VIII. La inminencia de la salvación
1. El único problema pendiente es que todavía ves un
intervalo entre el momento en que perdonas y el momento en que recibes los
beneficios que se derivan de confiar en tu hermano. 2Esto tan sólo
refleja la pequeña distancia que aún deseas interponer entre vosotros para que
os mantenga un poco separados. 3Pues el tiempo y el espacio son la
misma ilusión, pero se manifiestan de forma diferente. 4Si se ha
proyectado más allá de tu mente, piensas que es el tiempo. 5Cuanto
más cerca se trae a tu mente, más crees que es el espacio.
2. Quieres conservar cierta distancia entre vosotros
para que os mantenga separados, y percibes ese espacio como el tiempo porque
aún crees que eres algo externo a tu hermano. 2Eso hace que la
confianza sea imposible. 3Y no puedes creer que la confianza podría
resolver cualquier problema ahora mismo. 4Crees, por lo tanto, que
es más seguro seguir siendo un poco cauteloso y continuar vigilando lo que
percibes como tus intereses separados. 5Desde esta perspectiva te es
imposible concebir que puedas obtener lo que el perdón te ofrece ahora
mismo. 6En el intervalo que crees que existe entre dar el regalo
y recibirlo parece que tienes que sacrificar algo y perder por ello. 7Ves
la salvación como algo que tendrá lugar en el futuro, pero no ves resultados
inmediatos.
3. Sin embargo, la salvación es inmediata. 2A
no ser que la percibas así, tendrás miedo de ella, creyendo que, entre el
momento en que aceptas su propósito como el tuyo propio y el momento en que sus
efectos llegan hasta ti, el riesgo de pérdida es inmenso. 3De esta
manera, el error que da lugar al miedo sigue oculto. 4La salvación eliminaría
la brecha que todavía percibes entre vosotros y permitiría que os
convirtieseis en uno instantáneamente. 5Y es ésto lo que crees que supondría
una pérdida. 6No proyectes este temor en el tiempo, pues el tiempo
no es el enemigo que tú percibes. 7El tiempo es tan neutral como el
cuerpo, salvo en lo que respecta al propósito que le asignas. 8Mientras
todavía quieras conservar un pequeño espacio entre vosotros, querrás tener un
poco más de tiempo en el que aún puedas negar el perdón. 9Y esto no
podrá sino hacer que el intervalo que transcurre entre el momento en que niegas
el perdón y el momento en que lo otorgas parezca peligroso, y el terror,
justificado.
4. Mas el espacio que hay entre vosotros es evidente
sólo en el presente, ahora mismo, y no se puede percibir en el futuro. 2Tampoco
es posible pasarlo por alto, excepto en el presente. 3No es lo que
puedas perder en el futuro lo que temes. 4Lo que te aterroriza es
unirte en el presente. 5¿Quién puede sentir desolación, excepto en
el momento presente? 6Una causa futura aún no tiene efectos. 7Por
lo tanto, eso quiere decir que si sientes temor, su causa se encuentra en el
presente. 8Y es esa causa la que necesita corrección, no un
estado futuro.
5. Todos los planes que haces para tu seguridad
están centrados en el futuro, donde no puedes planear. 2Todavía no
se le ha asignado ningún propósito al futuro, y lo que va a ocurrir aún no
tiene causa. 3¿Quién puede predecir efectos que no tienen causa? 4¿Y
quién podría tener miedo de dichos efectos a no ser que pensase que éstos ya
han sido causados y los juzgase como desastrosos ahora? 5La
creencia en el pecado da lugar al miedo, y, al igual que su causa, mira hacia
adelante y hacia atrás, pero pasa por alto lo que se encuentra aquí y ahora. 6Su
causa, sin embargo, sólo puede estar aquí y ahora si sus efectos ya se han
juzgado como temibles. 7Mas cuando se pasa esto por alto se protege
la causa y se la mantiene alejada de la curación. 8Pues el milagro
es algo que es ahora. 9Se encuentra ya aquí, en gracia
presente, dentro del único intervalo de tiempo que el pecado y el miedo han
pasado por alto, pero que, sin embargo, es el único tiempo que hay.
6. Llevar a cabo la corrección en su totalidad no
requiere tiempo en absoluto. 2Pero aceptar que la corrección se
puede llevar a cabo parece prolongarse una eternidad. 3El cambio de
propósito que el Espíritu Santo le brindó a tu relación encierra en sí todos
los efectos que verás. 4Éstos se pueden ver ahora. 5¿Por
qué esperar a que se manifiesten en el transcurso del tiempo, temiendo que tal
vez no se den, cuando ya se encuentran aquí? 6Se te ha dicho que
todo lo que procede de Dios es para el bien. 7Sin embargo, parece
como si no fuera así. 8No es fácil dar crédito de antemano al bien
que se presenta en forma de desastre, 9ni es ésta una idea que tenga
sentido.
7. ¿Por qué habría de aparecer el bien en forma de
mal? 2¿Y no sería un engaño si lo hiciese? 3Su causa está
aquí, si es que aparece en absoluto. 4¿Por qué, entonces, no son
evidentes sus efectos? 5¿Por qué razón se ven en el futuro? 6Y
procuras contentarte con suspirar y "razonar" que no entiendes esto
ahora, pero que algún día lo entenderás 7y que su significado te
resultará claro entonces. 8Esto no es razonar, pues es injusto, y
alude claramente al castigo hasta que el momento de la liberación sea inminente.
9Pero puesto que el propósito de la relación ha cambiado ahora para
el bien, no hay razón para un intervalo en que azote el desastre, el cual se
percibirá algún día como algo "bueno", aunque ahora se perciba como
doloroso. 10Esto es un sacrificio del ahora, que no puede ser
el precio que el Espíritu Santo exige por lo que ha dado gratuitamente.
8. Esta ilusión, no obstante, tiene una causa que,
aunque falsa, tiene que estar en tu mente ahora. 2Y esta ilusión es
tan sólo un efecto que tu mente engendra y una forma de percibir su resultado.
3Este intervalo de tiempo, en el que se percibe la represalia como
la forma en la que se presenta el "bien", es sólo un aspecto de la
diminuta brecha que hay entre vosotros, la cual todavía no se ha perdonado.
9. No te contentes con la idea de una felicidad
futura. 2Eso no significa nada ni es tu justa recompensa. 3Pues
hay causa para ser libre ahora. 4¿De qué sirve la libertad en
forma de aprisionamiento? 5¿Por qué habría de disfrazarse de muerte
la liberación? 6La demora no tiene sentido, y el
"razonamiento" que mantiene que los efectos de una causa presente se
tienen que posponer hasta un momento futuro, es simplemente una negación del
hecho de que causa y consecuencia tienen que darse simultáneamente. 7No
es del tiempo de lo que te tienes que liberar, sino de la diminuta brecha que
existe entre vosotros. 8Y no dejes que ésta se disfrace de tiempo, y
que de este modo se perpetúe, ya que al haber cambiado de forma no se puede
reconocer como lo que es. 9El propósito del Espíritu Santo es ahora
el tuyo. 10¿No debería ser Su felicidad igualmente tuya?
9. ¿Qué es el Segundo Advenimiento?
1. El Segundo Advenimiento de Cristo, que es tan
seguro como Dios, es simplemente la corrección de todos los errores y el restablecimiento
de la cordura. 2Es parte de la condición que reinstaura lo que
nunca se perdió y re-establece lo que es eternamente verdad. 3Es la
invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el lugar de las
ilusiones: la señal de que estás dispuesto a dejar que el perdón descanse
sobre todas las cosas sin excepción y sin reservas.
2. La naturaleza totalmente inclusiva del Segundo
Advenimiento de Cristo es lo que le permite envolver al mundo y mantenerte a
salvo en su dulce llegada, la cual abarca a toda cosa viviente junto contigo. 2La
liberación a la que el Segundo
Advenimiento da lugar no tiene fin, pues la creación de Dios es ilimitada. 3La
luz del perdón ilumina el camino del Segundo Advenimiento porque refulge sobre
todas las cosas a la vez y cual una sola. 4Y así, por fin, se
reconoce la unidad.
3. El Segundo Advenimiento marca el fin de las
enseñanzas del Espíritu Santo, allanando así el camino para el juicio Final, en
el que el aprendizaje termina con un último resumen que se extenderá más allá
de sí mismo hasta llegar a Dios. 2En el Segundo Advenimiento todas
las mentes se ponen en manos de Cristo, para serle restituidas al espíritu en
el nombre de la verdadera creación y de la Voluntad de Dios.
4. El Segundo Advenimiento es el único acontecimiento
en el tiempo que el tiempo mismo no puede afectar. 2Pues a todos los
que vinieron a morir aquí o aún han de venir, o a aquellos que están aquí
ahora, se les libera igualmente de lo que hicieron. 3En esta
igualdad se reinstaura a Cristo como una sola Identidad, en la Cual los Hijos
de Dios reconocen que todos ellos son uno solo. 4Y Dios el Padre le
sonríe a Su Hijo, Su única creación y Su única dicha.
5. Ruega, pues, por que el Segundo Advenimiento tenga
lugar pronto, pero no te limites a eso. 2Pues necesita tus ojos, tus
oídos, tus manos y tus pies. 3Necesita tu voz. 4Pero
sobre todo, necesita tu buena voluntad. 5Regocijémonos de que
podamos hacer la Voluntad de Dios y unirnos en Su santa luz. 6¡Pues
mirad!, el Hijo de Dios es uno solo en nosotros, y podemos alcanzar el Amor de
nuestro Padre a través de él.
LECCIÓN 301
Y Dios Mismo enjugará todas las lágrimas.
1. Padre, a menos que juzgue no puedo sollozar.
2Tampoco puedo experimentar dolor o sentirme abandonado o creer que no
se me necesita en este mundo. 3Éste es mi hogar porque no lo juzgo, y, por lo tanto, es únicamente lo que Tú
quieres que sea. 4Hoy lo quiero contemplar sin condenarlo, a
través de ojos felices que el perdón haya liberado de toda distorsión. 5Hoy
quiero ver Tu mundo en lugar del mío. 6Y me olvidaré de todas las lágrimas que he derramado, pues su fuente ha
desaparecido. 7Padre, hoy no juzgaré Tu mundo. `
2. El mundo de Dios es un mundo feliz. 2Los
que lo contemplan pueden tan sólo sumar a él su propia dicha y bendecirlo por
ser causa de una mayor dicha para ellos. 3Llorábamos porque no
entendíamos. 4Pero hemos aprendido que el mundo que veíamos era
falso, y hoy vamos a contemplar el de
Dios.
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