1. Recuerda que el Espíritu Santo es la Respuesta,
no la pregunta. 2El ego siempre habla primero. 3Es
caprichoso y no le desea el bien a su hacedor. 4Cree, y con razón,
que su hacedor puede dejar de brindarle apoyo en cualquier momento. 5Si
te desease el bien se alegraría de ello, tal como el Espíritu Santo se alegrará
cuando te haya conducido de vuelta a tu hogar y ya no tengas necesidad de que
Él te guíe. 6El ego no se considera a sí mismo parte de ti. 7En
eso radica su error fundamental, la base de todo su sistema de pensamiento.
2. Cuando Dios te creó te hizo parte de Él. 2Por
eso es por lo que el ataque no tiene cabida dentro del Reino. 3Hiciste
al ego sin amor, y, por consiguiente, él no te ama. 4No puedes
permanecer dentro del Reino sin amor, y puesto que el Reino es amor, crees estar privado de él. 5Esto
le permite al ego considerarse a sí mismo algo separado y externo a su hacedor,
y de ahí que hable en representación de la parte de tu mente que cree que tú estás separado y que eres algo
externo a la mente de Dios.. 6El ego planteó entonces la primera
pregunta que jamás se hizo, pregunta que él jamás podrá contestar. 7La
pregunta: "¿Qué eres?" representó el comienzo de la duda. 8Desde
entonces el ego jamás ha contestado ninguna pregunta, aunque ha hecho muchas. 9Las
actividades más ingeniosas del ego no han hecho más que enmarañar la pregunta,
pues dispones de la respuesta y el ego te
tiene miedo.
3. No podrás entender el conflicto hasta que entiendas
plenamente el hecho fundamental de que el ego no sabe nada. 2El
Espíritu Santo no es el que habla primero, pero
siempre contesta. 3Todo el mundo en uno u otro momento ha
acudido a Él para de una u otra forma obtener ayuda, y Él ha contestado. 4Puesto
que el Espíritu Santo responde de verdad, responde para siempre, lo cual quiere
decir que todo el mundo dispone de la respuesta ahora mismo.
4. El ego no puede oír al Espíritu Santo, pero cree
que parte de la mente que lo hizo está en su contra. 2Interpreta
esto como una justificación para atacar a su hacedor. 3Cree que la
mejor defensa es el ataque, y quiere que tú
creas eso también. 4A no ser que lo creyeses no te podrías poner
de su parte, y el ego tiene gran necesidad de aliados, aunque no de hermanos. 5Al
percibir en tu mente algo ajeno a sí mismo, el ego hace del cuerpo su aliado
porque el cuerpo no forma parte de
ti.. 6Esto hace del cuerpo el amigo del ego. 7Ésta
es una alianza claramente basada en la separación. 8Si te pones de
parte de esta alianza no podrás sino sentir miedo porque te estarás poniendo de
parte de una alianza basada en el miedo.
5. El ego se vale del cuerpo para conspirar contra
tu mente, y puesto que el ego se da cuenta de que su "enemigo" puede
acabar con él y con el cuerpo reconociendo simplemente que no forman parte de
él, él y el cuerpo se unen para llevar a cabo un ataque conjunto. 2Tal
vez sea ésta la más extraña de todas las percepciones, si te detienes a
considerar lo que ello realmente implica. 3El ego, que no es real, trata
de persuadir a la mente, que sí es real,
de que ella es su recurso de aprendizaje, y, lo que es más, de que el cuerpo es
más real que ella. 4 Nadie que esté en su mente recta podría creer
semejante cosa, y nadie que está en su mente recta lo cree.
6. Escucha,.
pues, la única respuesta del Espíritu Santo a todas las preguntas que el ego
plantea: eres una criatura de Dios, una parte de Su Reino de inestimable valor
que Él creó como parte de Sí Mismo. 2Eso es lo único que existe y lo
único que es real. 3Has elegido un sueño en el que has tenido
pesadillas, pero el sueño no es real y Dios te exhorta a despertar. 4Cuando
le oigas no quedará ni rastro de tu sueño porque despertarás. 5Tus
sueños contienen muchos de los símbolos del ego y éstos te han confundido. 6Eso
se debe, no obstante, a que estabas dormido y no te dabas cuenta de ello. 7Cuando
despiertes, verás la verdad a tu alrededor y dentro de ti, y ya no creerás en
los sueños porque éstos dejarán de ser reales para ti. 8El Reino, en
cambio, y todo lo que allí has creado, será sumamente real para ti porque es
hermoso y verdadero.
7. En el Reino no hay ninguna duda acerca de lo que
eres y de donde te encuentras. 2La duda no tiene cabida allí porque
la primera pregunta jamás se planteó. 3Al haber sido por fin
completamente contestada, nunca existió.
4Sólo el Ser vive en
el Reino, donde todo mora en Dios con absoluta certeza. 5El tiempo
dedicado a hacer preguntas en el sueño, ha dado paso a la creación y a su
eternidad. 6Tú gozas de tanta certeza como Dios, pues eres tan real
como Él, pero lo que antes gozaba de absoluta certeza en tu mente ha pasado a
ser ahora únicamente la capacidad para gozar de ella.
8. Él
origen de las capacidades representó el principio de la incertidumbre porque
las capacidades son logros en potencia, pero todavía no son logros. 2Tus capacidades son inútiles
en presencia de los logros de Dios y de los tuyos propios. 3 Los
logros son resultados que ya se han alcanzado. 4Cuando son
perfectos, las capacidades dejan de tener sentido. 5Es curioso que
lo que es perfecto tenga ahora que ser perfeccionado. 6De hecho, eso
es imposible. 7Mas recuerda que cuando te pones a ti mismo en una
situación imposible crees que lo imposible es
posible.
9. Debes
desarrollar tus capacidades antes de poder usarlas. 2Esto no es
cierto con respecto a nada que Dios creó, pero es la solución más benévola para
lo que tú has fabricado. 3En una situación imposible puedes
desarrollar tus capacidades hasta el punto en que ellas mismas te pueden
liberar de tal situación. 4Dispones de un Guía que te muestra cómo
desarrollarlas, pero no tienes otro jefe que tú mismo. 5Esto te pone
a cargo del Reino, con un Guía para encontrarlo y los medios para conservarlo. 6Tienes
un modelo a seguir que reforzará tu mando y nunca lo menoscabará en modo
alguno. 7Por consiguiente, ocupas todavía el lugar central en tu
imaginada esclavitud, lo cual de por sí demuestra que no eres un esclavo.
10. Te encuentras en una situación imposible únicamente
porque crees que es posible estar en una situación así. 2Te encontrarás en una situación
imposible si Dios te mostrase tu perfección, y a la vez te probase que estabas
equivocado. 3Esto demostraría que los que son perfectos son
incapaces de cobrar conciencia de su propia perfección, y reforzaría la
creencia de que aquellos que lo tienen todo
necesitan ayuda y son, por lo tanto, desvalidos. 4Éste es el tipo de
"razonamiento" en que el
ego se embarca. 5Dios, que sabe que Sus creaciones. son perfectas; no las humilla. 6 Eso sería
tan imposible como la noción del ego según la cual él ha humillado a Dios.
11. Por
eso es por lo que el Espíritu Santo jamás da órdenes. 2Dar órdenes
implica desigualdad, y el Espíritu Santo demuestra que la desigualdad no existe.
3Ser fiel a una premisa que se ha aceptado es una ley de la mente, y
todo lo que Dios creó es fiel a Sus leyes. 4Es posible también ser
fiel a otras leyes, pero no porque las leyes sean ciertas, sino porque tú las
promulgaste. 5¿De qué te serviría que Dios te probase que has
pensado de forma demente? 6¿Podría Dios perder Su propia certeza? 7He
dicho frecuentemente que eres lo que enseñas. 8¿Querrías que Dios te
enseñase que has pecado? 9Si Él confrontase al ser que fabricaste
con la verdad que Él creó para ti, ¿cómo no ibas a tener miedo? 10En
ese caso dudarías de tu mente recta, que es el único lugar donde puedes encontrar la cordura que Él te dio.
12. Dios
no enseña, 2pues enseñar implica una insuficiencia que Dios sabe que no
existe. 3Dios no está
en conflicto. 4El propósito de enseñar es producir cambios, pero
Dios sólo creó lo inmutable. 5La separación no fue una pérdida de
la perfección, sino una interrupción de
la comunicación. 6La voz del ego surgió entonces como una forma de
comunicación estridente y áspera. 7Esto no podía alterar la paz de
Dios, pero sí podía alterar la tuya. 8Dios no la acalló porque
erradicarla habría sido atacarla. 9Habiendo sido cuestionado, Él no
cuestionó. 10Él simplemente dio la Respuesta. 11Su Respuesta
es tu Maestro.
LECCIÓN 57
Repasemos hoy las siguientes ideas:
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