V. La alternativa a los sueños de miedo
1. ¿Qué puede ser la sensación de estar enfermo,
sino una sensación de estar limitado, 2o de estar desunido de algo
y separado de ello? 3¿O de una brecha que percibes entre tu
hermano y tú y lo que ahora consideras la salud? 4Y de este modo, lo
bueno se ve como si estuviese afuera, y lo malo, adentro. 5Y así, la
enfermedad aparta al ser de lo bueno, y conserva lo malo adentro. 6Dios
es la Alternativa a los sueños de miedo. 7El que es partícipe de
sueños de miedo, no puede ser partícipe de Él. 8Pero el que se niega
a ser partícipe de ellos, participa en Él. 9No hay ninguna otra
alternativa. 10Nada puede existir a menos que tú compartas su existencia.
11Y tú existes porque Dios compartió Su Voluntad contigo para que Su
creación pudiese crear.
2. Lo que les confiere realidad a los perniciosos
sueños de odio, maldad, rencor, muerte, pecado, sufrimiento, dolor y pérdida es
el hecho de compartirlos. 2Si no se comparten, se perciben como algo
sin sentido. 3Pues al no prestarles apoyo dejan de ser una fuente de
miedo. 4Y el amor no puede sino llenar el espacio que el miedo ha
dejado vacante porque ésas son las únicas alternativas que existen. 5Donde
uno aparece, el otro desaparece. 6Y el que compartas, será el único
que tendrás. 7Y tendrás el que aceptes, pues es el único que deseas
tener.
3. Si perdonas al soñador, y percibes que él no es
el sueño que él mismo tejió, no estás compartiendo con él su nefasto sueño. 2Por
lo tanto, él no puede ser parte del tuyo, del cual ambos os liberáis. 3El
perdón separa al soñador del sueño nefasto, y así, lo libera. 4Recuerda
que si compartes un sueño de maldad, creerás ser ese sueño que compartes. 5Y
al tener miedo de él, no desearás conocer tu verdadera Identidad porque
pensarás que es temible. 6Y negarás tu Ser, y caminarás por tierras
extrañas que tu Creador no creó, donde parecerás ser algo que no eres. 7Lucharás
contra tu propio Ser, el cual parecerá ser tu enemigo, y atacarás a tu hermano,
como parte de lo que odias. 8En esto no hay términos medios. 9O
bien eres tu Ser o bien una ilusión. 10¿Qué puede haber entre la
ilusión y la verdad? 11Creer que hay un lugar intermedio donde
puedes ser algo que no eres, no puede ser la verdad, sino un sueño.
4. Has concebido una diminuta brecha entre las
ilusiones y la verdad para que sea el lugar donde reside tu seguridad y donde
lo que has hecho mantiene celosamente oculto a tu Ser. 2Aquí es
donde se ha establecido un mundo enfermizo, que es el que los ojos del cuerpo
perciben. 3Aquí están los sonidos que oye, las voces para las que
sus oídos fueron concebidos. 4Sin embargo, los panoramas y los
sonidos que el cuerpo percibe no significan nada. 5El cuerpo no
puede ver ni oír. 6No sabe lo que es ver, ni para qué sirve
escuchar. 7Es tan incapaz de percibir como de juzgar; de entender
como de saber. 8Sus ojos son ciegos; sus oídos, sordos. 9No
puede pensar, y, por lo tanto, no puede tener efectos.
5. ¿Podría haber creado Dios algo para que
enfermase? 2¿Y cómo podría existir algo que Él no hubiese creado? 3No
permitas que tus ojos se posen en un sueño ni que tus oídos den testimonio de
una ilusión. 4Pues los ojos fueron concebidos para que viesen un
mundo que no existe, y los oídos, para que oyesen voces insonoras. 5Mas
hay otros panoramas y sonidos que sí se pueden ver, oír y comprender. 6Pues
los ojos y los oídos son sentidos sin sentido, y lo único que hacen es relatar
lo que ven y lo que oyen. 7Mas no son ellos los que ven y oyen, sino
tú, quien ensambló cada trozo irregular, cada migaja y fragmento absurdo de
prueba para que diera testimonio del mundo que deseas. 8No permitas
que los ojos y los oídos del cuerpo perciban estos innumerables fragmentos
dentro de la brecha que tú te imaginaste, ni permitas que persuadan a su
hacedor de que sus fabricaciones son reales.
6. La creación es la prueba de la realidad porque
comparte la función que toda la creación comparte. 2No se compone de
trocitos de cristal, de un pedazo de madera, o quizá de una hebra o dos,
ensamblados para que den testimonio de la verdad. 3La realidad no
depende de eso. 4No hay brecha que separe a la verdad de los sueños
o de las ilusiones. 5La verdad no ha dejado sitio para ellos en
ningún lugar o tiempo, 6pues ella ocupa todo lugar y tiempo, y hace
que los sueños y las ilusiones sean absolutamente indivisibles.
7. Tú que crees que entre tu hermano y tú hay
una diminuta brecha, no te das cuenta de que ahí es donde os encontráis
prisioneros en un mundo que se percibe como que existe aquí. 2El
mundo que tú ves no existe porque el lugar desde donde lo percibes no es
real. 3La brecha se halla celosamente oculta entre las tinieblas, e
imágenes nebulosas surgen para cubrirla con formas vagas e indefinidas y con
siluetas cambiantes, por siempre insustanciales e inciertas. 4Sin
embargo, en la brecha no hay nada. 5No hay secretos impresionantes
ni tumbas tenebrosas desde los que el terror surge de los huesos de la muerte. 6Observa
la diminuta brecha y contemplarás la inocencia y la ausencia de pecado que
verás dentro de ti cuando ya no tengas miedo de reconocer el amor.
LECCIÓN 324
No quiero ser guía. Quiero ser simplemente un
seguidor.
1.
Padre, Tú eres
Quien me dio el plan para mi salvación. 2Eres asimismo Quien
determinó el camino que debo recorrer, el papel que debo desempeñar, así como
cada paso en el sendero señalado. 3No puedo perderme. 4Tan sólo puedo elegir desviarme por un
tiempo, y luego volver. 5Tu amorosa Voz
siempre me exhortará a regresar, y me llevará por el buen camino. 6Mis hermanos pueden seguir el camino por
el que les dirijo. 7Mas yo simplemente recorreré el caminó que conduce a Ti, tal como Tú
me indiques y quieras que yo haga.
2. Sigamos, por lo tanto, a Uno
que conoce el camino. 2No
tenemos por qué rezagarnos, ni podemos soltarnos de Su amorosa Mano por más de
un instante. 3Caminamos
juntos, pues le seguimos. 4Y
es Él Quien hace que el final sea seguro y Quien garantiza que llegaremos a
salvo a nuestro hogar.
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