miércoles, 1 de febrero de 2012

UN CURSO DE MILAGROS- DIA 32º capitulo y leccion.


         7. El ego vive literalmente a base de comparaciones. 2La igualdad es algo que está más allá de lo que puede entender y, por lo tanto, le es imposible ser caritativo. 3Lo que el ego da nunca emana de una sensación de abundancia porque él fue engendrado precisa­mente como un sustituto de ésta. 4Por eso es por lo que el concepto de "obtener" surgió en su sistema de pensamiento. 5Los apetitos son mecanismos para "obtener" que representan la nece­sidad del ego de ratificarse a sí mismo. 6Esto es cierto tanto en el caso de los apetitos corporales como en el de las llamadas "necesi­dades más elevadas del ego". 7El origen de los apetitos corporales no es físico. 8El ego considera al cuerpo como su hogar, y trata de satisfacerse a sí mismo a través de él. 9Pero la idea de que eso es posible es una decisión de la mente, que está completamente con­fundida acerca de lo que realmente es posible.

8. El ego cree que tiene que valerse por sí mismo para todo, lo cual no es más que otra forma de describir cómo cree que él mismo se originó. 2Es éste un estado de tanto temor que lo único que puede hacer es dirigirse a otros egos y tratar de unirse a ellos en un débil intento de identificarse con ellos, o atacarlos en una demostración -igualmente débil- de fuerza. 3No es libre, no obs­tante, de poner en tela de juicio la premisa que da lugar a todo eso, pues esa premisa es su base. 4El ego es la creencia de la mente según la cual tiene que valerse completamente por sí misma. 5Los incesantes esfuerzos del ego por ganar el reconocimiento del espíritu y establecer así su propia existencia; son inútiles. 6El espíritu en su conocimiento no es consciente del ego. 7No lo ataca, simple­mente no lo puede concebir en absoluto. 8Aunque el ego tampoco se percata del espíritu, se percibe a sí mismo rechazado por algo más grande que él. 9Por eso es por lo que el amor propio, tal como el ego lo concibe, no puede por menos que ser ilusorio. 10Las crea­ciones de Dios no crean mitos, si bien el esfuerzo creativo se puede trocar en mitología. 11Esto puede suceder, sin embargo, sólo bajo una condición: lo que fabrica deja de ser creativo. 12Los mitos pertenecen exclusivamente al ámbito de la percepción, y las for­mas que adoptan son tan ambiguas y su naturaleza está tan mar­cada por la dicotomía entre el bien y el mal, que ni siquiera el más benévolo de ellos está exento de connotaciones aterradoras.

9. Los mitos y la magia están íntimamente relacionados, ya que los mitos generalmente tienen que ver con el origen del ego; y la magia, con los poderes que el ego se atribuye, a sí mismo. 2Los sistemas mitológicos incluyen, por lo general; alguna descripción de "la creación", y la conectan con su forma particular de magia. 3La llamada "lucha por la supervivencia" no es más que la lucha del ego por prolongar su propia existencia, así como la interpre­tación que ha hecho con respecto a su comienzo. 4Este comienzo casi siempre se asocia con el nacimiento físico, ya que resulta difícil sostener que el ego existía antes de ese momento. 5Los más "religiosos" de los mitos basados en el ego, puede que postulen que el alma existía antes y que seguirá existiendo después de un lapso temporal de vida en el ego. 6Algunos postulan incluso que el alma será castigada por este lapso. 7La salvación, no obstante, no es aplicable al espíritu, pues éste no está en peligro y; por lo tanto, no tiene que ser rescatado.

10. La salvación no es otra cosa que "mentalidad recta", que aun­que no es la Mentalidad-Uno del Espíritu Santo, se debe alcanzar antes de que la Mentalidad-Uno pueda ser reinstaurada. 2La mentalidad recta conduce automáticamente al siguiente paso, ya que la percepción correcta está completamente exenta de cual­quier forma de ataque, y, por lo tanto, la mentalidad errada desa­parece. 3El ego no puede sobrevivir sin hacer juicios, y, por consiguiente, se le abandona. 4La mente tiene entonces una sola dirección por la que avanzar. 5La dirección que sigue es siempre automática, pues no puede sino acatar los dictados del sistema de pensamiento al que se adhiere.

11. No se puede hacer demasiado hincapié en el hecho de que corregir la percepción es simplemente un expediente temporal. 2Dicha corrección es necesaria únicamente porque la percepción falsa es un obstáculo para el conocimiento, mientras que la per­cepción fidedigna es un trampolín hacia él. 3El valor de la percep­ción correcta reside en la conclusión inevitable de que toda percepción es innecesaria. 4Esto elimina el obstáculo por com­pleto. 5Te preguntarás cómo puede ser posible esto mientras parezca que vives en este mundo. 6Esa es una pregunta razonable. 7No obstante, tienes que asegurarte de que realmente la entiendes. 8¿Quién es el "tú" que vive en este mundo? 9El espíritu es inmor­tal, y la inmortalidad es un estado permanente. 10El espíritu es tan verdadero ahora como siempre lo fue y lo será siempre, ya que no entraña cambios de ninguna clase. 11No es un continuo, ni se puede entender tampoco comparándolo con un opuesto. 12El conocimiento nunca admite comparaciones. 13En eso estriba su diferencia principal con respecto a cualquier otra cosa que la mente pueda comprender.

LECCIÓN 32


He inventado el mundo que veo.

1. Continuamos hoy desarrollando el tema de causa y efecto. 2No eres víctima del mundo que ves porque tú mismo lo inventaste. 3Puedes renunciar a él con la misma facilidad con la que lo cons­truiste. 4Lo verás o no lo verás, tal como desees. 5Mientras desees verlo, lo verás; cuando ya no lo desees ver, no estará ahí para que lo puedas ver.

2. La idea de hoy, al igual que las anteriores, es aplicable tanto a tu mundo interno como al externo, que en realidad son lo mismo. 2Sin embargo, puesto que los consideras diferentes, las sesiones de práctica de hoy tendrán una vez más dos fases: una dedicada al mundo que ves fuera de ti, y la otra, al que ves en tu mente. 3Trata de introducir en los ejercicios de hoy el pensamiento de que ambos se encuentran en tu propia imaginación.

3. Una vez más, comenzaremos la sesión de práctica de por la mañana y la de por la noche repitiendo la idea de hoy dos o tres veces mientras miras a tu alrededor al mundo que consideras como externo a ti. 2Luego cierra los ojos y mira tu mundo interno. 3Procura tratarlos a ambos con la mayor igualdad posible. 4Repite la idea de hoy sin ningún apresuramiento y tan a menudo como desees mientras observas las imágenes que tu imaginación le pre­senta a tu conciencia.

4. Se recomiendan de tres a cinco minutos para las dos sesiones de práctica más largas, siendo tres el mínimo requerido. 2Si notas que hacer los ejercicios te relaja, los puedes alargar a más de cinco minutos. 3Para facilitar esa relajación, escoge un momento en el que no preveas muchas distracciones, y en el que te sientas razonablemente preparado.

5. Estos ejercicios se deben seguir haciendo asimismo a lo largo del día tan a menudo como sea posible. 2Las aplicaciones más cortas consisten en lentas repeticiones de la idea según exploras tu mundo externo o tu mundo interno. 3No importa cuál de ellos elijas.

6. La idea de hoy también debe aplicarse inmediatamente a cual­quier situación que te pueda perturbar. 2Aplícala diciéndote a ti mismo:

3He inventado esta situación tal como la veo.

(Imagenes tomadas de la red)

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