CURACIÓN Y PLENITUD
Introducción
1. Curar es hacer feliz. 2Te he dicho que
pensases en las muchas oportunidades que has tenido de regocijarte y en las
muchas que has dejado pasar. 3Esto es lo mismo que decirte que has
rehusado sanar. 4Tu luz es la luz de la dicha. 5El
resplandor no está asociado con la aflicción. 6La dicha suscita que
uno esté completamente dispuesto a compartirla, y fomenta el impulso natural de
la mente de responder cual una sola. 7Quienes intentan curar sin ser
ellos mismos completamente dichosos, suscitan diferentes respuestas a la vez y,
por consiguiente, privan a otros de la dicha de responder de todo corazón.
2. Para poder actuar de todo corazón tienes que ser
feliz. 2Si el miedo y el amor no pueden coexistir, y si es imposible
estar completamente atemorizado y seguir viviendo, el único estado de plenitud
posible es el del amor. 3 No existe diferencia alguna entre el amor
y la dicha. 4Por lo tanto, el único estado de plenitud posible es
el de absoluta dicha. 5Curar o hacer feliz es, por lo tanto, lo
mismo que integrar y unificar. 6Por eso es por lo que no importa a
qué parte de la Filiación se le ofrece la curación o qué parte la lleva a cabo.
7 Todas las partes se benefician, y se benefician por igual.
3. Todo pensamiento benévolo que cualquiera de tus
hermanos abrigue en cualquier parte del mundo te bendice. 2Deberías
querer bendecirles a tu vez, como muestra de agradecimiento. 3No
tienes que conocerlos personalmente ni ellos a ti. 4 La luz es tan
potente que irradia a través de toda la Filiación, la cual da gracias al Padre
por irradiar Su dicha sobre ella. 5Únicamente los santos Hijos de
Dios son canales dignos de Su hermosa dicha porque sólo ellos son lo
suficientemente hermosos como para conservarla compartiéndola. 6Es
imposible que un Hijo de Dios pueda amar a su prójimo de manera diferente de
como se ama a sí mismo. 7De
ahí que la plegaria del sanador sea:
8Permíteme conocer a este hermano
como me conozco a mí mismo.
I.
La invitación al Espíritu Santo
1. La curación es un pensamiento por medio del cual
dos mentes perciben su unidad y se regocijan. 2Su gozo exhorta a
todos los miembros de la Filiación a que se regocijen junto con ellas, y permite
que Dios acuda a ellas y se manifieste a través de ellas. 3Sólo la
mente sana puede experimentar una revelación de efectos duraderos porque la
revelación es una experiencia de pura dicha. 4Si no eliges ser
completamente dichoso, tu mente no puede tener lo que no elige ser. 5Recuerda
que para el espíritu no hay diferencia alguna entre tener y ser. 6La
mente superior piensa de acuerdo con las leyes que el espíritu obedece, y, por
lo tanto, honra únicamente las leyes de Dios. 7Para el espíritu,
obtener no significa nada y dar loes todo. 8Al tenerlo todo, el
espíritu lo conserva dándolo, y, de este modo, crea de la misma manera en que
el Padre creó. 9Aunque esta manera de pensar no tiene nada que ver
con la posesión de bienes materiales, aun a la mente inferior le resulta
comprensible en conexión con ideas. 10Si compartes una posesión
física, ciertamente divides su propiedad. 11Mas si compartes una
idea, no la debilitas. 12Toda ella te sigue perteneciendo aunque la
hayas dado completamente. 13Lo que es más, si aquel a quien se la
has dado la acepta como suya, eso la refuerza en tu mente, y, por lo tanto, la
expande. 14Si puedes aceptar el concepto de que este mundo es un
mundo de ideas, la creencia en la falsa conexión que el ego hace entre dar y
perder desaparece.
2. Demos comienzo a nuestro proceso de re-despertar
con unos cuantos conceptos simples:
2Los pensamientos se expanden
cuando se comparten.
3Cuantos más creen en ellos,
más poderosos se tornan.
4Todo es una idea.
5¿Cómo, entonces, puede
asociarse dar con perder?
3. Ésta es la invitación al Espíritu Santo. 2He
dicho ya que puedo ascender hasta lo alto y hacer que el Espíritu Santo
descienda hasta ti, mas sólo puedo hacer eso a instancia tuya. 3El
Espíritu Santo se encuentra en tu mente recta, tal como se encontraba en la
mía. 4La Biblia dice: "Que more en ti la mente que estaba en
Cristo Jesús", y lo utiliza como una bendición. 5Se trata de la
bendición de la mentalidad milagrosa. 6Te pide que pienses tal como
yo pensé, uniéndote de este manera a mí en el modo de pensar de Cristo.
4. El Espíritu Santo es la única parte de la
Santísima Trinidad que tiene una función simbólica. 2Se le ha
llamado el Sanador, el Consolador y el Guía. 3Se le ha descrito
también como algo "separado", aparte del Padre y del Hijo. 4Yo
mismo dije: "Si me voy os enviaré otro Consolador que morará con vosotros
para siempre". 5Su función simbólica hace que Él sea difícil de
entender, ya que todo simbolismo se presta a diferentes interpretaciones. 6Como
hombre, y también como una de las creaciones de Dios, mi recto pensar, que
procedió del Espíritu Santo o Inspiración Universal, me enseñó en primer lugar
y ante todo, que esta Inspiración es para todos. 7Yo mismo no
hubiese podido gozar de ella de no haber sabido esto. 8La palabra
"sabido" es apropiada en este contexto porque el Espíritu Santo está
tan próximo al conocimiento que lo evoca, o mejor dicho, facilita su llegada. 9He
hablado anteriormente de la percepción elevada o "verdadera", que
está tan próxima a la verdad que Dios Mismo puede salvar la diminuta brecha que
hay entre ellas. 10El conocimiento está siempre listo para fluir a
cualquier parte, pero no puede oponerse a nada. 11Puedes, por
consiguiente, obstruirlo, pero jamás perderlo.
5. El Espíritu Santo es la Mente de Cristo, la cual
es consciente del conocimiento que yace más allá de la percepción. 2El
Espíritu Santo comenzó a existir como medió de protección al producirse la
separación, lo cual inspiró simultáneamente el principio de la Expiación. 3Antes
de eso no había necesidad de curación, pues nadie estaba desconsolado. 4La
Voz del Espíritu Santo es la Llamada a la Expiación, es decir, a la
restitución de la integridad de la mente. 5Cuando la Expiación se
complete y toda la Filiación sane, dejará de haber una llamada a retornar. 6Pero
lo que Dios crea es eterno. 7El Espíritu Santo permanecerá con los
Hijos de Dios para bendecir las creaciones de éstos y mantenerlas en la luz de
la dicha.
6. Dios honró incluso las creaciones falsas de sus
Hijos porque ellos las habían hecho. 2Pero también bendijo a Sus
Hijos con una manera de pensar que fuese capaz de elevar sus percepciones a tal
altura, que casi pudieran llegar hasta Él. 3El Espíritu Santo es la
Mente de la Expiación. 4Representa un estado mental lo suficientemente
próximo a la Mentalidad-Uno como para que la transferencia a ella sea
finalmente posible. 5La percepción no es conocimiento, pero puede
ser transferida al conocimiento, o cruzar hasta él. 6Tal vez sea
más útil en este caso utilizar el significado literal de la palabra
"transferida", o sea "transportada", puesto que el último
paso es Dios Quien lo da.
7. El Espíritu Santo -la Inspiración que toda la
Filiación comparte- induce a una clase de percepción en la que muchos elementos
son como los del Reino de los Cielos:
2En primer lugar, su
universalidad es perfectamente inequívoca, y nadie que la alcance podría
pensar ni por un momento que compartirla signifique cualquier otra cosa que no
sea ganar.
3En segundo lugar, es una percepción
que es incapaz de atacar, y, por lo tanto, es verdaderamente receptiva. 4Esto
quiere decir que si bien no engendra conocimiento, tampoco lo obstruye en modo
alguno.
5Finalmente, señala al camino
que lleva a lo que está más allá de la curación qué trae consigo, y conduce a
la mente más allá de su propia integración, hacia los senderos de la creación. 6En
este punto es donde se producen suficientes cambios cuantitativos para producir
un verdadero salto cualitativo.
LECCIÓN 42
Dios
es mi fortaleza. La visión es Su regalo.
1. La idea de hoy combina dos
pensamientos muy poderosos, ambos de gran importancia. 2Plantea
también una relación de causa y efecto que explica por qué tus esfuerzos por
alcanzar la meta del curso no pueden ser en vano. 3Verás, porque ésa
es la Voluntad de Dios. 4Es Su fortaleza, no la tuya, la que te da
poder. 5Y es Su regalo,
no el tuyo, el que te ofrece visión.
2. Dios es ciertamente tu
fortaleza, y lo que Él da, es verdaderamente dado. 2Esto quiere
decir que lo puedes recibir en cualquier momento o lugar, donde quiera que
estés y en cualquier circunstancia en la que te encuentres. 3Tu
paso por el tiempo y por el espacio no es al azar. 4No puedes sino
estar en el lugar perfecto, en el momento perfecto. 5Tal es la fortaleza
de Dios. 6Tales Sus dones.
3. Hoy llevaremos a cabo dos
sesiones de práctica de tres a cinco minutos cada una; una tan pronto como te
despiertes, y la otra, lo más cerca posible de la hora de irte a dormir. 2Es
mejor, no obstante, esperar hasta que puedas sentarte tranquilamente por
tu cuenta en un momento en que te sientas
listo, que preocuparte de la hora en sí.
4. Da comienzo a estas sesiones de
práctica repitiendo la idea de hoy lentamente mientras miras a tu alrededor. 2Luego
cierra los ojos y repite la idea otra vez, aún más despacio que antes. 3Después
de eso, trata de no pensar en nada, excepto en los pensamientos que se te
ocurran relacionados con la idea de hoy. 4Puedes pensar, por
ejemplo:
5La visión tiene
que ser posible. 6Dios da verdaderamente,
o:
7Los regalos que
Dios me ha hecho tienen que ser míos porque Él me los dio.
5. Cualquier
pensamiento que esté claramente relacionado con la idea de hoy es adecuado. 2De
hecho, tal vez te asombre la cantidad de entendimiento relacionado con el
curso que algunos de tus pensamientos reflejan. 3Déjalos que te
vengan sin censurarlos, a menos que notes que tu mente está simplemente
divagando y que es obvio que has permitido que se infiltren pensamientos
irrelevantes. 4Es posible también que llegue un punto en el que
parece que no te van a venir más pensamientos a la mente. 5De
ocurrir tales interferencias, abre los ojos y repite el pensamiento una vez más
mientras miras lentamente a tu alrededor; después ciérralos, repite la idea
otra vez, y continúa buscando en tu mente pensamientos afines.
6. Recuerda, no obstante, que en conexión con
los ejercicios de hoy no es apropiado que te esfuerces por encontrar
pensamientos afines. 2Trata sencillamente de hacerte a un lado y
dejar que te vengan a la mente por su cuenta. 3Si esto te resulta
difícil, es mejor pasar la sesión de práctica alternando entre repeticiones
lentas de la idea con los ojos abiertos y luego con los ojos cerrados, que
esforzarte por encontrar pensamientos
adecuados.
7. No hay límite en el número de sesiones de
práctica cortas que podrían resultarte beneficiosas hoy. 2La idea de
hoy es uno de los pasos iniciales en el proceso de unificar tus pensamientos y
de enseñarte que estás estudiando un sistema de pensamiento unificado que no
carece de nada que sea necesario, y en el que no se incluye nada contradictorio
o irrelevante.
8. Cuanto más a
menudo repitas la idea de hoy durante el transcurso del día, más a menudo
estarás recordando que el objetivo del curso es importante para ti y que no lo
has olvidado.
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