1. Los juicios, al igual que los demás mecanismos
mediante los cuales se mantiene vigente el mundo de las ilusiones, es algo que
el mundo no entiende en absoluto. 2De hecho, se les confunde con la
sabiduría y se usan como sustituto de la verdad. 3TaI como el mundo
usa el término, un individuo es capaz de tener "buen" juicio o
"mal" juicio, y su educación tiene como objeto reforzar el primero y
minimizar el segundo. 4Existe, no obstante, una gran confusión con
respecto a lo que significan estas categorías. 5Lo que es
"buen" juicio para uno, es "malo" para otro. 6Lo
que es más, una misma persona puede clasificar la misma acción como muestra de
"buen" juicio en una ocasión y de "mal" juicio en otra. 7Tampoco
puede enseñarse realmente un criterio consistente para determinar lo que son
estas categorías. 8En cualquier momento, el estudiante puede estar
en desacuerdo con lo que su supuesto maestro dice acerca de ellas, o el maestro
mismo puede ser inconsistente en lo que cree. 9"Buen"
juicio, en este contexto, no significa nada. 10"Mal"
juicio tampoco.
2. Es
necesario que el maestro de Dios se dé cuenta, no de que no debe juzgar, sino
de que no puede. 2Al renunciar a los juicios, renuncia simplemente a
lo que nunca tuvo. 3Renuncia a una ilusión; o mejor dicho, tiene la
ilusión de renunciar a algo. 4En realidad, simplemente se ha vuelto
más honesto. 5AI reconocer que nunca le fue posible juzgar, deja de
intentarlo. 6Esto no es un sacrificio. 7Por el contrario,
se pone en una posición en la que el juicio puede tener lugar a
través de él en lugar de ser algo que él emite por su cuenta. 8Y
este juicio no es ni "bueno" ni "malo". 9Es el
único juicio que existe, y es sólo uno: "El Hijo de Dios es inocente y el
pecado no existe".
3. El
objetivo de nuestro programa, a diferencia del objetivo del aprendizaje del
mundo, es el reconocimiento de que juzgar, en el sentido usual, es imposible. 2Esto
no es una opinión sino un hecho. 3Para poder juzgar cualquier cosa
correctamente, uno tendría que ser consciente de una gama inconcebiblemente
vasta de cosas pasadas, presentes y por venir. 4Uno tendría que
reconocer de antemano todos los efectos que sus juicios podrían tener sobre
todas las personas y sobre todas las cosas que de alguna manera estén
involucradas en ellos. 5Y tendría que estar seguro de que no hay
distorsión alguna en su percepción, para que sus juicios fuesen completamente
justos con todos sobre los que han de recaer ahora o sobre los que hayan de
recaer en el futuro. 6¿Quién puede hacer eso? 7¿Quién,
excepto en delirios de grandeza, pretendería ser capaz de todo esto?
4. ¿Recuerdas
cuántas veces pensaste que estabas al tanto de todos los "hechos".
que necesitabas para juzgar algo y cuán equivocado estabas? 2¿Quién
no ha tenido esta experiencia? 3¿Tienes idea de cuántas veces
pensaste que tenías razón, sin jamás darte cuenta de que estabas equivocado? 4¿Por
qué habrías de querer usar una base tan arbitraria para tomar tus decisiones? 5Formar
juicios no es muestra de sabiduría; la renuncia a todo juicio lo es. 6Forma,
pues, un solo juicio más. 7Y es éste: hay Alguien a tu lado Cuyo
juicio es perfecto. 8Él conoce todos los hechos, pasados, presentes
y por venir. 9Conoce los efectos que Sus juicios han de tener sobre
todas las personas y sobre todas las cosas que de alguna manera estén
involucradas. 10Y Él es absolutamente justo con todos, pues en Su
percepción no hay distorsiones.
5. Abandona,
por lo tanto, todo juicio, no con pesar sino con un suspiro de gratitud. 2Ahora
estás libre de una carga tan pesada, que sólo podría haberte hecho tambalear y
caer debajo de ella. 3Y todo
era una ilusión. 4Nada más. 5Ahora el maestro de Dios
puede levantarse aliviado y marchar hacia adelante con paso ligero. 6Mas
éste no es su único beneficio. 7Su sensación de preocupación ha
desaparecido, pues no tiene ninguna razón para ello. 8La ha
abandonado, junto con sus juicios. 9Se entregó a Aquel en Cuyo
juicio ha elegido ahora confiar, en lugar del suyo propio. 10Ya no
comete errores. 11Su Guía es infalible. 12Y donde
vino a juzgar, ahora va a bendecir. 13Donde ahora ríe, antes venía a
llorar.
6. No es
difícil renunciar a los juicios. 2Lo que sí es difícil es aferrarse
a ellos. 3El maestro de Dios los abandona gustosamente en el
instante en que reconoce su costo. 4Toda la fealdad que ve a su
alrededor es el resultado de ellos, 5al igual que todo el dolor que
contempla. 6De los juicios se deriva toda soledad y sensación de
pérdida; el paso del tiempo y el creciente desaliento; la desesperación
enfermiza y el miedo a la muerte. 7Y ahora, el maestro de Dios sabe
que todas esas cosas no tienen razón de ser. 8Ni una sola es verdad.
9Habiendo abandonado su causa, todas ellas se desprenden de él, ya
que nunca fueron sino los efectos de su elección equivocada. 10Maestro
de Dios, este paso te brindará paz. 11¿Cómo iba a ser difícil
anhelar sólo esto?
FUENTE: UCDM
Excelente gracias por compartir
ResponderEliminar