VII. No busques fuera de ti mismo
1. No busques fuera de ti mismo. 2Pues será en vano y
llorarás cada vez que un ídolo se desmorone. 3El Cielo no se puede
encontrar donde no está, ni es posible hallar paz en ningún otro lugar excepto
en él. 4Ninguno de los ídolos qué veneras cuando llamas a Dios te
contestará en Su lugar. 5Ninguna otra respuesta que puedas utilizar
como sustituto te proporcionará la felicidad que sólo Su respuesta brinda.
6No busques fuera de ti mismo. 7Pues todo tu dolor procede
simplemente de buscar en vano lo que deseas, y de insistir que sabes dónde
encontrarlo. 8¿Y qué pasaría si no estuviese allí?
9¿Preferirías tener razón a ser feliz? 10Alégrate de que
se te diga dónde reside la felicidad, y no la sigas buscando por más tiempo en
ningún otro lugar, 11pues buscarás en vano. 12Mas se te ha
concedido conocer la verdad, y saber que no la debes buscar fuera de ti
mismo.
2. No hay nadie que venga aquí que no abrigue alguna esperanza,
alguna ilusión persistente o algún sueño de que hay algo fuera de sí mismo que
le puede brindar paz y felicidad. 2Si todo se encuentra en él, eso no
puede ser verdad. 3Y así, al venir a este mundo, niega su propia
verdad y se dedica a buscar algo que sea más que lo que lo es todo, como si una
parte de ese todo estuviese separada y se encontrase donde el resto no está.
4Éste es el propósito que le confiere al cuerpo: que busque lo que a
él le falta y que le provea de lo que le restauraría su plenitud. 5Y
así, vaga sin rumbo, creyendo ser lo que no es, en busca de algo que no puede
encontrar.
3. Ésta persistente ilusión le impulsará a buscar miles de ídolos,
y más allá de éstos, mil más. 2Y todos le fallarán, excepto uno: pues
morirá y no sé dará cuenta de que el ídolo que buscaba era su muerte.
3La forma en que este ídolo se manifiesta parece ser algo externo a
él. 4No obstante, su intención es destruir al Hijo de Dios que se
encuentra en su interior, y así probar que logró vencerlo. 5Éste es
el propósito de todo ídolo, pues ése es el papel que se le asignó, y ése es el
papel que no puede cumplir.
4. Siempre que tratas de alcanzar un objetivo en el que el
mejoramiento del cuerpo es el beneficiario principal, estás buscando la muerte.
2Pues crees que puedes experimentar insuficiencia, y la insuficiencia
es muerte. 3Sacrificarse es renunciar a algo, y,
consecuentemente, estar privado de ello y haber sufrido una pérdida.
4Y mediante esta renuncia se renuncia a la vida. 5No
busques fuera de ti mismo. 6Esa búsqueda implica que te falta
plenitud interna y que temes contemplar tu ruina, por lo que prefieres buscar lo
que eres fuera de ti mismo.
5. Los ídolos no pueden sino desmoronarse porque no tienen
vida, y lo que no tiene vida es un signo de muerte. 2Viniste a morir,
por lo tanto, ¿qué puedes esperar, sino percibir los signos de la muerte que
buscas? 3Ni la tristeza ni el sufrimiento proclaman otro mensaje que
el de haber hallado un ídolo que representa una parodia de la vida, el cual, al
no tener vida, es realmente la muerte, a la cual se considera real y se le da
forma viviente. 4No obstante, no hay ídolo que no haya de fracasar,
desmoronarse y desintegrarse porque ninguna forma de muerte puede ser vida y lo
que se sacrifica no puede ser íntegro.
6. Todos los ídolos de este mundo fueron concebidos para impedirte
conocer la verdad que se encuentra en tu interior y para que le fueses leal al
sueño de que para ser íntegro y feliz tienes que encontrar lo que se encuentra
fuera de ti mismo. 2Es inútil rendirle culto a los ídolos y esperar
hallar paz. 3Dios mora en tu interior, y tu plenitud reside en Él.
4Ningún ídolo puede ocupar Su lugar. 5No recurras a
ídolos. 6No busques fuera de ti mismo.
7. Olvidémonos del propósito que el pasado le ha conferido al
mundo. 2Pues, de otra manera, el futuro será como el pasado: una
serie de sueños deprimentes, en los que todos los ídolos te irán fallando uno
tras otro, y donde verás muerte y desengaño por doquier.
8. Para cambiar todo esto, y abrir un camino de esperanza y
liberación en lo que aparenta ser un círculo interminable de desesperación,
necesitas tan sólo aceptar que no sabes cuál es el propósito del mundo.
2Le adjudicas objetivos que no tiene, y de esta forma, decides cuál
es su propósito. 3Procuras ver en él un lugar de ídolos que se
encuentran fuera de ti, capaces de completar lo que está adentro dividiendo lo
que eres entre lo que está afuera y lo que está adentro. 4Tú eliges
los sueños que tienes, pues son la representación de tus deseos, aunque se
perciben como si viniesen de afuera. 5Tus ídolos hacen lo que tú
quieres, y tienen el poder que les adjudicas. 6Y los persigues
fútilmente en el sueño porque deseas adueñarte de su poder.
9. No obstante, ¿dónde tienen lugar los sueños, sino en una mente
dormida? 2¿Y podría acaso un sueño hacer que la imagen que proyecta fuera de sí
mismo fuese real? 3Ahorra tiempo, hermano mío, aprendiendo para qué
es el tiempo. 4Y haz que el final de los ídolos venga cuanto antes a
un mundo entristecido y enfermo como consecuencia de los ídolos que se ven en
él. 5Tu santa mente es el altar a Dios, y donde Él está no puede
haber ídolos. 6El temor a Dios no es el miedo de perder tu realidad
7sino el miedo de perder tus ídolos. 8No obstante, has
hecho de tu realidad un ídolo, y ahora lo tienes que proteger contra la luz de
la verdad. 9Y todo el mundo se convierte en el medio para poder
salvar a ese ídolo. 10De esta manera, la salvación parece amenazar la
vida y ofrecer la muerte.
10. Mas no es así. 2La salvación trata de probar que la
muerte no existe y que lo único que existe es la vida. 3Sacrificar la
muerte no supone pérdida alguna. 4Un ídolo no puede ocupar el lugar
de Dios. 5Deja que Él te recuerde Su Amor por ti, y no trates de
ahogar Su Voz con los cantos de profunda desesperación que les ofreces a los
ídolos de ti mismo. 6No busques esperanzas más allá de tu Padre.
7Pues la esperanza de felicidad no es la desesperación.
LECCIÓN 334
Hoy reclamo los
regalos que el perdón otorga.
1. No
esperaré ni un solo día más para encontrar los tesoros que mi Padre me ofrece. 2Todas
las ilusiones son vanas, y los sueños desaparecen incluso a medida que se van
tejiendo con pensamientos basados en percepciones falsas. 3No dejes
que hoy vuelva a aceptar regalos tan míseros. 4La Voz de Dios les
ofrece Su paz a todos los que escuchan y eligen seguirlo. 5Esto es
lo que elijo hoy. 6Y así, voy en busca de los tesoros que Dios me ha
dado.
2. Busco
sólo lo eterno. 2Pues Tu Hijo no podría sentirse satisfecho con
menos de eso. 3¿Qué otra cosa, entonces, podría brindarle solaz,
sino lo que Tú le ofreces a su desconcertada mente y a su atemorizado corazón,
a fin de proporcionarle certeza y traerle paz? 4Hoy quiero
contemplar a mi hermano sin mancha alguna de pecado en él. 5Eso es
lo que Tu Voluntad dispone que yo haga, pues así es como podré contemplar mi
propia impecabilidad.
Muy bueno! gracias!
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