sábado, 8 de diciembre de 2012

CURSO DE MILAGROS- DIA 338 capitulo y leccion


Capítulo 30

EL NUEVO COMIENZO

Introducción

1. El nuevo comienzo se convierte ahora en el foco central de nuestro programa de estudios. 2No hay duda con respecto a cuál es la meta, pero ahora se necesitan métodos específicos para alcanzarla. 3La rapidez con la que la puedes alcanzar depende únicamente de esto: que estés dispuesto a poner en práctica cada paso. 4Cada uno de ellos te ayudará un poco más cada vez que lo practiques. 5Y todos ellos juntos te conducirán más allá de los sueños de juicios a los de perdón, liberándote así del dolor y del miedo. 6Ninguno de estos pasos es algo nuevo para ti, pero toda­vía son ideas más que reglas por las que riges tu pensamiento. 7Por lo tanto, necesitamos ponerlos en práctica por algún tiempo, hasta que se conviertan en las reglas por las que riges tu vida. 8Nuestro propósito es ahora convertirlos en hábito, de modo que estén a tu disposición en caso de necesidad.

I. Reglas para tomar decisiones

1. Tomar decisiones es un proceso continuo, 2pero no siempre te das cuenta de cuándo las estás tomando. 3Mas con un poco de práctica con aquellas de las que ya eres consciente, comienza a establecerse un patrón que te ayudará con las demás. 4No es con­veniente que te preocupes por cada paso que tengas que dar. 5Si adoptas una perspectiva correcta al despertar, habrás ganado ya una gran ventaja. 6Mas si experimentas gran resistencia y ves que tu resolución flaquea, es que todavía no estás listo. 7No luches contra ti mismo. 8Piensa más bien en la clase de día que te gustaría tener, y dite a ti mismo que hay una manera muy fácil de que este mismo día pueda transcurrir así. 9Trata entonces una vez más de tener la clase de día que deseas.

2. (1) Este enfoque comienza con la siguiente declaración:

2Hoy no tomaré ninguna decisión por mi cuenta.

3Ésto quiere decir que estás eligiendo no ser el juez de lo que se debe hacer. 4Pero quiere decir también que no juzgarás aquellas situaciones en las que te veas llamado a tomar una decisión. 5Pues si las juzgas, habrás establecido las reglas que determinan cómo debes reaccionar ante ellas. 6Y así, una respuesta diferente no haría sino causarte confusión, incertidumbre y temor.

3. El mayor problema que tienes ahora 2es que todavía decides primero lo que vas a hacer, y luego decides preguntar qué es lo que debes hacer. 3Y es posible que lo que oigas no resuelva el problema tal como lo percibiste inicialmente. 4Ésto conduce al temor porque contradice tu percepción, de modo que te sientes atacado, 5y, por ende, furioso. 6Hay ciertas reglas mediante las cuales esto se puede evitar. 7Pero es inevitable que ocurra al prin­cipio, mientras aún estás aprendiendo a escuchar.

4. (2) Siempre que te acuerdes de ello a lo largo del día y dispon­gas de un momento de calma para reflexionar, repítete a ti mismo nuevamente la clase de día que te gustaría tener, los sentimientos que deseas abrigar, las cosas que quieres que te sucedan así como lo que quieres experimentar, y di:

2Si no tomo ninguna decisión por mi cuenta, ésa es la clase de día que se me concederá.

3Si practicas estos dos procedimientos debidamente, ello te ayu­dará a dejarte guiar sin temor, pues no permitirá que primero surja la oposición, para luego convertirse en un problema de por sí.

5. Mas habrá ocasiones en las que ya habrás juzgado de ante­mano. 2En esos casos la respuesta suscitará un ataque, a no ser que rectifiques tu mente de inmediato para que sólo desee una respuesta efectiva. 3Ten por seguro que eso es lo que ha sucedido si no estás dispuesto a detenerte por un momento y pedir que se te dé la respuesta. 4Pues ello quiere decir que ya has tomado una decisión por tu cuenta y que no puedes ver cuál fue la pregunta. 5Necesitas ahora un rápido reconstituyente antes de volver a pre­guntar.

6. (3) Recuerda nuevamente la clase de día que te gustaría tener y reconoce que ha ocurrido algo que no forma parte de ello. 2Date cuenta entonces de que has hecho una pregunta por tu cuenta y de que debes haberla contestado de acuerdo con las condiciones que tú mismo has establecido. 3Di entonces:

4No tengo ninguna pregunta. 5Me olvidé de lo que tenía que decidir.

6Esto cancela las condiciones que has establecido y permite que la respuesta te muestre cuál debió haber sido realmente la pregunta.

7. Trata de observar esta regla sin demora, a pesar de tu resisten­cia, 2pues ya estás enfadado. 3Y tu temor de que se te vaya a dar una respuesta que no coincida con tu pregunta tal como la plan­teaste cobrará ímpetu, y acabarás creyendo que el día que deseas es uno en el que a tus preguntas se les da tus respuestas. 4Y no será así, pues ello te arruinaría el día al privarte de lo que realmente deseas. 5Esto puede ser muy difícil de entender, una vez que has decidido por tu cuenta qué reglas te prometen un día feliz. 6No obstante, esa decisión todavía puede revocarse mediante méto­dos sencillos que puedes aceptar.

LECCIÓN 338

Sólo mis propios pensamientos pueden afectarme.

1. Con este pensamiento basta para dejar que la salvación arribe a todo el mundo. 2Pues es el pensamiento mediante el cual todo el mundo por fin se libera del miedo. 3Ahora cada uno ha aprendido que nadie puede atemorizarlo, y que nada puede amenazar su seguridad. 4No tiene enemigos, y está a salvo de todas las cosas externas. 5Sus pensamientos pueden asustarlo, pero, puesto que son sus propios pensamientos, él tiene el poder de cambiarlos sustituyendo cada pensamiento de miedo por un pensamiento feliz de amor. 6Se crucificó a sí mismo. 7Sin embargo, Dios planeó que Su Hijo bienamado fuese redimido.

2. Padre mío, sólo Tu plan es infalible. 2Todos los demás fracasarán. 3Y tendré pensamientos que me asustarán hasta que aprenda que Tú ya me has dado el único Pensamiento que me conduce a la salvación. Sólo mis propios pensamientos fracasarán, y no me llevarán a ninguna parte. 5Mas el Pensamiento que Tú me diste promete conducirme a mi hogar, porque en él reside la promesa que Tú le hiciste a Tu Hijo.

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