V. La
función del obrador de milagros
1. Antes de
que los obradores de milagros estén listos para emprender su función en este
mundo, es esencial que comprendan cabalmente el miedo que se le tiene a la
liberación. 2De lo contrario, podrían fomentar inadvertidamente la
creencia de que la liberación significa aprisionamiento, creencia que, de por
sí, ya es muy prevaleciente. 3Esta percepción errónea procede a su
vez de la creencia de que el daño puede limitarse sólo al cuerpo. 4Ello
se debe al miedo subyacente de que la mente puede hacerse daño a sí misma. 5Ninguno
de esos errores es significativo, ya que las creaciones falsas de la mente en
realidad no existen. 6Este reconocimiento es un recurso protector
mucho más eficaz que cualquier forma de confusión de niveles porque introduce
la corrección al nivel del error. 7Es esencial recordar que sólo la
mente puede crear, y que la corrección sólo puede tener lugar en el nivel del
pensamiento. 8Para ampliar algo que ya se mencionó anteriormente,
el espíritu ya es perfecto, y, por lo tanto, no requiere corrección. 9El
cuerpo no existe, excepto como un recurso de aprendizaje al servicio de la
mente. 10Este recurso de aprendizaje, de por sí, no comete errores
porque no puede crear. 11Es obvio, pues, que inducir a la mente a
que renuncie a sus creaciones falsas es la única aplicación de la capacidad
creativa que realmente tiene sentido.
2. La magia
es el uso insensato o mal-creativo de la mente. 2Los medicamentos
físicos son una forma de "hechizo”; pero si tienes miedo de usar la mente
para curar, no debes intentar hacerlo. 3El hecho mismo de que tengas
miedo hace que tu mente sea vulnerable a crear falsamente. 4Es
probable, por lo tanto, que no entiendas correctamente cualquier curación que
pudiera producirse, y puesto que el egocentrismo va normalmente acompañado de
miedo, tal vez no puedas aceptar la verdadera Fuente de la curación. 5En
tal caso, es menos arriesgado depender temporalmente de artificios curativos
físicos, ya que no puedes percibirlos erróneamente como tus propias creaciones.
6Mientras tu sensación de vulnerabilidad persista, no debes
intentar obrar milagros.
3. He dicho
ya que los milagros son expresiones de una orientación milagrosa, y una
orientación milagrosa no es otra cosa que una mentalidad recta. 2Los
que poseen una mentalidad recta no exaltan ni menosprecian la mente del que
obra milagros ni la del que los recibe. 3En cuanto que medio de
corrección, sin embargo, el milagro no tiene que esperar a que el que los ha de
recibir goce de una mentalidad recta. 4De hecho, su propósito es
restituirle su mente recta. 5Es esencial, no obstante, que el
obrador de milagros esté en su mente recta, aunque sea brevemente, o, de lo
contrario, será incapaz de re-establecer la mentalidad recta en otros.
4. El
sanador que confía en su propio estado de preparación pone en peligro su
entendimiento. 2Estás perfectamente a salvo siempre que no te
preocupes en absoluto por tu estado de preparación, pero mantengas firme
confianza en el mío. 3Si tus inclinaciones a obrar milagros no
están funcionando debidamente, es siempre porque el miedo se ha infiltrado en
tu mentalidad recta y la ha invertido. 4Toda forma de
mentalidad-no-recta es el resultado de negarte a aceptar la Expiación para ti
mismo. 5Si la aceptases estarías en una posición desde la que
podrías reconocer que los que tienen necesidad de curación son simplemente
aquellos que aún no se han dado cuenta de que la mentalidad recta es en
sí la curación.
5. La única
responsabilidad del obrador de milagros es aceptar la Expiación para sí mismo.
2Esto significa que reconoces que la mente es el único nivel
creativo, y que la Expiación puede sanar sus errores. 3Una vez que
hayas aceptado esto, tu mente podrá solamente sanar. 4Al negarle a
tu mente cualquier potencial destructivo y restituir de nuevo sus poderes
estrictamente constructivos, te colocas en una posición desde la que puedes
eliminar la confusión de niveles en otros. 5El mensaje que entonces
les comunicas es el hecho irrefutable de que sus mentes son igualmente constructivas
y de que sus creaciones falsas no pueden hacerles daño. 6Al afirmar
esto liberas a la mente de la tendencia a exagerar el valor de su propio
recurso de aprendizaje, y la restituyes a su verdadero papel de estudiante.
6. Debe
subrayarse nuevamente que al cuerpo le resulta tan imposible aprender como
crear. 2En cuanto que recurso de aprendizaje se deja llevar
simplemente por el estudiante, mas si se le dota falsamente de iniciativa
propia, se convierte en una seria obstrucción para el mismo aprendizaje que
debería facilitar. 3Sólo la mente es capaz de iluminación. 4El
espíritu ya está iluminado, y el cuerpo, de por sí, es demasiado denso. 5La
mente, sin embargo, puede hacer llegar su iluminación hasta el cuerpo al
reconocer que éste no es el estudiante y que, por lo tanto, no tiene la capacidad
de aprender. 6Es muy fácil, no obstante, poner al cuerpo en armonía
con la mente una vez que ésta ha aprendido a mirar más allá de él hacia la luz.
7. El
aprendizaje que verdaderamente corrige comienza siempre con el despertar del
espíritu y con el rechazo de la fe en la visión física. 2Esto
frecuentemente entraña temor, ya que tienes miedo de lo que tu visión
espiritual te mostraría. 3Anteriormente dije que el Espíritu Santo
no puede ver errores, y que sólo puede mirar más allá de ellos hacia la defensa
de la Expiación. 4No cabe duda de que esto puede producir
incomodidad, mas la incomodidad no es el resultado final de la percepción. 5Cuando
se le permite al Espíritu Santo contemplar la profanación del altar, Él mira
de inmediato también hacia la Expiación. 6Nada que Él perciba puede
producir miedo. 7Todo lo que resulta de la conciencia espiritual
simplemente se canaliza hacia la corrección. 8La incomodidad se
manifiesta únicamente para traer a la conciencia la necesidad de corrección.
LECCIÓN
15
Mis pensamientos son
imágenes que yo mismo he fabricado.
1. No
reconoces que los pensamientos que piensas que piensas no son nada debido a que
aparecen como imágenes. 2Piensas que los piensas, y por eso piensas
que los ves. 3Así es como se forjó tu "manera de ver". 4Ésta
es la función que le has atribuido a los ojos del cuerpo. 5Eso no es
ver. 6Eso es fabricar imágenes, 7lo cual ocupa el lugar
de la visión, y la reemplaza con ilusiones.
2. Esta idea introductoria al proceso de fabricar
imágenes que tú llamas ver, seguramente no tendrá mucho significado para ti al
principio. 2Comenzarás a entenderla cuando hayas visto pequeños
bordes de luz alrededor de los mismos objetos que ahora te resultan familiares.
3Ése es el comienzo de la verdadera visión. 4Puedes estar
seguro de que ésta no tardará en llegar una vez que eso haya ocurrido.
3. A medida que avancemos, tal vez experimentes
muchos "episodios de luz". 2Éstos pueden manifestarse de
muchas maneras distintas, algunas de ellas bastante inesperadas. 3No
tengas miedo de ellos. 4Son la señal de que por fin estás abriendo
los ojos. 5No seguirán
ocurriendo, pues simbolizan meramente la percepción verdadera y no guardan
relación alguna con el conocimiento. 6Estos ejercicios no han de
revelarte el conocimiento, 7pero allanarán el camino que conduce a
él.
4. Al practicar con la idea de hoy, repítela
primero para tus adentros, y luego aplícala a cualquier cosa que veas a tu
alrededor, usando el nombre del objeto en cuestión y dejando descansar tu
mirada sobre él mientras dices:
2Esta(e) _____ es una imagen
que yo mismo he fabricado.
3Ese(a)
_____ es una imagen que yo mismo he fabricado.
4No es necesario incluir un gran número de
objetos específicos al aplicar la idea de hoy. 5Pero sí es necesario
que continúes mirando cada objeto mientras repites la idea para tus adentros. 6La
idea debe repetirse muy lentamente en cada caso.
5. Si bien es obvio que no podrás aplicar la idea
a un gran número de objetos durante el minuto más o menos de práctica que se
recomienda, trata de seleccionarlos tan al azar como sea posible. 2Si
te empiezas a sentir incómodo, menos de un minuto será suficiente. 3No
lleves a cabo más de tres sesiones de práctica con la idea de hoy a no ser que
te sientas completamente a gusto con ella, pero no hagas más de cuatro. 4Puedes,
no obstante, aplicar la idea durante el transcurso del día según lo dicte la necesidad.
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