VII. Creación y comunicación
1. Está claro que si bien el contenido de cualquier
ilusión particular del ego es irrelevante, su corrección es más útil dentro de
un contexto específico. 2Las ilusiones del ego son muy concretas aunque
la mente es naturalmente abstracta. 3Parte de la mente, no obstante,
se vuelve concreta al dividirse. 4La parte concreta cree en el ego
porque el ego depende de lo concreto. 5El ego es aquella parte de la
mente que cree que lo que define tu existencia es la separación.
2. Lo único que el ego percibe es un todo separado,
desprovisto de las relaciones que presupone el estado de ser. 2El
ego, por lo tanto, está en contra de la comunicación, excepto cuando se utiliza
para establecer separación en vez de para abolirla. 3El sistema de
comunicación del ego se basa en su propio sistema de pensamiento, al igual que
todo lo demás que él impone. 4Su comunicación está controlada por
la necesidad que tiene de protegerse, e interrumpirá la comunicación siempre
que se sienta amenazado. 5Esta interrupción es una reacción hacia
una o varias personas determinadas. 6El carácter específico de la
manera de pensar del ego da lugar, entonces, a generalizaciones falsas que no
son realmente abstractas en absoluto. 7El ego simplemente responde,
de ciertas formas específicas, a todo lo que percibe como relacionado.
3. El espíritu, en cambio, reacciona de la misma
manera a todo lo que sabe que es verdadero, y no responde en absoluto a nada
más. 2Tampoco hace ningún esfuerzo por establecer lo que es verdad.
Él sabe que lo único que es verdad es lo que Dios creó. 4El espíritu
está en completa y directa comunicación con todos los aspectos de la creación,
debido a que está en completa y directa comunicación con su Creador. 5Esta
comunicación es la Voluntad de Dios. 6Creación y comunicación son
sinónimos. 7Dios creó a cada mente comunicándole Su Mente, y
estableciéndola así para siempre como un canal para Su Mente y Su Voluntad. 8Puesto
que sólo los seres que pertenecen a un mismo orden pueden realmente
comunicarse, Sus creaciones se comunican naturalmente con Él y como Él. 9Esta
comunicación es perfectamente abstracta, ya que su aplicación es de una calidad
universal y no está sujeta a ningún juicio, excepción o alteración. 10Dios
te creó mediante esta comunicación y para ella. 11La mente puede
distorsionar su propia función, pero no puede atribuirse a sí misma funciones
que no le fueron dadas. 12Por eso es por lo que la mente no puede
perder del todo la capacidad de comunicarse, aun cuando puede negarse a
utilizarla en favor del estado de ser.
4. Tanto la existencia como el estado de ser se
basan en la comunicación. 2La existencia, sin embargo, es
específica en cuanto a qué, cómo y con quién vale la pena entablar
comunicación. 3El estado de ser carece por completo de estas
distinciones. 4Es un estado en el que la mente está en comunicación
con todo lo que es real. 5En la medida en que permitas que ese
estado se vea coartado, en esa misma medida estarás limitando la idea que
tienes acerca de tu propia realidad, la cual se vuelve total únicamente cuando
reconoces a toda la realidad en el glorioso contexto de la verdadera relación
que tiene contigo. 6Ésa es tu realidad. 7No la profanes
ni la rechaces. 8Es tu verdadero hogar, tu verdadero templo y tu verdadero
Ser.
5. Dios, que abarca todo lo que existe, creó seres
que lo tienen todo individualmente, pero que quieren compartirlo para así
incrementar su gozo. 2Nada real puede incrementarse excepto
compartiéndolo. 3Por eso es por lo que Dios te creó a ti. 4La
Abstracción Divina se deleita compartiendo. 5Eso es lo que
significa la creación. 6Las preguntas "¿qué?";
"¿cómo?" y "¿con quién?" son irrelevantes toda vez que la
verdadera creación lo da todo, ya que sólo puede crear a semejanza propia. 7Recuerda
que la diferencia que hay entre tener y
ser en la existencia, en el Reino no existe. 8En el estado de
ser la mente siempre lo da todo.
6. La Biblia afirma repetidamente que debes alabar a
Dios. 2Esto no quiere decir que debas decirle cuán maravilloso es. 3Dios
no tiene un ego con el que aceptar tal alabanza, ni percepción con qué
juzgarla. 4Pero a menos que desempeñes el papel que te corresponde
en la creación, Su gozo no será total porque el tuyo no lo es. 5Y Él
ciertamente sabe esto. 6Lo sabe en Su Propio Ser y en la experiencia
que Su Ser tiene de la experiencia del Hijo. 7El constante fluir de
Su Amor se obstruye cuando Sus canales están cerrados, y se siente solo cuando
las mentes que Él creó no se comunican plenamente con Él.
7. Dios ha salvaguardado tu reino, pero no puede
compartir Su gozo contigo hasta que no conozcas el reino con toda tu mente. 2La
revelación no es suficiente porque es una comunicación de Dios hacia ti solamente. 3Dios no tiene necesidad de
que se le devuelva la revelación, lo cual sería claramente imposible, pero sí
desea que se transmita a otros. 4Esto no se puede hacer con la
revelación en sí, pues su contenido no puede ser expresado debido a que es algo
sumamente personal para la mente que lo recibe. 5No obstante, dicha
mente la puede extender a otras mentes, mediante las actitudes generadas por
la sabiduría que se deriva de la revelación.
8. Dios es alabado cada vez que una mente aprende a
ser completamente servicial. 2Esto, sin embargo, es imposible, a
menos que también aprenda a ser completamente inofensiva, pues ambas creencias
tienen que coexistir. 3Los que son verdaderamente serviciales son a
su vez invulnerables porque no protegen a sus egos, y, por lo tanto, nada puede
hacerles daño. 4Su espíritu servicial es la manera en que alaban a
Dios, y Él les devolverá las alabanzas que le hagan porque ellos son como Él, y
pueden regocijarse juntos. 5Dios se extiende hasta ellos y a través
de ellos, y cunde una gran alegría por todo el Reino. 6Cada mente
que ha sido transformada contribuye a aumentar esta alegría al estar
individualmente dispuesta a compartirla. 7Los verdaderamente
serviciales son los obradores de milagros de Dios, a quienes yo dirijo hasta
que estemos todos unidos en el júbilo del Reino. 8Yo te dirigiré
allí donde puedas ser verdaderamente servicial, y a quien pueda seguir mi
dirección a través de ti.
LECCIÓN 39
Mi santidad es mi salvación.
1.
Si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es
su opuesto? 2Al igual que el texto para el que este libro de
ejercicios fue escrito, las ideas que se usan en los ejercicios son muy
simples, muy claras y están totalmente exentas de ambigüedad. 3No
estamos interesados en proezas intelectuales ni en juegos de lógica. 4Estamos
interesados únicamente en lo que es muy obvio, lo cual has pasado por alto en
las nubes de complejidad en las que piensas que piensas.
2.
Si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es
su opuesto? 2Ésta, sin duda, no es una pregunta difícil. 3La
vacilación que tal vez sientas al contestarla no se debe a la ambigüedad de la
pregunta. 4Pero ¿crees acaso que la culpabilidad es el infierno? 5Si
lo creyeses, verías de inmediato cuán directo y simple es el texto, y no necesitarías
un libro de ejercicios en absoluto. 6Nadie necesita practicar para
obtener lo que ya es suyo.
3.
Hemos dicho ya que tu santidad es la
salvación del mundo. 2¿Y qué hay de tu propia salvación? 3No
puedes dar lo que no tienes. 4Un salvador tiene que haberse salvado.
5¿De qué otro modo, si no, podría enseñar lo que es la salvación? 6Los
ejercicios de hoy van dirigidos a ti, en reconocimiento de que tu salvación es
crucial para la salvación del mundo. 7A medida que apliques los
ejercicios a tu mundo, el mundo entero se beneficiará.
4.
Tu santidad es la respuesta a toda pregunta
que jamás se haya hecho, se esté haciendo ahora o se haga en el futuro. 2Tu
santidad significa el fin de la culpabilidad y, por ende, el fin del infierno. 3Tu
santidad es la salvación del mundo, así como la tuya. 4¿Cómo podrías
tú -a quien le pertenece tu santidad- ser excluido de ella? 5Dios no
conoce lo profano. 6¿Sería posible que Él no conociese a Su Hijo?
5.
Se te exhorta a que dediques cinco minutos
completos a cada una de las cuatro sesiones de práctica más largas de hoy, y a
que esas sesiones sean más frecuentes y de mayor duración. 2Si quieres
exceder los requisitos mínimos, se recomienda que lleves a cabo más sesiones en
vez de sesiones más largas, aunque sugerimos ambas cosas.
6.
Empieza las sesiones de práctica como de
costumbre, repitiendo la idea de hoy
para tus adentros. 2Luego, con los ojos cerrados, explora tu mente
en busca de pensamientos que no sean amorosos en cualquiera de las formas en
que puedan presentarse: desasosiego, depresión, ira, miedo, preocupación,
ataque, inseguridad, etc. 3No importa en qué forma se presenten, no
son amorosos, y, por lo tanto, son temibles. 4De ellos, pues, es de los que
necesitas salvarte.
7. Todas las
situaciones, personalidades o acontecimientos específicos que asocies con
pensamientos no amorosos de cualquier clase constituyen sujetos apropiados para
los ejercicios de hoy. 2Es imperativo para
tu salvación que los veas de otra manera. 3Impartirles tu bendición
es lo que te salvará y lo que te dará la visión.
8. Lentamente, sin hacer una selección consciente y sin
poner un énfasis indebido en ninguno en particular, escudriña tu mente en busca
de todos aquellos pensamientos que se interponen entre tu salvación y tú. 2Aplica
la idea de hoy a cada uno de ellos de esta manera:
3Mis pensamientos no amorosos acerca
de _____ me mantienen en el infierno.
4Mi santidad es mi salvación.
9. Quizá estas
sesiones de práctica te resulten más fáciles si las intercalas con varias
sesiones cortas en las que simplemente repites muy despacio la idea de hoy
varias veces en silencio. 2Te puede resultar útil asimismo incluir
unos cuantos intervalos cortos en los que sencillamente te relajas y no
pareces estar pensando en nada. 3Mantener la concentración es muy
difícil al principio. 4Sin embargo, se irá haciendo cada vez más
fácil a medida que tu mente se vuelva más disciplinada y menos propensa a
distraerse.
10. Entretanto, debes sentirte en libertad de introducir
variedad en las sesiones de práctica en cualquier forma que te atraiga hacerlo.
2Mas no debes cambiar la idea en sí al variar el método de aplicación.
3Sea cual sea la forma en que elijas usarla, la idea debe expresarse
de tal manera que su significado sea el hecho de que tu santidad es tu
salvación. 4Finaliza cada sesión de práctica repitiendo una vez más
la idea en su forma original y añadiendo:
5Si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto?
11. En las aplicaciones más cortas, que deben llevarse a cabo unas tres o
cuatro veces por hora o incluso más si es posible, puedes hacerte a ti mismo
esa pregunta o repetir la idea de hoy, pero preferiblemente ambas cosas. 2Si
te asaltan tentaciones, una variación especialmente útil de la idea es:
3Mi santidad es mi salvación de esto.
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