8. Lamento cuando mis hermanos no comparten mi
decisión de oír solamente una Voz, pues eso los debilita como maestros y como
alumnos. 2Con todo, sé que no pueden realmente traicionarse a sí
mismos ni traicionarme a mí, y que sobre ellos es donde todavía tengo que
edificar mi iglesia. 3No hay ninguna otra alternativa al respecto
porque únicamente tú puedes ser la roca de la iglesia de Dios. 4Állí
donde hay un altar hay una iglesia, y la presencia del altar es lo que hace
que la iglesia sea santa. 5La iglesia que no inspira amor, tiene un
altar oculto que no está sirviendo al propósito para el que Dios lo destinó. 6Tengo
que edificar Su iglesia sobre ti porque quienes me aceptan como modelo son
literalmente mis discípulos. 7Los discípulos son seguidores, y si
el modelo que siguen ha elegido evitarles dolor en relación con todo, serían
ciertamente insensatos si no lo siguiesen.
9. Elegí, por tu bien y por el mío, demostrar que el
ataque más atroz, a juicio del ego, es irrelevante. 2Tal como el
mundo juzga estas cosas, mas no como Dios sabe que son, fui traicionado, abandonado,
golpeado, atormentado y, finalmente, asesinado. 3Está claro que ello
se debió únicamente a las proyecciones de otros sobre mí, ya que yo no le había
hecho daño a nadie y había curado a muchos.
10. Seguimos gozando de perfecta igualdad como
alumnos, aunque no es necesario que tengamos las mismas experiencias. 2El
Espíritu Santo se regocija cuando puedes aprender de las mías y valerte de
ellas para volver a despertar. 3Ése es su único propósito y ésa es
la única manera en que yo puedo ser percibido como el camino, la verdad y la
vida. 4Oír una sola voz nunca implica sacrificio. 4Por el
contrario, si eres capaz de oír al Espíritu Santo en otros, puedes aprender de
sus experiencias y beneficiarte de ellas sin tener que experimentarlas
directamente tú mismo. 6Eso se debe a que el Espíritu Santo es uno,
y todo aquel que le escucha es conducido inevitablemente a demostrar Su camino
para todos.
11. Nadie te está persiguiendo, del mismo modo en
que nadie me persiguió a mí. 2No se te pide que repitas mis
experiencias, pues el Espíritu Santo, a Quien compartimos, hace que eso sea
innecesario. 3Para valerte de mis experiencias de manera
constructiva, no obstante, tienes aún que seguir mi ejemplo con respecto a cómo
percibirlas. 4Mis hermanos, que son también tus hermanos, están
constantemente justificando lo injustificable. 5La única lección que
tengo que enseñar, puesto que la aprendí, es que ninguna percepción que esté
en desacuerdo con el juicio del Espíritu Santo está jamás justificada. 6Mi
función consistió en mostrar que esto es verdad en un caso extremo,
simplemente para que pudiese servir como un instrumento de enseñanza ejemplar
para aquellos que, en situaciones no tan extremas, sienten la tentación de
abandonarse a la ira y al ataque. 7Mi voluntad, junto con la de
Dios, es que ninguno de Sus Hijos sufra.
12. La crucifixión no puede ser compartida porque es
el símbolo de la proyección, pero la resurrección es el símbolo del compartir,
ya que para que la Filiación pueda conocer su plenitud, es necesario que cada
uno de los Hijos de Dios experimente un redespertar. 2Sólo esto es
conocimiento.
13. El mensaje de la crucifixión es inequívoco:
15. Éstos son algunos de los ejemplos de pensamiento
tergiversado del Nuevo Testamento, si bien su evangelio es, en realidad,
únicamente el mensaje del amor. 2Si los Apóstoles no se hubieran
sentido culpables, nunca me habrían podido atribuir expresiones tales como:
"No he venido a sembrar paz, sino espadas". 3Esto está en
clara oposición a todas mis enseñanzas. 4De haberme entendido
realmente, no podrían haber descrito tampoco mi reacción a Judas como lo
hicieron. 5Yo no pude haber dicho: "¿Traicionas al Hijo del
Hombre con un beso?" a no ser que hubiese creído en la traición. 6El
mensaje de la crucifixión fue precisamente que yo no creía en la traición. 7El
"castigo" que se dijo infligí a Judas fue un error similar. 8Judas
era mi hermano y un Hijo de Dios, tan miembro de la Filiación como yo. 9¿Cómo
iba a condenarlo cuando estaba listo para probar que condenar es imposible?
16. Cuando leas las enseñanzas de los Apóstoles,
recuerda que les dije que había muchas cosas que ellos no entenderían hasta más
tarde porque en aquel entonces aún no estaban completamente listos para seguirme.
2No quiero que dejes que se infiltre ningún vestigio de miedo en el
sistema de pensamiento hacia el que te estoy guiando. 3No ando en
busca de mártires sino de maestros. 4Nadie es castigado por sus
pecados, y los Hijos de Dios no son pecadores. 5Cualquier concepto
de castigo significa que estás proyectando la responsabilidad de la culpa sobre
otro, y ello refuerza la idea de que está justificado culpar. 6El
resultado es una lección acerca de cómo culpar, pues todo comportamiento enseña
las creencias que lo motivan. 7La crucifixión fue el resultado de
dos sistemas de pensamiento claramente opuestos entre sí: el símbolo perfecto
del "conflicto" entre el ego y el Hijo de Dios. 8Este
conflicto parece ser igualmente real ahora, y lo que enseña tiene que aprenderse
ahora tal como se tuvo que aprender entonces.
17. Yo no necesito gratitud, pero tú necesitas
desarrollar tu mermada capacidad de estar agradecido, o no podrás apreciar a
Dios. 2Él no necesita que lo aprecies, pero tú sí. 3No se puede amar lo que no se aprecia, pues el
miedo hace que sea imposible apreciar nada. 4Cuando tienes miedo de
lo que eres no lo aprecias, y, por lo tanto, lo rechazas. 5Como
resultado de ello, enseñas rechazo.
18. El poder de los Hijos de Dios está presente todo
el tiempo porque fueron creados para ser creadores. 2La influencia
que ejercen unos sobre otros es ilimitada, y tiene que usarse para su salvación
conjunta. 3Cada uno de ellos tiene que aprender a enseñar que
ninguna forma de rechazo tiene sentido. 4La separación es la noción
del rechazo. 5Mientras sigas enseñando esto lo seguirás creyendo. 6No
es así como Dios piensa, y tú tienes que pensar como Él si es que has de volver
a conocerlo.
19. Recuerda que el Espíritu Santo es el vínculo de
comunicación entre Dios el Padre y Sus Hijos separados. 2 Si
escuchases Su Voz sabrías que tú no puedes herir ni ser herido, y que son
muchos los que necesitan tu bendición para poder oír esto por sí mismos. 3Cuando
sólo percibas esa necesidad en ellos, y no respondas a ninguna otra, habrás
aprendido de mí y estarás tan deseoso de compartir lo que has aprendido como lo
estoy yo.
LECCIÓN 52
El repaso de hoy abarca las siguientes ideas:
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