lunes, 17 de septiembre de 2012

Sanando las heridas de la niñez.


Cuando los padres han construido todo, a los hijos sólo les queda el derrumbarlo.

(Karl Kraus)

En la más tierna infancia ocurren la mayor parte de las heridas del alma y sucede porque la mente del niño percibe una realidad totalmente subjetiva y normalmente se obedece a fines totalmente egocéntricos. Se hace lectura de lo que realizan los padres magnificando las experiencias, el corazón se llena de resentimiento inclusive hasta de odio por lo que “le hicieron sus padres”, surgen sentimientos de abandono, de miedo, de rabia que luego a lo largo de la existencia se traslada a cualquier relación ya sea de amistad, de trabajo, de pareja inclusive con los propios hijos.Romancetopia te apoya a que puedas ir sanando las heridas de la niñez.

Por otro lado como uno de los mandamientos es honrar a tu padre y a tu madre, entonces surge la dicotomía de odio- amor, por lo tanto surge la sombra de la culpa que lo empaña todo y que impide que se pueda sentir la felicidad en su plenitud, llenando la vida de sufrimiento y dolor. Gran parte de la vida se reprime a ese niño interior adolorido, pasando por alto sus heridas, sus miedos y sus angustias. El primer paso para sanar nuestras heridas infantiles es dejar que ese niño salga y de riendas sueltas a sus emociones en nuestra intimidad jugar con él, sacar el dolor acumulado durante tanto tiempo, abrazarle. De esta manera se construye un puente a una comunicación más efectiva en el exterior, aprender a tomar contacto primero con nuestra infancia para acompañar a que esas viejas heridas vayan cicatrizando.

Cuando se dirige la atención hacia nuestro niño interior aceptándolo de una manera integral con amor expresando nuestras necesidades y deseos, procurando nosotros mismos satisfacerlos. De esta manera se desarrolla la capacidad de reconocer nuestros errores y se empieza aceptar a uno mismo como seres perfectos aún con nuestras imperfecciones, para finalmente lograr un diálogo interior que es la base de nuestro poder personal, y así lograr una vida coherente y plena.

El escribir carta a nuestros padres donde se exprese todo lo que se siente, cuales fueron los creencias que ayudaron a construir, lo que interpretamos de sus comportamientos, ayuda considerablemente a cerrar las situaciones abiertas. No es necesario que se entreguen estas cartas por el contrario es solo para hacernos conscientes nosotros mismos de todas las interpretaciones que se hizo de ellos y como aún afectan en la cotidianeidad siendo adultos, jamás se puede hacer esto para entregárselas y pasarle cuenta de todas las miserias que nosotros construimos con nuestras interpretaciones, es un proceso que obviamente resulta doloroso; sin embargo como toda herida es necesario desinfectarla para que pueda sanar.

La idea no es victimizarnos y sentir lastima de nosotros mismos, por el contrario es asumir nuestro poder en el presente y ver todo con perspectiva y amor.
fuente: http://www.romancetopia.com/articulos/psicologia/mundo-intrapsiquico/122-por-que-nos-sentimos-heridos-por-los-demas.html

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