RAZÓN Y PERCEPCIÓN
Introducción
1. La proyección da lugar a la percepción. 2El
mundo que ves se compone de aquello con lo que tú lo dotaste. aNada
más. 3Pero si bien no es nada más, tampoco es menos. 4Por
lo tanto, es importante para ti. 5Es el testimonio de tu estado
mental, la imagen externa de una condición interna. 6Tal como el
hombre piense, así percibirá. 7No trates, por lo tanto, de cambiar
el mundo, sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él. 8La
percepción es un resultado, no una causa. 9Por eso es por lo que el
concepto de grados de dificultad en los milagros no tiene sentido. 10Todo
lo que se contempla a través de la visión es sano y santo. 11Nada
que se perciba sin ella tiene significado. 12Y donde no
hay significado, hay caos.
2. La condenación es un juicio que emites acerca de
ti mismo, y eso es lo que proyectas sobre el mundo. 2Si lo ves como
algo condenado, lo único que verás es lo que tú has hecho para herir al Hijo de
Dios. 3Si contemplas desastres y catástrofes, es que has tratado de
crucificarlo. 4Si ves santidad y esperanza, es que te has unido a la
Voluntad de Dios para liberarlo. 5Estas son las únicas alternativas
que tienes ante ti. 6Y lo que veas dará testimonio de tu elección y
te permitirá reconocer cuál de ellas elegiste. 7El mundo que ves tan
sólo te muestra cuánta dicha te has permitido ver en ti y aceptar como tuya. 8Y
si ése es su significado, el poder de dar dicha tiene entonces que encontrarse
en ti.
I. La canción olvidada
1. No te olvides nunca de que el mundo que
"ven" los ciegos tiene que ser imaginario, pues desconocen el verdadero
aspecto del mundo. 2Tienen que inferir lo que se puede ver basándose
en datos que son siempre indirectos y reformular sus deducciones según
tropiezan y se caen debido a lo que no reconocieron, o bien pasar sin sufrir
daño alguno a través de puertas abiertas que ellos creían cerradas. 3Y
lo mismo ocurre contigo. 4Tú no ves. 5Las indicaciones en
las que te basas para llegar a tus conclusiones son erróneas, y por eso
tropiezas y te caes encima de las piedras que no viste, sin darte cuenta de que
puedes atravesar las puertas que, aunque creías que estaban cerradas, se
encuentran abiertas para los ojos que no ven, esperando a darte la bienvenida.
2. ¡Qué descabellado es tratar de juzgar aquello que
simplemente se podría ver! 2No es necesario imaginar qué aspecto
debe tener el mundo. 3Antes de que lo puedas reconocer como lo que
es, tienes que verlo. 4Se te puede mostrar qué puertas están
abiertas, para que así puedas ver dónde radica la seguridad, qué camino conduce
a las tinieblas y cuál a la luz. 5Los juicios siempre te darán
indicaciones falsas, pero la visión te muestra por dónde ir. 6¿Por
qué tratar de adivinarlo?
3. No hay que sufrir para aprender. 2Las
lecciones benévolas se asimilan con júbilo y se recuerdan felizmente. 3Deseas
aprender lo que te hace feliz y no olvidarte de ello. 4No es esto lo
que niegas. 5Lo que te preguntas es si los medios a través de
los cuales se aprende este curso conducen a la felicidad que promete o no. 6Si
creyeses que sí, no tendrías dificultad alguna para aprender el curso. 7Todavía
no eres un estudiante feliz porque aún no estás seguro de que la visión pueda
aportarte más de lo que los juicios te ofrecen, y has aprendido que no puedes
tener ambas cosas.
4. Los ciegos se acostumbran a su mundo adaptándose
a él. 2Creen saber cómo desenvolverse en él. 3Han
aprendido a hacerlo, pero no a través de lecciones gozosas, sino a través de la
dura necesidad impuesta por las limitaciones que no creían poder superar. 4Y
como todavía lo siguen creyendo, tienen en gran estima a esas lecciones y se
aferran a ellas porque no pueden ver. 5No entienden que son las
lecciones en sí las que los mantienen ciegos. 6Eso no lo
creen. 7Y así, conservan el mundo que aprendieron a "ver"
en su imaginación, creyendo que sólo pueden elegir entre eso o nada. 8Odian
el mundo que aprendieron a conocer mediante el dolor. 9Y todo lo que
creen que habita en él sólo sirve para recordarles que están incompletos y que
se les ha privado injustamente de algo.
5. Por lo tanto, definen su vida y donde viven, y se
adaptan a ello tal como, creen que deben hacerlo, temerosos de perder lo poco
que tienen. 2Y lo mismo ocurre con todos aquellos que
consideran que lo único que tanto ellos como sus hermanos tienen es el cuerpo. 3Tratan
de comunicarse entre sí, y fracasan una y otra vez. 4Y se adaptan a
la soledad, pues creen que conservar el cuerpo es proteger lo poco que tienen. 5Presta
atención, y mira a ver si te puedes acordar de lo que vamos a hablar ahora.
6. Escucha ... tal vez puedas captar un leve atisbo
de un estado inmemorial que no has olvidado del todo; tal vez sea un poco
nebuloso, mas no te es totalmente desconocido: como una canción cuyo título
olvidaste hace mucho tiempo, así como las circunstancias en las que la oíste. 2No
puedes acordarte de toda la canción, sino sólo de algunas notas de la
melodía, y no puedes asociarla con ninguna persona o lugar, ni con nada
en particular. 3Pero esas pocas notas te bastan para recordar cuán
bella era la canción, cuán maravilloso el paraje donde la escuchaste y cuánto
amor sentiste por los que allí estaban escuchándola contigo.
7. Las notas no son nada. 2Sin embargo,
las has conservado, no por ellas mismas, sino con un dulce recordatorio de lo
que te haría llorar si recordases cuán querido era para ti. 3Podrías
acordarte, pero tienes miedo, pues crees que perderías el mundo que desde
entonces has aprendido a conocer. 4Sin embargo, sabes que nada en
este mundo es ni la sombra de aquello que tanto amaste. 5Escucha y
mira a ver si te acuerdas de una canción muy vieja que sabías hace mucho tiempo
y que te era más preciada que cualquier otra melodía que te hayas enseñado a ti
mismo desde entonces.
8. Más allá del cuerpo, del sol y de las estrellas,
más allá de todo lo que ves, y, sin embargo, en cierta forma familiar
para ti, hay un arco de luz dorada que al contemplarlo se extiende hasta volverse
un círculo enorme y luminoso. 2El círculo se llena de luz ante tus
ojos. 3Sus bordes desaparecen, y lo que había dentro deja de estar
contenido. 4La luz se expande y envuelve todo, extendiéndose hasta
el infinito y brillando eternamente sin interrupciones ni límites de ninguna
clase. 5Dentro de ella todo está unido en una continuidad perfecta. 6Es
imposible imaginar que pueda haber algo que no esté dentro de ella, pues no hay
lugar del que esta luz esté ausente.
9. Ésta es la visión del Hijo de Dios, a quien
conoces bien. 2He aquí lo que ve el que conoce a su Padre. 3He
aquí el recuerdo de lo que eres: una parte de ello que contiene todo ello
dentro de sí, y que está tan inequívocamente unida a todo como todo está unido
en ti. 4Acepta la visión que te puede mostrar esto y no el cuerpo. 5Te
sabes esa vieja canción, y te la sabes muy bien. 6Nada te será jamás
tan querido como este himno inmemorial de amor que el Hijo de Dios todavía le
canta a su Padre.
10. Y ahora los ciegos pueden ver, pues esa
misma canción que entonan en honor de su Creador los alaba a ellos
también. 2La ceguera que inventaron no podrá resistir el vibrante
recuerdo de esta canción. 3Y contemplarán la visión del Hijo de
Dios, al recordar quién es aquel al que cantan. 4¿Qué es un
milagro, sino este recordar?, 5¿Y hay alguien en quien no se
encuentre esta memoria? 6La luz en uno despierta la luz en los demás.
7Y cuando la ves en tu hermano, la recuerdas por todos.
LECCIÓN 242
Este día se lo dedico
a Dios. Es el regalo que le hago.
1. Hoy no dirigiré mi vida por mi cuenta. 2No
entiendo el mundo, por lo tanto, tratar de dirigir mi vida por mi cuenta es una
locura. 3Mas hay Alguien que sabe qué es lo que más me conviene. 4Y
Él se alegra de tomar por mí únicamente
aquellas decisiones que me conducen a Dios. 5Pongo este día en Sus
manos, pues no quiero demorar mi regreso al hogar, y es Él el que conoce el camino
que me conduce a Dios.
2. Y así, ponemos este día en Tus Manos. 2Venimos
con mentes completamente receptivas. 3No pedimos nada que
creamos desear. 4Concédenos tan sólo lo que Tú deseas que
recibamos. 5Tú conoces nuestros deseos y necesidades. 6Y nos
concederás todo lo que sea necesario para ayudarnos a encontrar el camino que
nos lleva hasta Ti.
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