VIII. La visión de la impecabilidad
1. Al principio, la visión te llegará en forma de
atisbos, pero eso bastará para mostrarte lo que se te concede a ti que ves a tu
hermano libre de pecado. 2La verdad se restituye en ti al tú
desearla, tal como la perdiste al desear otra cosa. 3Abre las
puertas del santo lugar que cerraste al haber valorado ésa "otra
cosa", y lo que nunca estuvo perdido regresará calladamente. 4Ha
sido salvaguardado para ti. 5La visión no sería necesaria si no se
hubiese concebido la idea de juzgar. 6Desea ahora que ésta sea
eliminada completamente y así se hará.
2. ¿Deseas conocer tu Identidad? 2¿No
intercambiarías gustosamente tus dudas por la certeza? 3¿No
estarías dispuesto a estar libre de toda aflicción y aprender de nuevo lo que
es la dicha? 4Tu relación santa te ofrece todo esto. 5Tal
como se te dio, así también se te darán sus efectos. 6Y del mismo
modo en que no fuiste tú quien concibió su santo propósito, tampoco fuiste tú
quien concibió los medios para lograr su feliz desenlace. 7Regocíjate
de poder disponer de lo que es tuyo sólo con pedirlo, y no pienses que tienes
que ser tú quien debe concebir los medios o el fin. 8Todo
ello se te da a ti que quieres ver a tu hermano libre de pecado. 9Todo
ello se te da, y sólo espera a que desees recibirlo. 10La visión se
le otorga libremente a todo aquel que pide ver.
3. La impecabilidad de tu hermano se te muestra en
una luz brillante, para que la veas con la visión del Espíritu Santo y para
que te regocijes con ella junto con Él. 2Pues la paz vendrá a todos
aquellos que la pidan de todo corazón y sean sinceros en cuanto al propósito
que comparten con el Espíritu Santo, y de un mismo sentir con Él con respecto a
lo que es la salvación. 3Estáte dispuesto, pues, a ver a tu hermano
libre de pecado, para que Cristo pueda aparecer ante tu vista y colmarte de
felicidad. 4Y no le otorgues ningún valor al cuerpo de tu hermano,
el cual no hace sino condenarlo a fantasías de lo que él es. 5Él
desea ver su impecabilidad, tal como tú deseas ver la tuya. 6Bendice
al Hijo de Dios en tu relación, y no veas en él lo que tú has hecho de él.
4. El Espíritu Santo garantiza que lo que Dios
dispuso para ti y te concedió, será tuyo. 2Este es tu propósito
ahora, y la visión que hace que sea posible sólo espera a que la recibas. 3Ya
dispones de la visión que te permite no ver el cuerpo. 4Y al
contemplar a tu hermano verás en él un altar a tu Padre tan santo como el
Cielo, refulgiendo con radiante pureza y con el destello de las deslumbrantes
azucenas que allí depositaste. 5¿Qué otra cosa podría tener más
valor para ti? 6¿Por qué piensas que el cuerpo es un mejor hogar, un
albergue más seguro para el Hijo de Dios? 7¿Por qué preferirías ver
el cuerpo en vez de la verdad? 8¿Cómo es posible que esa máquina de
destrucción sea lo que prefieres y lo que eliges para reemplazar el santo hogar
que te ofrece el Espíritu Santo, y donde Él morará contigo?
5. El cuerpo es el signo de la debilidad, de la
vulnerabilidad y de la pérdida de poder. 2¿Qué ayuda te puede
prestar un salvador así? 3¿Le pedirías ayuda a un desvalido en
momentos de angustia y de necesidad? 4¿Es lo infinitamente pequeño
la mejor alternativa a la que recurrir en busca de fortaleza? 5Tus
juicios parecerán debilitar a tu salvador. 6Mas eres tú quien tiene
necesidad de su fortaleza. 7No hay problema, acontecimiento,
situación o perplejidad que la visión no pueda resolver. 8Todo
queda redimido cuando se ve a través de la visión. 9Pues no es tu
visión, y trae consigo las amadas leyes de Aquel Cuya visión es.
6. Todo lo que se contempla a través de la visión
cae suavemente en su sitio, de acuerdo con las leyes que Su serena y certera
mirada le brinda. 2La finalidad de todo lo que Él contempla es
siempre indudable: 3Pues servirá a Su propósito, que se verá sin
ajuste alguno y perfectamente adaptado al mismo: 4Bajo Su bondadosa
mirada, lo destructivo se vuelve benigno y el pecado se convierte en una
bendición. 5¿Qué poder tienen los ojos del cuerpo para corregir lo
que perciben? 6Los ojos del cuerpo se ajustan al pecado, pues son
incapaces de pasarlo por alto en ninguna de sus formas, al verlo por todas
partes y en todas las cosas. 7Mira a través de sus ojos, y todo
quedará condenado ante ti. 8Y jamás podrás ver todo lo que te podría
salvar. 9Tu santa relación, la fuente de tu salvación, queda
desprovista de todo significado, y su más santo propósito desposeído de los
medios para su consecución.
7. Los juicios no son sino juguetes, caprichos,
instrumentos insensatos para jugar al juego fútil de la muerte en tu
imaginación: 2La visión, en cambio, enmienda todas las cosas y las
pone dulcemente bajo el tierno dominio de las leyes del Cielo. 3¿Qué
pasaría si reconocieses que este mundo es tan sólo una alucinación? 4¿O
si realmente entendieses que fuiste tú quien lo inventó? 5¿Y qué
pasaría si te dieses cuenta de que los que parecen deambular por él, para pecar
y morir, atacar, asesinar y destruirse a sí mismos son totalmente irreales? 6¿Podrías
tener fe en lo que ves si aceptases esto? 7¿Y lo verías?
8. Las alucinaciones desaparecen cuando se reconocen
como lo que son. 2Ésa es la cura y el remedio: 3No creas
en ellas, y desaparecen. 4Lo único que necesitas reconocer es que
todo ello es tu propia fabricación. 5Una vez que aceptas este simple
hecho y recuperas el poder que les habías otorgado, te liberas de ellas. 6Pero
de esto no hay duda: las alucinaciones tienen un propósito, y cuando dejan de
tenerlo, desaparecen: 7La pregunta, por lo tanto, no es nunca si las
deseas o no, sino si deseas el propósito que apoyan. 8Este mundo
parece tener muchos propósitos, todos ellos diferentes entre sí y con
diferentes valores. 9Sin embargo, son todos el mismo. 10Una
vez más, no hay grados, sino sólo una aparente jerarquía de valores.
9. Sólo dos propósitos son posibles: 2el
pecado y la santidad. 3No existe nada entremedias, y el que elijas
determinará lo que veas. 4Pues lo que ves simplemente demuestra cómo
has elegido alcanzar tu objetivo. 5Las alucinaciones sirven para
alcanzar el objetivo de la locura. 6Son el medio a través del cual
el mundo externo, proyectado desde adentro, se ajusta al pecado y parece dar fe
de su realidad. 7Aún sigue siendo cierto, no obstante, que no hay
nada afuera. 8Sin embargo, es sobre esta nada donde se lanzan todas
las proyecciones. 9Pues es la proyección la que le confiere a la
"nada" todo el significado que parece tener.
10. Lo que carece de significado no puede ser
percibido. 2Y el significado siempre busca dentro de sí
para encontrar significado, y luego mira hacia afuera. 3Todo el
significado que tú le confieres al mundo externo tiene que reflejar, por lo
tanto, lo que viste dentro de ti, o mejor dicho, si es que realmente viste o
simplemente emitiste un juicio en contra de lo que viste. 4La
visión es el medio a través del cual el Espíritu Santo transforma tus
pesadillas en sueños felices y reemplaza tus dementes alucinaciones -que te
muestran las terribles consecuencias de pecados imaginarios- por plácidos y
reconfortantes paisajes. 5Estos plácidos paisajes y sonidos se ven
con agrado y se oyen con alegría. 6Son Sus sustitutos para todos
los aterradores panoramas y pavorosos sonidos que el propósito del ego le trajo
a tu horrorizada conciencia. 7Ellos te alejan del pecado y te
recuerdan que no es la realidad lo que te asusta, y que los errores que
cometiste se pueden corregir.
11. Cuando hayas contemplado lo que parecía infundir
terror y lo hayas visto transformarse en paisajes de paz y hermosura, cuando
hayas presenciado escenas de violencia y de muerte y las hayas visto
convertirse en serenos panoramas de jardines bajo cielos despejados, con aguas
diáfanas, portadoras de vida, que corren felizmente por ellos en arroyuelos
danzantes que nunca se secan, ¿qué necesidad habrá de persuadirte para que
aceptes el don de la visión? 2Y una vez que la visión se haya
alcanzado, ¿quién podría rehusar lo que necesariamente ha de venir después? 3Piensa
sólo en esto por un instante: puedes contemplar la santidad que Dios le dio a
Su Hijo. 4Y nunca jamás tendrás que pensar que hay algo más que
puedas ver.
3. ¿Qué es el mundo?
1. El mundo es una percepción falsa. 2Nació
de un error, y no ha abandonado su fuente. 3Persistirá mientras se
siga abrigando el pensamiento que le dio vida. 4Cuando el
pensamiento de separación haya sido sustituido por uno de verdadero perdón, el
mundo se verá de una manera completamente distinta; de una manera. que conduce
a la verdad en la que el mundo no puede sino desaparecer junto con todos sus
errores. 5Ahora su fuente ha desaparecido, al igual que sus efectos.
2. El mundo se fabricó como un acto de agresión contra
Dios. 2Es el símbolo del miedo. 3Mas ¿qué es el miedo
sino la ausencia de amor? 4El mundo, por lo tanto, se fabricó con la
intención de que fuese un lugar en el que Dios no pudiese entrar y en el que Su
Hijo pudiese estar separado de Él. 5Esa fue la cuna de la percepción,
pues el conocimiento no podría haber sido la causa de pensamientos tan
descabellados. 6Mas los ojos engañan, y los oídos oyen falsedades. 7Ahora
es muy posible cometer errores porque se ha perdido la certeza.
3. Y para sustituirla nacieron los mecanismos de la
ilusión, 2que ahora van en pos de lo que se les ha encomendado
buscar. 3Su finalidad es servir el propósito para el que se fabricó
el mundo, de modo que diese testimonio de él y lo hiciera real. 4Dichos
mecanismos ven en sus ilusiones una sólida base donde existe la verdad y
donde se mantiene aparte de las mentiras. 5No obstante, no informan
más que de ilusiones, las cuales se mantienen separadas de la verdad.
4. Del mismo modo en que el propósito de la vista fue
alejarte de la verdad, puede asimismo tener otro propósito. 2Todo
sonido se convierte en la llamada de Dios, y Aquel a quien Dios designó como el
Salvador del mundo puede conferirle a toda percepción un nuevo propósito. 3Sigue
Su Luz, y verás el mundo tal como Él lo ve. 4Oye sólo Su Voz en todo
lo que te habla. 5Y deja que Él te conceda la paz y la certeza que
tú desechaste, pero que el Cielo salvaguardó para ti en Él.
5. No nos quedemos tranquilos hasta que el mundo se
haya unido a nuestra nueva percepción. 2No nos demos por satisfechos
hasta que el perdón sea total. 3Y no intentemos cambiar nuestra
función. 4Tenemos que salvar al mundo. 5Pues nosotros que
lo fabricamos tenemos que contemplarlo a través de los ojos de Cristo, de modo
que aquello que se concibió para que muriese pueda ser restituido a la vida
eterna.
LECCIÓN 241
En este instante santo llega la salvación.
1. ¡Qué alegría tan grande la de hoy! 2Éste
es un día de una celebración especial. 3Pues este día le ofrece al
mundo de tinieblas el instante que se fijó para su liberación. 4Ha
llegado el día en que todos los pesares se dejan atrás y el dolor desaparece. 5La
gloria de la salvación alborea hoy sobre un mundo que ha sido liberado. 6Éste
es un tiempo de esperanza para millones de seres. 7Ahora ellos se
unirán conforme tú los perdones a todos. 8Pues hoy tú me perdonarás
a mí. .
2. Ahora nos hemos perdonado los unos a los
otros, y así podemos por fin regresar a Ti. 2Padre, Tu Hijo, que
en realidad jamás se ausentó, retorna al Cielo y a su hogar. 3iQué
contentos estamos de que se nos haya restituido la cordura y de poder recordar
que todos somos uno!
No hay comentarios:
Publicar un comentario