martes, 28 de febrero de 2012

UN CURSO DE MILAGROS- DIA 59ª capitulo y leccion.


B. Para tener paz, enseña paz para así aprender lo que es





1. Los que creen en la separación tienen un miedo básico a las represalias y al abandono. 2Creen en el ataque y en el rechazo, de modo que eso es lo que perciben, lo que enseñan y lo que apren­den. 3Estas ideas descabelladas son claramente el resultado de la disociación y la proyección. 4Eres lo que enseñas, pero es evidente que puedes enseñar incorrectamente, y, por consiguiente, te pue­des enseñar mal a ti mismo. 5Muchos pensaron que yo les estaba atacando, aunque es evidente que eso no era cierto. 6Un alumno desquiciado aprende lecciones extrañas. 7Lo que tienes que reco­nocer es que cuando no compartes un sistema de pensamiento, lo debilitas. 8Los que creen en él perciben eso como un ataque contra ellos. 9Esto se debe a que cada uno se identifica con su propio sistema de pensamiento, y todo sistema de pensamiento se centra en lo que uno cree ser. 10Si el núcleo del sistema de pensamiento es cierto, lo único que puede extenderse desde él es la verdad. 11Pero si lo que se encuentra allí es una mentira, lo único que puede proceder de él son engaños.

2. Los buenos maestros se dan cuenta de que sólo los cambios fundamentales son duraderos, mas no comienzan en ese nivel. 2Su primer objetivo -y el más importante- es fortalecer en el estu­diante el deseo de cambiar. 3Ese es asimismo no sólo su último objetivo sino también su objetivo final. 4Lo único que el maestro tiene que hacer para garantizar el cambio es estimular en el alumno su deseo de cambiar. 5Cambiar de motivación es cambiar de mentalidad, y esto inevitablemente produce un cambio funda­mental, ya que la mente es fundamental.

3. El primer paso en el proceso de inversión o des-nacimiento es el des-nacimiento del concepto de "obtener”°. 2La primera lección del Espíritu Santo es por consiguiente: "Para poder tener, da todo a todos". 3Dije que es posible que esto agudice el conflicto tempo­ralmente, y ahora podemos aclarar este punto aún más.. 4A estas alturas, todavía no percibes la igualdad que existe entre tener y ser. 5Hasta que no la percibas, tener te parecerá lo opuesto a dar. 6La primera lección, por consiguiente, parece encerrar una contradicción, puesto que la está aprendiendo una mente que está en conflicto. 7Esto quiere decir que hay deseos conflictivos, y, así, la lección no puede aprenderse de manera consistente todavía. 8Lo que es más, la mente del alumno proyecta su propio conflicto, y, por lo tanto, no percibe consistencia en las mentes de los demás, lo cual le hace sospechar de la motivación de éstos. 9Ésa es la verdadera razón de que, desde cualquier punto de vista, la pri­mera lección sea la más difícil de aprender. 10Puesto que aún eres extremadamente consciente del ego en ti, mismo y respondes principalmente al ego de los demás, se .te está enseñando a que reacciones ante ambos como si lo que realmente crees no fuese verdad.

4. El ego -operando a la inversa como de costumbre- percibe la primera lección como algo demente. 2De hecho, ésa es su única alternativa, pues la otra posibilidad, que sería mucho menos acep­table para él, es obviamente que él es el que es demente. 3En esto, como en todo, los juicios del ego están predeterminados por lo que él es. 4El cambio fundamental tendrá lugar cuando el pensa­dor cambie de mentalidad. 5Mientras tanto, la progresiva claridad de la Voz del Espíritu Santo hace que sea imposible que el alumno no la oiga. 6Por algún tiempo, pues, recibirá mensajes conflictivos y aceptará los dos.

5. La manera de escapar del conflicto que surge de dos sistemas de pensamiento que se oponen entre sí consiste claramente en escoger uno y abandonar el otro. 2Si te identificas con tu sistema de pensamiento, lo cual es inevitable, y aceptas dos sistemas de pensamiento que están en total desacuerdo, es imposible gozar de paz mental. 3Si enseñas ambos sistemas, que es lo que probablemente harás mientras los aceptes a los dos, estarás ense­ñando conflicto y también aprendiéndolo. 4Sin embargo, tú deseas la paz, pues, de lo contrario, no habrías invocado a la Voz de la paz para que te ayudase. 5Su lección no es demente, pero el conflicto sí.

6. Entre la cordura y la demencia no puede haber conflictos 2Sólo una de ellas es verdad y, por lo tanto, sólo una de ellas es real. 3El ego trata de persuadirte de que es a ti a quien le corresponde decidir cuál de ellas es verdad, mas el Espíritu Santo te enseña que la verdad fue creada por Dios, y tu decisión no puede alterarla en absoluto. 4A medida que empieces a comprender él sereno poder de la Voz del Espíritu Santo y Su perfecta consistencia, tu mente se dará cuenta de que estás tratando de revocar una decisión que se tomó irrevocablemente por ti. 5Por eso sugerí anteriormente que te recuerdes a ti mismo permitir que el Espíritu Santo decida en favor de Dios por ti.           

7. No se te pide que tomes decisiones descabelladas aunque tal vez pienses que eso es lo que se te está pidiendo. 2Sin embargo; creer que es a ti a quien le corresponde decidir lo que son las creaciones de Dios no puede sino ser una locura. 3El Espíritu Santo percibe el conflicto exactamente como es. 4Por consiguiente, Su segunda lección reza así:           

5Para tener paz, enseña paz para así aprender lo que es.

8. Éste es todavía un paso preliminar; puesto que aún no has equiparado tener con ser. 2Es, no obstante, un paso más avanzado que el primero, que en realidad no es sino el comienzo del proceso de inversión del pensamiento. 3El segundo paso es una afirmación categórica de lo que deseas. 4Es pues, un paso encaminado a liberarte del conflicto, ya que significa que se han considerado las alternativas y se ha elegido la más deseable. 5Con todo, la expresión "más deseable" aún implica que lo deseable tiene diferentes grados. 6Por lo tanto, aunque este paso es esen­cial para poder tomar la decisión fundamental, no es obviamente el último. 7No se ha aceptado todavía la falta de grados de difi­cultad en los milagros porque nada que se desee completamente puede ser difícil. 8Desear completamente es crear, y crear no puede ser difícil si se tiene en cuenta que Dios Mismo té creó para que fueses un creador.

9. El segundo paso, por lo tanto, es todavía perceptivo, si bien es un paso gigantesco hacia la percepción unificada que refleja el conocimiento de Dios. 2Al dar este paso y seguir en esa dirección, estarás avanzando hacia el centro de tu sistema de pensamiento, donde tendrá lugar el cambio fundamental. 3En el segundo paso el progreso es intermitente, pero el segundo paso es más fácil qué el primero porque es el que le sigue. 4Darse cuenta de que este paso no puede sino seguir al primero es señal de una creciente conciencia de que el Espíritu Santo te guiará en tu camino.





LECCIÓN 59






Éstas son las ideas a repasar hoy:

1. (41) Dios va conmigo dondequiera que yo voy.

2¿Cómo puedo estar solo cuando Dios está siempre conmigo? 3¿Cómo puedo dudar o sentirme inseguro cuando en Él mora la perfecta certeza? 4¿Cómo puede haber algo que me pueda pertur­bar cuando Él mora en mí en paz absoluta? 5¿Cómo puedo sufrir cuando el amor y la dicha me rodean por mediación Suya? 6No he de abrigar ninguna ilusión con respecto a mí mismo. 7Soy perfecto porque Dios va conmigo dondequiera que yo voy.

2. (42) Dios es mi fortaleza. 2La visión es Su regalo.

3Hoy no recurriré a mis propios ojos para ver. 4Quiero estar dis­puesto a dejar de lado la lamentable ilusión de que puedo ver, e intercambiarla por la visión que Dios me da. 5La visión de Cristo es Su regalo y Él me lo ha dado. 6Hoy me valdré de este regalo de tal forma que este día me ayude a comprender la eternidad.

3. (43) Dios es mi Fuente. 2No puedo ver separado de Él.

3Puedo ver lo que Dios quiere que vea. 4No puedo ver nada más. 5Más allá de Su Voluntad sólo hay ilusiones. 6Son éstas las que elijo cuando pienso que puedo ver separado de Él. 7Son éstas las que elijo cuando trato de ver con los ojos del cuerpo. 8No obstante, se me ha dado la visión de Cristo para reemplazarlos. 9A través de esta visión es como elijo ver.

4. (44) Dios es la luz en la que veo.

2No puedo ver en la oscuridad. 3Dios es la única luz. 4Por lo tanto, si he de ver, tiene que ser por medio de Él. 5He tratado de definir lo que es ver y me he equivocado. 6Ahora se me concede poder entender que Dios es la luz en la que veo. 7Le daré la bien­venida a la visión y al mundo feliz que me mostrará.

5. (45) Dios es la Mente con la que pienso.

2No tengo pensamientos que no comparta con Dios. 3No tengo pensamientos aparte de los Suyos porque no tengo otra mente que la Suya. 4Puesto que soy parte de Su Mente mis pensamien­tos son Suyos, y Sus Pensamientos son míos.

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