9. Por tal razón, las lecciones del Espíritu Santo
están diseñadas de manera que cada paso sea fácil, y aunque a veces puede
producirse cierta incomodidad y angustia, ello no afecta lo que se ha
aprendido, sino que constituye una re-interpretación de lo que parecen ser las
pruebas a su favor. 2Consideremos, pues, qué prueba hay de que tú
seas lo que tu hermano hizo de ti. 3Pues si bien aún no te das
cuenta de que eso es lo que piensas, es indudable que a estas alturas ya eres
consciente de que te comportas como si eso fuese lo que piensas. 4¿Reacciona
él por ti? 5¿Y sabe él acaso lo que va a ocurrir exactamente? 6¿Puede
ver tu futuro y determinar por adelantado lo que debes hacer en toda circunstancia?
7Él tendría que haberte creado tanto a ti como al mundo para poder
tener tal presciencia de lo que ha de suceder.
10. Que tú seas lo que tu hermano ha hecho de ti es
bastante improbable. 2Incluso si ello fuese cierto, ¿quién te dio la
cara de inocencia? 3¿Podría ser ésta tu propia aportación? 4¿Quién
es, entonces, el "tú" que la concibió? 5¿Y quién es el que
se engaña con toda tu bondad, y la ataca? 6Olvidémonos de la
ridiculez de este concepto y pensemos simplemente en esto: lo que crees ser
consta de dos partes. 7Si una de ellas fue generada por tu hermano,
¿quién estaba allí para inventar la otra? 8¿Y de quién hay que
mantener algo oculto? 9Aun si el mundo fuese perverso no habría
necesidad de ocultar aquello de lo que estás hecho. 10¿Quién lo
podría ver? 11¿Y qué podría necesitar defensa sino lo que se ataca?
11. Tal vez la razón de que este concepto tenga que
mantenerse oculto es que, de ser expuesto a la luz, el que pensaría que no es
verdad eres tú. 2¿Y qué le ocurriría al mundo que ves si todos sus
pilares se eliminasen? 3Tu concepto del mundo depende del concepto
que tienes de ti mismo. 4Y ambos desaparecerían si cualquiera de
ellos se pusiese en duda. 5El Espíritu Santo no quiere precipitarte
al pánico. 6Por lo tanto, lo único que te pide es que por lo menos
estés dispuesto a plantearte una simple pregunta.
12. Hay alternativas con respecto a eso que crees
ser. 2Podrías, por ejemplo, ser lo que has elegido que tu hermano
sea. 3Esto ubica al concepto del yo más allá de una condición de ser
algo completamente pasivo, por lo menos, allana el camino para que se pueda
tomar una decisión consciente, y para reconocer -aunque sea parcialmente- que
tuvo que haber tenido lugar alguna interacción. 4Se entiende en
parte que tú elegiste por los dos, y que lo que él representa tiene el
significado que tú le diste. 5Ello muestra también algunos atisbos
de visión con respecto a la ley de la percepción según la cual lo que se ve
refleja el estado mental del perceptor. 6Mas ¿quién eligió primero? 7Si
tú eres aquello que elegiste que tu hermano fuese, tuvo que haber alternativas
entre las que elegir, y alguien tuvo que haber decidido primero cuál de ellas
elegir y cuál rechazar.
13. Si bien este paso representa un avance, no se
aproxima aún a la cuestión básica. 2Algo tuvo que haber tenido lugar
antes de que surgieran estos conceptos de uno mismo. 3Y algo tuvo
que haber aprendido las enseñanzas que los originó. 4Esto no lo
puede explicar ninguno de los dos puntos de vista en cuestión. 4La
ventaja principal de haber pasado del primer punto de vista al segundo es que
de alguna manera se ve que tú participaste en la elección por decisión propia. 6Mas
por esta ganancia sufres una pérdida casi idéntica, pues ahora tú eres culpable
por lo que tu hermano es. 7Y no puedes sino compartir su
culpabilidad, ya que la elegiste para él a imagen y semejanza de la tuya
propia. 8Mientras que antes sólo él era el traidor, ahora tú tienes
que ser condenado junto con él.
14. El concepto del yo ha sido siempre la gran
preocupación del mundo. 2Y cada individuo cree que tiene que
encontrar la solución al enigma de lo que él es. 3La salvación se
puede considerar como el escape de todos los conceptos. 4No se ocupa
en absoluto del contenido de la mente, sino del simple hecho de que ésta piensa.
5Y aquello que puede pensar tiene alternativas entre las que elegir,
y se le puede mostrar los pensamientos que conllevan diferentes consecuencias. 6Así
puede aprender que todo lo que piensa refleja la profunda confusión que siente
con respecto a cómo fue concebida y a lo que es. 7Y el concepto del
yo vagamente parece contestar lo que no sabe.
15. No busques tu Ser en símbolos. 2No
hay concepto que pueda representar lo que eres. 3¿Qué importa qué
concepto aceptes mientras percibas un yo que se relaciona con el mal y que reacciona
ante cosas perversas? 4Pues en tal caso, tu concepto de ti mismo
seguirá desprovisto de significado. 5Y no te percatarás de que sólo
te relacionas contigo mismo. 6Ser testigo de un mundo culpable
indica que el mundo ha guiado tu aprendizaje y que lo consideras tal como te
consideras a ti mismo. .7El concepto del yo abarca todo lo que
contemplas, y nada está excluido de esa percepción. 8Si algo te
puede herir, lo que estás viendo es una representación de tus deseos secretos.
9Eso es todo. 10Y lo que ves en cualquier clase de
sufrimiento que padezcas es tu propio deseo oculto de matar.
16. Son muchos los conceptos de ti mismo que
forjarás según progreses en tu aprendizaje. 2Cada uno producirá
cambios que se verán reflejados en tus relaciones, conforme la percepción que
tienes de ti mismo vaya cambiando. 3Y cada vez que tenga lugar un
cambio se producirá en ti cierta confusión, mas siéntete agradecido de que el
aprendizaje del mundo vaya soltando la presa que había hecho en tu mente. 4Descansa
seguro y contento en la confianza de que finalmente desaparecerá por completo y
dejará a tu mente en paz. 5El papel de acusador se presentará
en muchos sitios y de muchas maneras. 6Y en cada caso parecerá
acusarte. 7Mas no temas que no vaya a ser erradicado.
17. El mundo no puede hacer que aprendas
estas imágenes de ti mismo a no ser que tú desees aprenderlas. 2Llegará
un momento en que todas desaparecerán, y te darás cuenta de que no sabes lo que
eres. 3A esta mente abierta y receptiva es a la que la verdad
retorna, sin impedimentos ni limitaciones. 4Allí donde todos los
conceptos del yo han sido abandonados, la verdad se revela tal como es. 5Cuando
todo concepto haya sido cuestionado y puesto en tela de juicio, y se haya
reconocido que está basado en suposiciones que se desvanecerían ante la luz,
la verdad quedará entonces libre para entrar a su santuario, limpio y
despejado ahora de toda culpa. 6No hay afirmación que el mundo tema
oír más que ésta:
7No sé lo que
soy, por lo tanto, no sé lo que estoy haciendo, dónde me encuentro, ni cómo
considerar al mundo o a mí mismo.
8Sin embargo, con esta lección
nace la salvación. 9Y lo que tú eres te hablará de Sí Mismo.
14. ¿Qué soy?
1. Soy el
Hijo de Dios, pleno, sano e íntegro, resplandeciente en el reflejo de Su Amor. 2En mí Su creación se santifica y Se le garantiza
vida eterna. 3En mí el
amor alcanza la perfección, el miedo es imposible y la dicha se establece sin
opuestos. 4Soy el
santo hogar de Dios Mismo. 5Soy el
Cielo donde Su Amor reside. 6Soy Su
santa Impecabilidad. Misma, pues en mi pureza reside la Suya Propia.
2. La necesidad de usar palabras está casi llegando a su fin ahora. 2Mas en
los últimos días de este año que tú y yo juntos le ofrecimos a Dios, hemos
encontrado un solo propósito, el cual compartimos. 3Y así, te uniste
a mí, de modo que lo que yo soy tú lo eres también. 4La verdad de lo
que somos no es algo de lo que se pueda hablar o describir con palabras. 5Podemos,
sin embargo, darnos cuenta de la función que tenemos aquí, y usar palabras para
hablar de ello así como para enseñarlo, si predicamos con el ejemplo.
3. Somos
los portadores de la salvación. 2Aceptamos nuestro papel como
salvadores del mundo, el cual se redime mediante nuestro perdón conjunto. 3Y al concederle el regalo de nuestro perdón, éste se
nos concede a nosotros. 4Vemos a todos como nuestros hermanos, y
percibimos todas las cosas como buenas y bondadosas. 5No estamos
interesados en ninguna función que se encuentre más allá del umbral del Cielo. 6El conocimiento volverá
a aflorar en nosotros cuando hayamos desempeñado nuestro papel. 7Lo
único que nos concierne ahora es dar la bienvenida a la
verdad.
4. Nuestros
son los ojos a través de los cuales la visión de Cristo ve un mundo redimido de
todo pensamiento de pecado. 2Nuestros, los
oídos que oyen la Voz que habla por Dios
proclamar que el mundo es inocente. 3Nuestras, las mentes que se unen conforme bendecimos al mundo. 4Y desde la
unión que hemos alcanzado, invitamos a todos nuestros hermanos a compartir
nuestra paz y a consumar nuestra dicha.
5. Somos
los santos mensajeros de Dios que hablan en Su Nombre, y que al llevar Su
Palabra a todos aquellos que Él nos envía, aprendemos que está impresa en
nuestros corazones. 2Y de esa forma, nuestras mentes
cambian con respecto al objetivo para el que vinimos y al que ahora procuramos servir.
3Le traemos buenas nuevas al Hijo de Dios que pensó que sufría. 4Ahora
ha sido redimido. 5Y al ver las puertas del Cielo abiertas ante él,
entrará y desaparecerá en el Corazón de Dios.
LECCIÓN 357
La verdad contesta toda invocación que le hacemos a Dios, respondiendo
en primer lugar con milagros, y retornando luego a nosotros para ser ella
misma.
1. El perdón
-el reflejo de la verdad- me enseña cómo ofrecer milagros y así escapar de la
prisión en la que creo vivir. 2Tu santo
Hijo me es señalado, primero en mi hermano, y después en mí. 3Tu Voz me enseña con gran paciencia a oír Tu
Palabra y a dar tal como recibo. 4Y conforme contemplo a Tu Hijo hoy, oigo Tu Voz
indicándome la manera de llegar a Ti, tal como Tú dispusiste que ésta debía
ser:
5"Contempla su impecabilidad y sé curado".
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