VI. Miedo y
conflicto
1. Tener
miedo parece ser algo involuntario y no estar bajo tu control. 2Mas
he dicho ya que sólo los actos constructivos deben ser involuntarios. 3Mi
control puede hacerse cargo de todo lo que no es importante, mientras que, si
así lo decides, mi asesoramiento puede dirigir todo lo que sí lo es. 4Yo
no puedo controlar el miedo, pero éste puede ser auto-controlado. 5Tu
miedo me impide darte mi control. 6La presencia del miedo indica que
has elevado pensamientos corporales al nivel de la mente. 7Eso los
pone fuera de mi control y te hace sentir personalmente responsable de ellos, 8Lo
cual es una obvia confusión de niveles.
2. Yo no fomento
la confusión de niveles; tú debes, no obstante, elegir corregirla. 2Tú
no justificarías un comportamiento demente por tu parte diciendo que no pudiste
evitarlo. 3¿Por qué, entonces, condonas pensamientos dementes? 4Hay
una confusión en esto que te convendría examinar detenidamente. 5Tal
vez creas que eres responsable de lo que haces, pero no de lo que piensas. 6La
verdad es que eres responsable de lo que piensas porque es solamente en ese
nivel donde puedes ejercer tu poder de decisión. 7Tus acciones son
el resultado de tus pensamientos. 8No puedes separarte de la verdad
"otorgándole" autonomía al comportamiento. 9Éste lo
controlo yo automáticamente tan pronto como pongas tu pensamiento bajo mi
dirección. 10Siempre que tienes miedo es señal inequívoca de que le
has permitido a tu mente crear falsamente y de que no me has permitido guiarla.
3. De nada
sirve pensar que controlando los resultados de cualquier pensamiento falso se
pueda producir una curación. 2Cada vez que tienes miedo es porque
has tomado una decisión equivocada. 3Esa es la razón por la que te
sientes responsable de ello. 4Tienes que cambiar de mentalidad, no
de comportamiento, y eso es cuestión de que estés dispuesto a hacerlo. 5No
necesitas orientación alguna excepto a nivel mental. 6La corrección
debe llevarse a cabo únicamente en el nivel en que es posible el cambio. 7El
cambio no tiene ningún sentido en el nivel de los síntomas donde no puede
producir resultados.
4. Deshacer
el miedo es tu responsabilidad. 2Cuando pides que se te libere del
miedo, estás implicando que no lo es. 3En lugar de ello, deberías
pedir ayuda para cambiar las condiciones que lo suscitaron. 4Esas
condiciones siempre entrañan el estar dispuesto a permanecer separado. 5A
ese nivel tú puedes evitarlo. 6Eres demasiado tolerante con las
divagaciones de tu mente, y condonas pasivamente sus creaciones falsas. 7El
resultado particular no importa; lo que importa es el error fundamental. 8La
corrección es siempre la misma. 9Antes de decidir hacer algo,
pregúntame si tu elección está de acuerdo con la mía. 10Si estás
seguro de que lo está, no tendrás miedo.
5. El miedo
es siempre un signo de tensión que surge cuando hay conflicto entre lo que
deseas y lo que haces. 2Esta situación se presenta de dos maneras:
Primera, puedes elegir hacer cosas conflictivas, ya sea simultánea o
sucesivamente. 3Esto da lugar a un comportamiento conflictivo, lo
cual te resulta intolerable porque la parte de la mente que quiere hacer otra
cosa se enfurece. 4Segunda, puedes comportarte de acuerdo a como
crees que debes, mas sin querer hacerlo realmente. 5Esto da lugar a
un comportamiento congruente, pero conlleva gran tensión. 6En ambos
casos, la mente y el comportamiento están en desacuerdo, lo cual da lugar a una
situación en la que estás haciendo algo que realmente no quieres hacer. 7Esto
suscita una sensación de coerción que normalmente produce furia, y es muy
probable que también dé lugar a proyecciones. 8Siempre que tienes
miedo, es porque aún estas indeciso. 9Tu mente se encuentra, por lo
tanto, dividida y tu comportamiento inevitablemente se vuelve errático. 10La
corrección a nivel de comportamiento puede cambiar el error del primer tipo al
segundo, mas no elimina el miedo.
6. Es
posible alcanzar un estado en el que dejas que yo guíe tu mente sin ningún
esfuerzo consciente por tu parte, más ello requiere un grado de buena voluntad
que tú aún no posees. 2El Espíritu Santo no puede pedirte que hagas
más de lo que estás dispuesto a hacer. 3La fuerza para hacer lo que
Él te pide procede de una firme resolución por tu parte. 4Hacer la
Voluntad de Dios no produce ninguna tensión una vez que reconoces que Su Voluntad
es también la tuya. 5La lección en este caso es muy sencilla, aunque
muy fácil de pasar por alto. 6Voy, por lo tanto, a repetirla, y te
exhorto a que escuches atentamente. 7Sólo tu mente puede producir
miedo. 8Hace eso cada vez que está en conflicto con respecto a lo
que quiere, lo cual inevitablemente produce tensión, ya que existen
discrepancias entre lo que quiere y lo que hace al respecto. 9Eso
sólo puede corregirse aceptando un objetivo unificado.
7. El primer
paso correctivo para deshacer el error es darse cuenta, antes que nada, de que
todo conflicto es siempre una expresión de miedo. 2Dite a ti mismo
que de alguna manera tienes que haber decidido no amar, ya que de otro modo el
miedo no habría podido hacer presa en ti. 3A partir de ahí, todo el
proceso correctivo se reduce a una serie de pasos pragmáticos dentro del proceso
más amplio de aceptar que la Expiación es el remedio. 4Estos pasos
pueden resumirse de la siguiente forma:
5Reconoce en primer lugar que lo que
estás experimentando es miedo.
6El miedo procede de una falta de
amor.
7El único remedio para la falta de
amor es el amor perfecto.
8El amor perfecto es la Expiación.
8. He
subrayado que el milagro -la expresión de la Expiación- es siempre un gesto de
respeto del que es digno para con otro que también es digno. 2El
reconocimiento de esa dignidad lo reestablece la Expiación. 3Resulta
obvio, por lo tanto, que cuando tienes miedo, te has colocado a ti mismo en una
posición en la que necesitas la Expiación. 4Has actuado sin amor, al
haber elegido sin amor. 5Ésta es precisamente la situación para la
que se instituyó la Expiación. 6La necesidad del remedio inspiró su
establecimiento. 7Mientras te limites a reconocer únicamente la
necesidad del remedio, seguirás teniendo miedo. 8Sin embargo, tan
pronto como aceptes el remedio, habrás des-hecho el miedo. 9Así es
como tiene lugar la verdadera curación.
9. Todo el
mundo experimenta miedo. 2Sin embargo, no se requeriría más que una
pequeña dosis de recto pensar para que uno pudiese darse cuenta de por qué se
produce. 3Son muy pocos los que aprecian el verdadero poder de la
mente, y nadie permanece totalmente consciente de él todo el tiempo. 4No
obstante, si esperas librarte del miedo hay algunas cosas que debes
comprender, y comprender plenamente. 5La mente es muy poderosa y
jamás pierde su fuerza creativa. 6Nunca duerme. 7Está
creando continuamente. 8Es difícil reconocer la oleada de poder que
resulta de la combinación de pensamiento y creencia, la cual puede literalmente
mover montañas. 9A primera vista parece arrogante creer que posees
tal poder, mas no es ésa la verdadera razón de que no lo creas. 10Prefieres
creer que tus pensamientos no pueden ejercer ninguna influencia real porque de
hecho tienes miedo de ellos. 11Eso puede mitigar la conciencia de
culpabilidad, pero a costa de percibir a la mente como impotente. 12Si
crees que lo que piensas no tiene ningún efecto, puede que dejes de tenerle
miedo, pero es bastante improbable que le tengas respeto. 13No hay
pensamientos fútiles. 14Todo pensamiento produce forma en algún
nivel.
LECCIÓN 17
No veo cosas neutras.
1. Esta idea es otro paso en el proceso de identificar causa y efecto tal
como realmente operan en el mundo. 2No ves cosas neutras porque no
tienes pensamientos neutros. 3El pensamiento siempre tiene lugar
primero, a pesar de la tentación de creer que es al contrario. 4El
mundo no piensa de esa manera, pero tú tienes que aprender que así es como
piensas tú. 5De lo contrario, la percepción carecería de causa, y
sería ella misma la causa de la realidad. 6En vista de su naturaleza
altamente variable, eso es de todo punto imposible.
2. Al aplicar la idea de hoy mantén los ojos abiertos mientras te dices a ti
mismo:
2No veo cosas neutras porque no tengo
pensamientos neutros.
3Luego mira a tu alrededor, dejando que tu
mirada se pose sobre cada cosa que notes el tiempo suficiente para poder decir:
4No veo un/una _____ neutro/a porque mis
pensamientos acerca de _____ no son neutros.
5Podrías decir, por ejemplo:
6No veo una pared neutra porque mis pensamientos
acerca de las paredes no son neutros.
7No veo un cuerpo neutro porque mis pensamientos acerca de los cuerpos no son
neutros.
3. Como de costumbre, es esencial no hacer distinciones entre lo que crees
que es animado o inanimado, agradable o desagradable. 2Independientemente
de lo que puedas creer, no ves nada que esté realmente vivo o que sea realmente
gozoso. 3Eso se debe a que todavía no eres consciente de ningún
pensamiento realmente verdadero, y, por lo tanto, realmente feliz.
4. Se recomiendan tres o cuatro sesiones de práctica concretas, e incluso si
experimentas resistencia, son necesarias cuando menos tres para obtener el
máximo beneficio. 2En tal caso, no obstante, puedes acortar la
duración de la sesión a menos del minuto que de otra forma se recomienda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario