jueves, 27 de diciembre de 2012

CURSO DE MILAGROS- DIA 357 capitulo y leccion


9. Por tal razón, las lecciones del Espíritu Santo están diseñadas de manera que cada paso sea fácil, y aunque a veces puede producirse cierta incomodidad y angustia, ello no afecta lo que se ha aprendido, sino que constituye una re-interpretación de lo que parecen ser las pruebas a su favor. 2Consideremos, pues, qué prueba hay de que tú seas lo que tu hermano hizo de ti. 3Pues si bien aún no te das cuenta de que eso es lo que piensas, es induda­ble que a estas alturas ya eres consciente de que te comportas como si eso fuese lo que piensas. 4¿Reacciona él por ti? 5¿Y sabe él acaso lo que va a ocurrir exactamente? 6¿Puede ver tu futuro y determinar por adelantado lo que debes hacer en toda circuns­tancia? 7Él tendría que haberte creado tanto a ti como al mundo para poder tener tal presciencia de lo que ha de suceder.

10. Que tú seas lo que tu hermano ha hecho de ti es bastante improbable. 2Incluso si ello fuese cierto, ¿quién te dio la cara de inocencia? 3¿Podría ser ésta tu propia aportación? 4¿Quién es, entonces, el "tú" que la concibió? 5¿Y quién es el que se engaña con toda tu bondad, y la ataca? 6Olvidémonos de la ridiculez de este concepto y pensemos simplemente en esto: lo que crees ser consta de dos partes. 7Si una de ellas fue generada por tu hermano, ¿quién estaba allí para inventar la otra? 8¿Y de quién hay que mantener algo oculto? 9Aun si el mundo fuese perverso no habría necesidad de ocultar aquello de lo que estás hecho. 10¿Quién lo podría ver? 11¿Y qué podría necesitar defensa sino lo que se ataca?

11. Tal vez la razón de que este concepto tenga que mantenerse oculto es que, de ser expuesto a la luz, el que pensaría que no es verdad eres tú. 2¿Y qué le ocurriría al mundo que ves si todos sus pilares se eliminasen? 3Tu concepto del mundo depende del con­cepto que tienes de ti mismo. 4Y ambos desaparecerían si cual­quiera de ellos se pusiese en duda. 5El Espíritu Santo no quiere precipitarte al pánico. 6Por lo tanto, lo único que te pide es que por lo menos estés dispuesto a plantearte una simple pregunta.

12. Hay alternativas con respecto a eso que crees ser. 2Podrías, por ejemplo, ser lo que has elegido que tu hermano sea. 3Esto ubica al concepto del yo más allá de una condición de ser algo completa­mente pasivo, por lo menos, allana el camino para que se pueda tomar una decisión consciente, y para reconocer -aunque sea parcialmente- que tuvo que haber tenido lugar alguna inter­acción. 4Se entiende en parte que tú elegiste por los dos, y que lo que él representa tiene el significado que tú le diste. 5Ello mues­tra también algunos atisbos de visión con respecto a la ley de la percepción según la cual lo que se ve refleja el estado mental del perceptor. 6Mas ¿quién eligió primero? 7Si tú eres aquello que elegiste que tu hermano fuese, tuvo que haber alternativas entre las que elegir, y alguien tuvo que haber decidido primero cuál de ellas elegir y cuál rechazar.

13. Si bien este paso representa un avance, no se aproxima aún a la cuestión básica. 2Algo tuvo que haber tenido lugar antes de que surgieran estos conceptos de uno mismo. 3Y algo tuvo que haber aprendido las enseñanzas que los originó. 4Esto no lo puede expli­car ninguno de los dos puntos de vista en cuestión. 4La ventaja principal de haber pasado del primer punto de vista al segundo es que de alguna manera se ve que tú participaste en la elección por decisión propia. 6Mas por esta ganancia sufres una pérdida casi idéntica, pues ahora tú eres culpable por lo que tu hermano es. 7Y no puedes sino compartir su culpabilidad, ya que la ele­giste para él a imagen y semejanza de la tuya propia. 8Mientras que antes sólo él era el traidor, ahora tú tienes que ser condenado junto con él.

14. El concepto del yo ha sido siempre la gran preocupación del mundo. 2Y cada individuo cree que tiene que encontrar la solu­ción al enigma de lo que él es. 3La salvación se puede considerar como el escape de todos los conceptos. 4No se ocupa en absoluto del contenido de la mente, sino del simple hecho de que ésta piensa. 5Y aquello que puede pensar tiene alternativas entre las que elegir, y se le puede mostrar los pensamientos que conllevan diferentes consecuencias. 6Así puede aprender que todo lo que piensa refleja la profunda confusión que siente con respecto a cómo fue concebida y a lo que es. 7Y el concepto del yo vaga­mente parece contestar lo que no sabe.

15. No busques tu Ser en símbolos. 2No hay concepto que pueda representar lo que eres. 3¿Qué importa qué concepto aceptes mientras percibas un yo que se relaciona con el mal y que reac­ciona ante cosas perversas? 4Pues en tal caso, tu concepto de ti mismo seguirá desprovisto de significado. 5Y no te percatarás de que sólo te relacionas contigo mismo. 6Ser testigo de un mundo culpable indica que el mundo ha guiado tu aprendizaje y que lo consideras tal como te consideras a ti mismo. .7El concepto del yo abarca todo lo que contemplas, y nada está excluido de esa per­cepción. 8Si algo te puede herir, lo que estás viendo es una repre­sentación de tus deseos secretos. 9Eso es todo. 10Y lo que ves en cualquier clase de sufrimiento que padezcas es tu propio deseo oculto de matar.

16. Son muchos los conceptos de ti mismo que forjarás según pro­greses en tu aprendizaje. 2Cada uno producirá cambios que se verán reflejados en tus relaciones, conforme la percepción que tienes de ti mismo vaya cambiando. 3Y cada vez que tenga lugar un cambio se producirá en ti cierta confusión, mas siéntete agra­decido de que el aprendizaje del mundo vaya soltando la presa que había hecho en tu mente. 4Descansa seguro y contento en la confianza de que finalmente desaparecerá por completo y dejará a tu mente en paz. 5El papel de acusador se presentará en muchos sitios y de muchas maneras. 6Y en cada caso parecerá acusarte. 7Mas no temas que no vaya a ser erradicado.

17. El mundo no puede hacer que aprendas estas imágenes de ti mismo a no ser que tú desees aprenderlas. 2Llegará un momento en que todas desaparecerán, y te darás cuenta de que no sabes lo que eres. 3A esta mente abierta y receptiva es a la que la verdad retorna, sin impedimentos ni limitaciones. 4Allí donde todos los conceptos del yo han sido abandonados, la verdad se revela tal como es. 5Cuando todo concepto haya sido cuestionado y puesto en tela de juicio, y se haya reconocido que está basado en suposi­ciones que se desvanecerían ante la luz, la verdad quedará enton­ces libre para entrar a su santuario, limpio y despejado ahora de toda culpa. 6No hay afirmación que el mundo tema oír más que ésta:

7No sé lo que soy, por lo tanto, no sé lo que estoy haciendo, dónde me encuentro, ni cómo considerar al mundo o a mí mismo.

8Sin embargo, con esta lección nace la salvación. 9Y lo que tú eres te hablará de Sí Mismo.

14. ¿Qué soy?

1. Soy el Hijo de Dios, pleno, sano e íntegro, resplandeciente en el reflejo de Su Amor. 2En mí Su creación se santifica y Se le garantiza vida eterna. 3En mí el amor alcanza la perfección, el miedo es imposible y la dicha se establece sin opuestos. 4Soy el santo hogar de Dios Mismo. 5Soy el Cielo donde Su Amor reside. 6Soy Su santa Impecabilidad. Misma, pues en mi pureza reside la Suya Propia.

2. La necesidad de usar palabras está casi llegando a su fin ahora. 2Mas en los últimos días de este año que tú y yo juntos le ofreci­mos a Dios, hemos encontrado un solo propósito, el cual compartimos. 3Y así, te uniste a mí, de modo que lo que yo soy tú lo eres también. 4La verdad de lo que somos no es algo de lo que se pueda hablar o describir con palabras. 5Podemos, sin embargo, darnos cuenta de la función que tenemos aquí, y usar palabras para hablar de ello así como para enseñarlo, si predicamos con el ejemplo.

3. Somos los portadores de la salvación. 2Aceptamos nuestro papel como salvadores del mundo, el cual se redime mediante nuestro perdón conjunto. 3Y al concederle el regalo de nuestro perdón, éste se nos concede a nosotros. 4Vemos a todos como nuestros hermanos, y percibimos todas las cosas como buenas y bondadosas. 5No estamos interesados en ninguna función que se encuentre más allá del umbral del Cielo. 6El conocimiento vol­verá a aflorar en nosotros cuando hayamos desempeñado nues­tro papel. 7Lo único que nos concierne ahora es dar la bienvenida a la verdad.

4. Nuestros son los ojos a través de los cuales la visión de Cristo ve un mundo redimido de todo pensamiento de pecado. 2Nues­tros, los oídos que oyen la Voz que habla por Dios proclamar que el mundo es inocente. 3Nuestras, las mentes que se unen conforme bendecimos al mundo. 4Y desde la unión que hemos alcan­zado, invitamos a todos nuestros hermanos a compartir nuestra paz y a consumar nuestra dicha.

5. Somos los santos mensajeros de Dios que hablan en Su Nom­bre, y que al llevar Su Palabra a todos aquellos que Él nos envía, aprendemos que está impresa en nuestros corazones. 2Y de esa forma, nuestras mentes cambian con respecto al objetivo para el que vinimos y al que ahora procuramos servir. 3Le traemos bue­nas nuevas al Hijo de Dios que pensó que sufría. 4Ahora ha sido redimido. 5Y al ver las puertas del Cielo abiertas ante él, entrará y desaparecerá en el Corazón de Dios.

 

LECCIÓN 357

La verdad contesta toda invocación que le hacemos a Dios, respondiendo en primer lugar con milagros, y retornando luego a nosotros para ser ella misma.

1. El perdón -el reflejo de la verdad- me enseña cómo ofrecer milagros y así escapar de la prisión en la que creo vivir. 2Tu santo Hijo me es señalado, primero en mi hermano, y después en mí. 3Tu Voz me enseña con gran paciencia a oír Tu Palabra y a dar tal como recibo. 4Y conforme contemplo a Tu Hijo hoy, oigo Tu Voz indicándome la manera de llegar a Ti, tal como Tú dispusiste que ésta debía ser:

5"Contempla su impecabilidad y sé curado".

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