no oyen nada. 4Están perdidos en sueños de que
son especiales. 5Odian la llamada que los puede despertar y maldicen
a Dios porque no convirtió su sueño en realidad. 6Maldice a Dios y
muere, pero no por mandato de Aquel que no creó la muerte, sino sólo en el sueño.
7Mas abre los ojos ligeramente y verás al salvador que Dios te dio a
fin de que pudieses contemplarlo y devolverle su patrimonio. 8Dicho
patrimonio es también el tuyo.
8. Los esclavos del deseo de ser especial se
liberarán. 2Tal es la Voluntad de Dios y la de Su Hijo. 3¿Se
condenaría Dios a Sí Mismo al infierno y a la perdición? 4¿Y es eso
acaso lo que dispones para tu salvador? 5Dios te llama a través de
él a unirte a Su Voluntad para que ambos os salvéis del infierno. 6Observa
las marcas de los clavos en las manos que te extiende pidiendo que le concedas
tu perdón. 7Dios te pide que tengas misericordia con Su Hijo y con
Él. 8No se la niegues a ninguno de los dos. 9Lo único que
te piden es que se haga tu voluntad. 10Buscan tu amor a fin de que
tú te puedas amar a ti mismo. 11No ames tu deseo de ser especial en
vez de amarles a Ellos. 12La marca de los clavos está
también en tus manos. 13Perdona a tu Padre el que no fuese Su
Voluntad que tú fueses crucificado.
IV. Ser especial en contraposición a ser impecable *
1. Ser especial implica una falta de confianza en
todo el mundo excepto en ti mismo. 2Depositas tu fe exclusivamente
en ti. 3Todo lo demás se convierte en tu enemigo: temido y atacado,
mortal y peligroso, detestable y merecedor únicamente de ser destruido. 4Cualquier
gentileza que este enemigo te ofrezca no es más que un engaño, pero su odio es
real. 5Al estar en peligro de destrucción tiene que matar, y tú te
sientes atraído hacia él para matarlo primero. 6Tal es la atracción
de la culpabilidad. 7Ahí se entrona a la muerte como el salvador; la
crucifixión se convierte ahora en la redención, y la salvación no puede
significar otra cosa que la destrucción del mundo con excepción de ti mismo.
2. ¿Qué otro propósito podría tener el cuerpo sino
ser especial? 2Esto es lo que hace que sea frágil e incapaz de
defenderse a sí mismo. 3Fue concebido para hacer que tú fueses
frágil e impotente. 4La meta de la separación es su maldición. 5Los
cuerpos, no obstante, no tienen metas. 6Tener propósitos es algo que
es sólo propio de la mente. 7Y las mentes pueden cambiar
sí así lo desean. 8No pueden cambiar sus cualidades inherentes ni
sus atributos, 9pero sí pueden cambiar el propósito que persiguen, y
al hacer eso, los estados corporales no pueden sino cambiar también. 10El
cuerpo no puede hacer nada por su cuenta. 11Considéralo un medio de
herir, y será herido. 12Considéralo un medio para sanar y sanará.
3. Sólo puedes hacerte daño a ti mismo. 2Hemos
repetido esto con frecuencia, pero todavía resulta difícil de entender. 3A
las mentes empeñadas en ser especiales les resulta imposible entenderlo. 4Pero
a las que desean curar y no atacar les resulta muy obvio. 5El
propósito del ataque se halla en la mente, y sus efectos sólo se pueden sentir
allí donde se encuentra dicho propósito. 6La mente no es algo
limitado, y a eso se debe que cualquier propósito perjudicial le haga daño a
toda ella cual una sola. 7Nada podría tener menos sentido para los
que se creen especiales. 8Nada podría tener mayor sentido para los
milagros. 9Pues los milagros no son sino el resultado de cambiar del
propósito de herir al de sanar. 10Este cambio de propósito pone
"en peligro" el especialismo, pero sólo en el sentido de que la
verdad supone una "amenaza" para todas las ilusiones. 11Ante
ella no pueden quedar en pie. 12No obstante, ¿qué consuelo
encontraste jamás en ellas para que le niegues a tu Padre el regalo que te pide
y para que en lugar de dárselo a Él se lo des a ellas? 13Si se lo
das a Él, el universo es tuyo. 14Si se lo das a las ilusiones, no
recibes ningún regalo a cambio. 13Lo que le has dado a tu
especialismo te ha llevado a la bancarrota, dejando tus arcas yermas y vacías,
con la tapa abierta invitando a todo lo que quiera perturbar tu paz a que entre
y destruya.
4. Te dije anteriormente que no te detuvieses a
examinar los medios con los que se logra la salvación, ni cómo se alcanza ésta.
2Pero examina detenidamente si es tu deseo ver a tu hermano libre de
pecado. 3Para todo aquel que se cree especial la respuesta tiene que
ser "no". 4Un hermano libre de pecado es enemigo de
su especialismo, mientras que el pecado, de ser posible, sería su amigo. 5Los
pecados de tu hermano justificarían tu especialismo y le darían el significado
que la verdad le niega. 6Todo lo que es real proclama que él es
incapaz de pecar. 7Todo lo que es falso proclama que sus pecados son
reales. 8Si es un pecador, tu realidad entonces no es real, sino
únicamente un sueño de que eres especial que dura sólo un instante, antes de
desmoronarse y convertirse en polvo.
5. No defiendas este sueño insensato, en el que Dios
se halla privado de lo que ama y tú te encuentras más allá de la posibilidad
de salvarte. 2Lo único que es seguro en este mundo cambiante que no
tiene sentido en la realidad es esto: cuando no estás completamente en paz, o
cuando experimentas cualquier clase de dolor, es que has percibido un pecado en
tu hermano y te has regocijado por lo que creíste ver en él. 3Tu
sensación de ser especial pareció estar a salvo a causa de ello. 4Y
así, salvaste a lo que habías designado como tu salvador y crucificaste al que
Dios te dio en su lugar. 5Y de este modo, estás en la misma
encrucijada que él, pues sois un solo ser. 6Por lo tanto, el especialismo
es su "enemigo” así como el tuyo.
LECCIÓN 274
Este día le pertenece al Amor. Hoy no tendré miedo de nada.
1. Padre,
hoy quiero dejar que todas las cosas sean como Tú las creaste y ofrecerle a Tu
Hijo el honor que se merece por su
impecabilidad; el amor de un hermano hacia su hermano y Amigo. 2De
ese modo soy redimido. 3Y del mismo modo, la verdad pasará a
ocupar
el lugar que antes ocupaban las ilusiones, la luz reemplazará toda oscuridad y
Tu Hijo sabrá que él es tal como Tú lo creaste.
2.
Hoy nos llega una bendición especial de Aquel
que es nuestro Padre. 2Dedícale a Él este día, y no tendrás miedo de
nada hoy, pues el día habrá sido consagrado al Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario