VII. Causa y
efecto
1. Puede que
todavía te quejes de que tienes miedo, pero aun así sigues atemorizándote a ti
mismo. 2He indicado ya que no puedes pedirme que te libere del
miedo. 3Yo sé que no existe, pero tú no. 4Si me
interpusiese entre tus pensamientos y sus resultados, estaría interfiriendo en
la ley básica de causa y efecto: la ley más fundamental que existe. 5De
nada te serviría el que yo menospreciase el poder de tu pensamiento. 6Ello
se opondría directamente al propósito de este curso. 7Es mucho más
eficaz que te recuerde que no ejerces suficiente vigilancia con respecto a tus
pensamientos. 8Tal vez pienses que a estas alturas sólo un milagro
te capacitaría para hacer eso, lo cual es absolutamente cierto. 9No
estás acostumbrado a pensar con una mentalidad milagrosa, pero se te puede
enseñar a pensar de esa manera. 10Todos los obradores de milagros
necesitan este tipo de instrucción.
2. No puedo
permitir que dejes de vigilar a tu mente, ya que de otro modo no podrías
ayudarme. 2Obrar milagros requiere el que uno se dé cuenta
plenamente del poder de los pensamientos a fin de evitar las creaciones falsas.
3De lo contrario, sería necesario un milagro que rectificase a la
mente misma, proceso circular éste que no propiciaría el colapso del tiempo que
es para lo que el milagro se concibió. 4El obrador de milagros debe
poseer un genuino respeto por la verdadera ley de causa y efecto como condición
previa para que se produzca el milagro.
3. Tanto el
milagro como el miedo proceden de pensamientos. 2Si no eres libre de
elegir uno, tampoco serás libre de elegir el otro. 3Al elegir el
milagro, rechazas el miedo aunque sólo sea temporalmente. 4Te has
sentido temeroso de todo el mundo y de todas las cosas. 5Tienes
miedo de Dios, de mí y de ti mismo. 6Nos has percibido erróneamente
o creado falsamente, y crees en lo que has fabricado. 7No habrías
podido hacer nada de eso si no hubieses tenido miedo de tus propios pensamientos.
8Los temerosos no pueden sino crear falsamente, puesto que perciben
erróneamente la creación. 9Cuando creas falsamente no puedes sino
sufrir. 10El principio de causa y efecto se convierte ahora en un
verdadero catalizador aunque sólo sea temporalmente. 11En realidad,
"Causa" es un término que le corresponde propiamente a Dios, y Su
"Efecto" es Su Hijo. 12Esto supone una serie de relaciones
de Causa y Efecto completamente diferentes de las que tú introduces en tus
creaciones falsas. 13El conflicto fundamental en este mundo es,
pues, entre la creación y la creación falsa. 14Todo miedo está
implícito en la segunda, y todo amor en la primera. 15El conflicto
es, por lo tanto, entre el amor y el miedo.
4. Ya hemos
dicho que crees que no puedes controlar el miedo porque tú mismo lo inventaste,
y tu creencia en él parece ponerlo fuera de tu control. 2Sin
embargo, todo intento de resolver el error tratando de dominar el miedo es
inútil. 3De hecho, eso no hace más que corroborar su poder, al
asumir que necesita ser dominado. 4La verdadera solución descansa
enteramente en alcanzar el dominio por medio del amor. 5En el
ínterin, no obstante, la sensación de conflicto es inevitable, ya que te has
colocado a ti mismo en una posición en la que crees en el poder de algo que no
existe.
5. La nada y
el todo no pueden coexistir. 2Creer en uno es negar el otro. 3El
miedo no es nada realmente y el amor lo es todo. 4Siempre que la luz
irrumpe en la oscuridad, la oscuridad desaparece. 5Lo que tú crees,
es cierto para ti. 6En este sentido la separación ha ocurrido, y
negarlo sería utilizar incorrectamente la negación. 7Concentrarse en
el error, no obstante, no es más que otro error. 8El procedimiento
correctivo inicial consiste en reconocer temporalmente que hay un problema,
mas sólo como señal de que tiene que ser corregido de inmediato. 9Esto
da lugar a un estado mental en el que la Expiación puede ser aceptada sin
demora. 10Debe señalarse, no obstante, que, en última instancia, no
puede haber transigencia alguna entre lo que lo es todo y lo que no es nada. 11El
tiempo es esencialmente un recurso por medio del cual se puede abandonar toda
idea de transigencia al respecto. 12Este proceso parece ser gradual
debido únicamente a que el tiempo en sí comprende intervalos que no existen. 13La
creación falsa hizo que esto fuese necesario como recurso de corrección. 14La
aseveración: "Porque tanto amó Dios al mundo que le dio Su unigénito Hijo,
para que todo el que crea en Él no perezca, mas tenga vida eterna"
necesita solamente una leve corrección para que tenga sentido en este contexto:
"Se lo dio a Su unigénito Hijo”.
6. Debe
observarse con especial atención que Dios tiene solamente un Hijo. 2Si
todas las creaciones de Dios son Hijos Suyos, cada una de ellas tiene que ser
parte integral de toda la Filiación. 3La Filiación, en su unicidad*,
transciende la suma de sus partes. 4Este hecho, no obstante, queda
velado mientras falte una sola de ellas. 5Por eso es por lo que, en
última instancia, el conflicto no se puede resolver hasta que todas las partes
de la Filiación hayan retornado. 6Sólo entonces podrá comprenderse
lo que, en el verdadero sentido de la palabra, significa la plenitud. 7Cualquier
parte de la Filiación puede creer, en el error o en la incompleción si así lo
elige. 8Sin embargo, si lo hace, estará creyendo en la existencia de
algo que no existe. 9Lo que corrige este error es la Expiación.
7. Ya he
hablado brevemente acerca de la condición de estar listo, pero tal vez pueda
ser útil mencionar aquí algunos puntos adicionales. 2Estar listo es
sólo el prerequisito para que se pueda lograr algo. 3No se debe
confundir una cosa con la otra. 4Tan pronto como se da la condición
de estar listo, también se da, en cierta medida, el deseo de querer lograr
algo, si bien éste no es necesariamente un deseo indiviso. 5Dicha
condición de estar listo no es más que el potencial para que pueda tener lugar
un cambio de mentalidad. 6La confianza no puede desarrollarse
plenamente hasta que no se haya alcanzado un dominio total. 7Hemos
tratado ya de corregir el error fundamental de que es posible dominar el miedo,
y hemos enfatizado que el verdadero dominio sólo se puede alcanzar por medio
del amor. 8Estar listo es sólo el comienzo de la confianza. 9Tal
vez pienses que esto implica que tiene que transcurrir mucho tiempo entre el
momento en que estás listo y aquel en el que alcanzas el dominio, pero
permíteme recordarte que el tiempo y el espacio están bajo mi control.
LECCIÓN
18
No soy el único que
experimenta los efectos de mi manera de ver.
1. La idea de hoy es un paso más en el proceso de aprender que los
pensamientos que dan lugar a lo que ves nunca son neutros o irrelevantes. 2También
hace hincapié en la idea, a la que posteriormente se le dará cada vez mayor
importancia, de que las mentes están unidas.
2. La idea de hoy no se refiere tanto a lo que ves como a la manera en que
lo ves. 2Por lo tanto, los ejercicios de hoy hacen hincapié en ese
aspecto de tu percepción. 3Las tres o cuatro sesiones de práctica
que se recomiendan deben hacerse de la siguiente manera:
3. Mira a tu alrededor, y a medida que selecciones los objetos para la
aplicación de la idea de hoy tan al azar como sea posible, descansa tu mirada
en cada uno de ellos el tiempo suficiente para poder decir:
2No soy el único que experimenta los efectos de
mi manera de ver
3Concluye cada sesión de práctica repitiendo
esta afirmación más general:
4No soy el único que experimenta los efectos de
mi manera de ver.
5Un minuto, o incluso menos, es suficiente para
cada sesión de práctica.
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